Crítica de "Nieve, cristal, manzanas" de Neil Gaiman y Colleen Doran

Nieve, cristal, manzanas es el título de una reinvención del cuento de Blancanieves realizada por Neil Gaiman. Ahora, Colleen Doran la adapta al cómic. Fuente.

Allá por 2009, cuando empecé a leer de forma seria a autores como Neil Gaiman, descubrí relatos como Nieve, cristal, manzanas y entré en una de las obsesiones del escritor inglés: contar historias clásicas desde nuevas perspectivas. Este es un enfoque elemental en The Sandman, esa gran historia sobre las historias, pero también lo podemos ver en La joven durmiente y el huso o en Odd y los Gigantes de Escarcha, siempre desde puntos de vista muy distintos. En el caso de Nieve, cristal, manzanas, estamos ante uno de mis cuentos favoritos de Gaiman y considero que una visión bastante original de una obra tan conocida como Blancanieves y los Siete Enanitos.

¿Preparados para descubrir la versión más oscura de Blancanieves con Nieve, cristal, manzanas? Fuente.

El lado oscuro de los cuentos

Colleen Doran es la encargada de adaptar este relato al formato de cómic. No es la primera vez que lo hace con una obra del autor de Portchester; El puente del trol fue una de sus afamadas incursiones en cuanto a adaptar a Gaiman a las viñetas y, como comenté en su día, aunque no es uno de mis relatos favoritos del autor de Stardust o Neverwhere, sí que encontré ciertas virtudes en este tétrico cómic.

En el caso de Nieve, cristal, manzanas, estamos ante una obra más redonda, no solo porque el punto de partida es más interesante, sino porque la adaptación es formidable y posee, sobre todo, un dibujo magnífico que nos hace pensar en el art decó y, aunque la característica de la narrativa del noveno arte se pierde ante el hieratismo del estilo de Doran, se puede decir que es uno de esos cómics que te entran por los ojos y que deseas que forme parte de tu comicteca.

Pero ¿de qué trata? Nieve, cristal, manzanas da voz a la reina malvada del cuento. Una cuestión que ahora parece tan simple, gracias a obras tan dispares como Maléfica o Circe, encuentra aquí una oportunidad de explorar por qué la madrastra tomó ciertas decisiones y cómo la hemos convertido en el monstruo de la historia, porque ¿qué pasaría si el monstruo no fuese ella, sino Blancanieves? Y es que la idea de “cabello negro como la noche, piel blanca como la nieve y labios rojos como la sangre” obsesionó a Gaiman y le hizo pensar en una temática tan interesante como lo es el vampirismo.

El estilo de Colleen Doran para esta adaptación del cuento de Gaiman encaja en la forma de revisar el material clásico desde un enfoque distinto. Fuente.

A lo largo de las páginas de Nieve, cristal, manzanas, tenemos un cómic que conjuga todas las virtudes del cuento de Neil Gaiman y el dibujo de Colleen Doran para dar una visión tétrica sobre uno de los cuentos clásicos. De este modo, Gaiman vuelve, irónicamente, a las raíces siniestras de ese árbol que comparten casi todos los cuentos de hadas: el árbol de la oscuridad, la amenaza, la muerte, el terror. La pesadilla, el erotismo y lo extraño se mezclan a lo largo de sus páginas, con ese estilo de Gaiman que me fascinaba en obras como Objetos frágiles.

Como siempre, aquellos que disfruten del estilo de Gaiman, gozarán de una gran historia publicada ahora en nuestro país por el sello Planeta Cómic y que contiene algunos extras como portadas y bocetos, además de un pequeño cómo se hizo realizado por Doran, donde habla de influencias como el dibujante irlandés Harry Clarke, célebre por su arte en vitral. Sin duda, una galería que merece la pena recorrer.

Si el lector busca volver a sentir fascinación por la oscuridad de las historias más clásicas y desea que le narren un cuento desde una perspectiva insólita, Nieve, cristal, manzanas es un título perfecto para sumergirse en la más siniestra de las negruras, aquella que recorren las voces de ultratumba y las damas pálidas de labios ensangrentados.