Cuando empecé a escribir Devon Crawford y los Guardianes del Infinito (antes de saber que se iba a llamar así; ¡no lo supe hasta la última página!), decidí que iba a escribir el libro de fantasía urbana que me gustaría leer a mí, uno donde no tuvieran que haber (sí o sí) romances entre chicas que les gustan los zombis o los kraken (para gustos...) o donde todo termina siendo como un "oh, qué fantástico, qué serio, qué visto, qué, qué, qué...". Y lo más importante que aprendí es que las palabras pueden ser refugios donde uno puede hallar magia cuando escribe. O, quizás, simplemente, lo recordé. Es importante.
Pero los libros no se hacen solos, hay mucha gente que ayuda y más en mi caso, que tengo dedos garrulos, mente dispersa y una gente que me aguanta tanto que se merece un pabellón de estatuas para ellos solos. Sí, hay muchas formas de dar las gracias (la idea de regalar descapotables estaba ahí, aunque...), pero, bueno, esta es mi dedicatoria en Devon Crawford y los Guardianes del Infinito. Había dos opciones radicalmente opuestas para escribirla: hacerla seria (como todo juntaletras con ínfulas, que toma el té y lee a Joyce con regocijo) o no tomármelo en serio (eso no se puede, ¿qué dirá el té?). Yo elegí... Elegí ambas opciones. No obstante, si nombras a mucha gente, se reparten las culpas. ¿No? ¿NO? ¡¿NO?! Vale, deberíais habérmelo dicho antes, pero...
Bueno, allá va: Devon Crawford y los Guardianes del Infinito en versión digital ya es vuestra.
Y si sois de los clásicos (de los que lleváis gafas, como un servidor, porque veis menos que Arya en Braavos), la versión impresa estará muy pronto. En cuanto las Estatuas Centinelas de la historia se dejen de darle palizas al pobre cartero y la lechuza que trae esa versión de prueba deje de perderse (¿Errol?).
Si os gustan series, pelis, libros... como Doctor Who, Lost Girl, Torchwood, The Magicians, Buffy Cazavampiros, Guardianes de la Galaxia, los cómics de Marvel, la fantasía de Gaiman, los libros de Pratchett, Harry Potter, los submundos de Alan Moore y todos esos autores con los que me pongo pesado... Aquí tenéis un pequeño homenaje a ellos.
Ha sido un viaje largo, pero también un viaje extraordinario y no puedo dejar de dar las gracias (¡otra vez!), mientras espero que alguien lea este post. ¡Muchas gracias!
Y recordad lo mismo que recordé yo: la magia existe y está en cada uno de nosotros. Es un consuelo pensar que, en un mundo alternativo, una chica lucha para que eso no desaparezca. ¿No creéis?
P.D.: Si juntáis cuatro veces este post, haréis un ladrillo para tirármelo. Gracias.
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