Spidermen, cuando los Spider-Man chocan

Peter Parker y Miles Morales se unieron para hacer frente a una amenaza común en Spidermen hace unos años. Bendis fue el encargado de contarnos su historia. Fuente.

Spiderman fue grande desde 1960 hasta finales de los ´80. El personaje tuvo varias de las mejores etapas del cómic de superhéroes americano. El Trepamuros se convirtió en el reflejo de cada uno de los lectores. ¿Cuál fue el error? Los ´90 trajeron cansancio y pura búsqueda del beneficio fácil por parte de una Marvel en bancarrota, dando a Spiderman varios de sus peores momentos en cuanto a calidad.

El comienzo del nuevo siglo depararía algunas sorpresas. Marvel consiguió esquivar el fantasma de la crisis, Spidey llegó a la gran pantalla y la editorial decidió crear la línea Ultimate: los personajes de siempre presentados al público actual. Desde un principio, el polémico Brian Michael Bendis fue el elegido para contar los orígenes en el siglo XXI de Peter Parker, más conocido como Spiderman. El guionista consiguió una fórmula fresca que nos traía al Peter de la antigua escuela, pero contado para un público más actual, gente que nunca había leído un tebeo o quería disfrutar como la primera vez del Cabeza de Red.

¿Habrá esperanza para estos héroes? Fuente.

¿Caerán los héroes?

Desde entonces, han pasado varios años. Spiderman es un personaje perteneciente a la mitología moderna. Los cómics de la Marvel tradicional sobre Spiderman han remontado el vuelo con Dan Slott tras funestos momentos como el Un día más, donde se borraba por arte de mefistazo la boda entre Peter y MJ. Por otra parte, en un golpe de efecto para la titubeante línea Ultimate, Bendis se cargaba a Peter Parker y dejaba las telarañas para un sucesor llamado Miles Morales. Bendis intentaba defender la idea de que en el Universo Ultimate podía pasar de todo.

Y así llegó un día en que a Marvel se le ocurrió aunar al Spiderman de toda la vida con el Spiderman Ultimate. Aprovechando una simple excusa argumental (Misterio transporta al Spiderman tradicional al Universo Ultimate), Marvel se disponía a hacer historia al combinar sus dos líneas: Ultimate y la de toda la vida (cosa que en su día prometieron que no pasaría). El encargado de guionizarlo una vez más sería Bendis, quien se veía con la responsabilidad de justificar la miniserie de cinco números. Spidermen es el resultado de todo esto.

Miles Morales y la responsabilidad de ser Spider-Man. Fuente.

¿Ha aguantado la teleraña?

Todos sabemos que Bendis es un buen guionista cuando no está en el Marvel tradicional, donde la pereza le lleva a dejar de lado muchas veces la documentación y no tener en cuenta la continuidad. Sin embargo, en Ultimate suele cumplir mejor, por lo que entendemos que si queremos, con mayor frecuencia, un buen tebeo de Bendis en el Marvel tradicional deberíamos enviarlo al pasado utilizando alguna máquina del tiempo (Reed Richards, ¿me lees?) y que así escribiese cómics de Marvel desde los ´60, cuando se inauguró la Edad de Plata con La Casa de las Ideas, y no tuviese tanto continuidad para liarse.

Puede que Bendis no meta tanto la pata, por suerte, en Spidermen como en Vengadores desunidos (aunque falte una explicación más convincente de cómo Misterio descubre el viaje entre dimensiones), pero tampoco resalta como en otros trabajos (véase Powers). El descomprenssive storytelling (contar en un número lo que antes se contaba en un par de páginas de un solo número) juega en contra de esta miniserie (publicada en formato de grapa por Panini, a 1,95 €) que se disfrutará más cuando se edite en tomo. Cada número sabe a poco, muy poco a veces. Son partes que se leen en un santiamén y más que dejar con ganas de más, dejan con la insatisfacción de sentir que no ha pasado gran cosa.

Pese a eso, hay momentos que pueden valer la pena como ver a nuestro Peter Parker descubriendo que el Peter Parker del Universo Ultimate está muerto, o su encontronazo con el Nick Furia que tanto nos recuerda a Samuel L. Jackson. No obstante, se nota que se podría haber aprovechado más esta idea (se echa en falta más diálogo con cada uno de Los Ultimates, por ejemplo, o sobre los eventos acontecidos en ese sombrío Universo). Para ser sinceros, deja con el regusto de que también se podría haber aprovechado más el punto de partida en general. Podemos destacar también cosas como un final precipitado, que nos demuestra que Bendis peca de lo mismo que autores como Mark Millar y es no dar un final bueno a su historia (y esto ya lo ha hecho Bendis en varios momentos, pongamos como ejemplo el final de Asedio).

Miles Morales y su decisión de ser Spiderman. Fuente.

Hay muchos “peros”, aunque también algo a favor y es el emotivo número cuatro donde Peter Parker se cruza con la tía May, Gwen Stacy y MJ de este universo alternativo. Por ejemplo, saber que Gwen pregunta cómo es en el mundo de Peter es bastante emotivo, más cuando el lector, como Peter, sabe que Gwen falleció hace mucho. Solo por este número, se justifica la miniserie y no hablaré más de él para no destriparos nada (me daréis las gracias por ello).

Otro punto positivo es el dibujo que corre a cargo de Sara Pichelli, que demuestra ser una artista de primera línea y que debería conseguir más trabajos en Marvel. Su apartado gráfico es, simplemente, sobresaliente aunque le falte un guion que nos entregue más y mejores instantes ilustrados por Pichelli.

Con el número cinco de la miniserie (el último), Bendis deja la puerta abierta a un nuevo crossover en el futuro, donde puede que sea Miles Morales el que viaje al Universo tradicional de Marvel (eso ocurrirá si las ventas acompañan). ¿Por qué? Porque no sabemos quién es el Miles Morales del universo tradicional y puede ser toda una sorpresa.

Spidermen es un momento remarcable en la historia de Marvel Comics, Ultimate y tradicional se funden y nos entregan una historia que si bien no es mala, podría haber dado más de sí. Esperemos que la próxima telaraña que tejan tanto el Spiderman Ultimate como el tradicional sirva para atrapar al lector.