Crítica de Mary Shelley, el problema de un biopic moribundo

En 2017, cumpliéndose el aniversario de su nacimiento, se estrenó este biopic sobre la escritora Mary Shelley que, por desgracia, quedó en terreno de nadie. Fuente.

Mucho se ha escrito sobre la biografía de la escritora Mary Shelley. Tiene todos los elementos: la muerte de su madre cuando ella nació, el conflicto con su padre y su madrastra, la relación con sus hermanas, su deseo de ser escritora, su amor casi enfermizo por Percy Shelley… Como todos los artistas que se han convertido en personajes históricos, pasa a estar sometida a los diferentes puntos de vista del momento. Actualmente, se la reconoce como una gran autora, madre de la ciencia ficción, con una vida muy interesante, que ha pasado de ser una secundaria en adaptaciones como Gothic o Remando al viento, para ser la protagonista en la película Mary Shelley de Haifaa Al-Mansour. Lástima que lo sea en una producción tan muerta, inofensiva y academicista.

El problema del biopic

Con la honorable excepción de la dolorosa, pero espléndida película Control (sobre Ian Curtis y Joy Division), la mayoría de los biopcis suelen ser productos aburridos o que lidan directamente con el terreno del telefilm de sobremesa. En el caso de Mary Shelley, que ficcionaliza la vida de la escritora tras Frankenstein. Podemos pasarle algunas inexactitudes o la manía de sumarse a las modas, y aunque el trabajo tras la cámara es correcto, el resultado del libreto es excesivamente teatral hasta el punto en que más que conmover, el sentimiento que produce es tedio.

Mucho se ha escrito (y dirigido) sobre la velada en Villa Diodati donde Lord Byron, acompañado de su doctor/esclavo masoquista (John William Polidori), recibió al poeta Percy y su pareja Mary Shelley, y la hermanastra de Mary, Claire Clairmont, aspirante a actriz y amante de Byron. Tras una noche leyendo historias de fantasmas y tras el desafío de Byron para concebir un nuevo horror, las dos obras que nos han llegado fueron las escritas por dos personajes con menos fama de los reunidos allí: Frankenstein de Mary Shelley que se basó en sus miedos y en la pérdida de sus seres queridos, y El vampiro de John William Polidori, que tomó a Byron como un vampiro aristocrático para así vengarse de su amo. En la película, el encuentro queda distorsionado, como si se hubiera escrito a partir de un resumen de Wikipedia, sin ningún atisbo de imaginación, pero la fotografía de David Ungaro se reivindica en el momento entre Byron y Shelley.


El problema es que Al-Mansour solo aporta una visión de reivindicación de las escritoras olvidadas que, aunque lícita, no encaja del todo con la realidad y tampoco sirve como manifiesto dramático, sino simplemente como panfleto excesivamente largo con unos 110 minutos en los que la mitad se van en mirar el reloj. El guion de Emma Jensen y la directora se vuelve terriblemente anodino, lleno de elementos comunes que poco aportan, como la música de Amelia Warner que recuerda a Philip Glass: no en que sea buena, sino que después de escucharla en una escena, se vuelve la cosa más cansina que se pueda echar uno al oído.

Lo más destacable del biopic de Mary Shelley es la propia Mary Shelley y Lord Byron. Fuente.

Una criatura moribunda

El reparto intenta dar vida a una película que se sabe muerta. Elle Fanning realiza una interpretación correcta como Mary Shelley. Es una actriz con talento a la espera de una auténtica buena película. Esperemos que la encuentre y no le ocurra como le ha ocurrida a su hermana en los últimos años, desperdiciada en papeles que se le quedan pequeños.

Sobre el resto del reparto, con Stephen Dillane, Ben Hardy, Douglas Booth o Maisie Williams, están para soltar sus líneas y poco más. Puede que incluso quepa señalar el error al elegir a Booth como un Percy Shelley tan artificial que no logra ser creíble.

Puede que sí sea destacable Tom Sturridge como Byron, aunque posee pocas escenas y queda relegado a ser una estrella de rock en un film moribundo, como la propia Fanning, que no puede resucitarlo como a su monstruo de Frankenstein.

Como su reparto, su dirección y su guion, esta película británica pasó sin pena ni gloria. Lástima, porque Mary Shelley se merecía una biografía mejor, una que, como su obra, como el hijo de Frankenstein, fuese inmortal.

 

Póster de Mary Shelley, biopic de la escritora. Fuente

  • Título original: Mary Shelley
  • Año: 2017
  • Duración: 110 min.
  • País: Reino Unido, Luxemburgo, Estados unidos.
  • Dirección: Haifaa Al-Mansour
  • Guion: Emma Jensen, Haifaa Al-Mansour
  • Música: Amelia Warner
  • Fotografía: David Ungaro
  • Reparto: Elle Fanning, Douglas Booth, Bel Powley, Maisie Williams, Joanne Froggatt, Tom Sturridge, Stephen Dillane, Ben Hardy, Ciara Charteris, Hugh O'Conor, Dean Gregory, Gilbert Johnston, Jack Hickey, Sarah Lamesch, Michael Cloke
  • Productora: Media, HanWay Films, Parallel Films, Head Gear Films, Juliette Films, Metrol Technology, Sobini Films.
  • Género: Drama. Biográfico.
  • Sinopsis: Será siempre recordada por ser la escritora que creó a Frankenstein. Criada por un filósofo de renombre (Stephen Dillane) en el Londres del siglo XVIII, Mary Wollstonecraft Godwin (Elle Fanning) es una adolescente soñadora decidida a dejar huella en el mundo. Un día conoce al brillante poeta Percy Shelley (Douglas Booth) con el que empezara una aventura amorosa marcada por la pasión y la tragedia, algo que transformará a Mary y la impulsará a escribir su obra maestra gótica. (FILMAFFINITY)
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