Mi crónica del Congreso de Jóvenes Lectores de Tenerife

Póster del Congreso de Jóvenes Lectores. Fuente.
Esta semana ha sido muy especial para mí, ya que ha estado cargada de eventos relacionados con historias, libros, arte y mucho más (ya sabéis lo feliz que me hace esto). El culmen de todo ello fue el IV Congreso de Jóvenes Lectores de Tenerife. Se celebró el miércoles 25 en el Paraninfo de la Universidad de La Laguna, un espacio gigantesco y con las florituras dignas de un lugar así. Es irónico pensar que es la primera vez que lo piso, aunque me he pasado unos cinco años siendo estudiante de dicha Universidad. Tonterías aparte, a las diez de la mañana, los autores nos reunimos y esperamos a los alumnos de los diversos colegios e institutos participantes.

Los escritores que han estado en el evento el primer día han sido Pepa Aurora (que encandiló a todos sus chavales, que le hacían la ola cada vez que la veían), Jorge García (un espectacular creador de cómics con el que pude hablar también sobre Alan Moore), Lola Suárez (a la que conocí hace tiempo en mi antiguo instituto, cuando yo fui a dar un pequeño taller de creación literaria) y, por último, un servidor, que digamos que... ¡me conseguí colar!).


Una vez recibidos, el presentador del evento, con un atuendo con gorguera cual Cervantes, presentó a las autoridades presentes y después a los autores, que contaron con las creaciones de diversos centros escolares para presentarlos mediante originales vídeos. En mi caso, mi vídeo fue el último, con lo cual el nivel de taquicardia era bastante alto (¿puede la taquicardia tener nivel? Anotación mental: buscar el dato). Los encargados de realizarlo fueron los estudiantes y la profesora del IES Santa Ana y fue un momento realmente especial, ¡me encantó! Lo he compartido hace poco con vosotros, pero os merecéis volver a ver esta fantástica receta que han preparado. ¡Muchísimas gracias!


A continuación (y tras hablar con otro centro que está interesado en que un día visité su centro, lo que me hace estar aún más feliz 😀), marché con los dos institutos que seleccionaron mi obra: el IES Tomás de Iriarte y el IES Santa Ana para ver lo que habían preparado en torno a mi novela, Devon Crawford y los Guardianes del Infinito. O, mejor dicho, para salvar el multiverso, ya que ellos son dignos protectores del universo y eso no hay quien lo cambie. Algunos autores tienen lectores, yo tengo a superhéroes multiversales. 

Una vez ya situados en el lugar donde se llevarían a cabo las representaciones, el IES Santa Ana comenzó su trabajo. Con dos amos de la escena que presentaron la novela y compartieron varios momentos con el público, se hablaron de conceptos como el tiempo, la mitología, la obra de autoras como Laura Gallego, de Devon, los diferentes custodios, el multiverso… Y me sorprendieron mostrándome otra agencia dentro de este universo de universos con personajes creados por cada uno de ellos, pasando por el ser más perfecto del multiverso (y humilde) hasta la líder guerrera, la sabia, la aventurera, la dibujante de retratos robot y muchos más conceptos que me fascinaron. Además, me regalaron una rosa (oh) y un dibujo, una versión de Devon estilo Morfeo de Sandman, que me ha gustado tanto que ya estoy buscando dónde ponerla en el estudio. Luego, les comentaba sobre la posibilidad de contar con sus personajes en las siguientes historias y creo que les gustó la idea tanto como a mí. 😁

Debo decir que cuando empecé a escribir Devon Crawford y los Guardianes del Infinito no esperaba llegar tan lejos. A medida que juntaba palabras algo que me llamó la atención era el hecho de que Devon pudiese atravesar el multiverso y llegar hasta nuestra realidad. Qué rareza, sí, pero era algo que me encantaba, igual que pensar que cada vez que decimos: “yo creo en las hadas”, la pobre Campanilla vuelve a la vida o que cualquier personaje del Universo Marvel podría atravesar algún portal y llegar hasta nuestra realidad y descubrir que aquí es un personaje de cómic. Por tanto, ver a jóvenes con muchísimo talento tomar mi obra, recrearla, vivirla y concebir su propia ficción con ella es algo que no puedo dejar de agradecer, porque hay magia en ello, sí, y también hay maravilla, porque hay futuro y un mañana rodeado de asombro nos puede llevar realmente lejos. Devon estaría feliz con ello. Yo lo estoy.

Dos de los maravillosos regalos que me hicieron durante el evento. Fotografía de Elsbeth.
A continuación, le tocó turno al IES Tomás de Iriarte. Para empezar, a escena salió una de sus estudiantes, realmente nerviosa, e intentó presentar la obra (uy, imaginad mi cara cuando la veo pasarlo tan mal), sin embargo, ¡solo era parte del juego!, porque pronto aparecieron Devon, Gwen, Blake, Mundungus, Erander y Hope en el escenario, ¡los personajes de mi historia! En un intento de salvar el infinito, Devon busca un libro de magia que podría obligarla a renunciar a su cargo de custodia si no lo halla. ¡Me gustó muchísimo! Los integrantes del grupo tenían mucho talento y contaron con el apoyo de sus compañeros fuera y delante del escenario, dejándome sorprendido por su don para la actuación, el humor, el drama y los diferentes sentimientos que les acompañaron a lo largo de la obra. También me regalaron una postal donde compartían sus sentimientos hacia lo que escribí y mucho más. Vaya, que acabé dando saltos de alegría al estilo Spider-Man (un poco más patético porque mi sentido arácnido no va, pero...).

Considero que de eso va la ficción, ¿no? De tomar sucesos que nunca han ocurrido más allá de tu cabeza y compartirlos con alguien. Y, a veces, si hay suerte (y siento que yo he tenido mucha), ese embrujo es compartido por el resto de personas que leen tu obra. El arte es el lenguaje de la imaginación y poder contemplar cómo el IES Tomás de Iriarte y el IES Santa Ana vivieron mi obra es algo maravilloso y que no puedo olvidar por el hecho de que sé que hay jóvenes a mi alrededor que son capaces de vivir sin renunciar a la fantasía y la literatura y, mientras eso sea posible, todo habrá valido la pena.

Después de los dos estupendos trabajos presentados por los dos institutos, les regalé un par de cartas con la ilustración de Alejandra Aguado y la maquetación y el código QR preparados por Elsbeth y que les llevaba hasta aquí. Para mí era una forma de regalarles una pequeña puerta al multiverso y espero que pudieran llegar hasta ella. Devon Crawford y los Hacedores de la Aniquilación es el próximo paso y lo es por todo el amor, cariño y ayuda que me han prestado. Eso lo quise expresar con el pequeño discurso de seis páginas que preparé (¿qué? Cada uno hace pequeños discursos del tamaño que cree oportuno 😕) y que resumí para no someterlos a una tortura que conllevaría mi encierro. En ese texto di muchas veces las gracias, hablé de la literatura y la juventud, sobre Devon y espero colgarlo esta semana por aquí si vuelvo a tener tiempo en algún momento.

Tras esto, tuvimos un descanso que luego dio paso a la presentación de autores (¡de manos de Bécquer! ¿Cómo lo dejarían libre de LABERINTO durante un rato?). Fue en el escenario del Paraninfo. Cada uno de los escritores hablamos de las sorpresas que nos prepararon los jóvenes, charlamos sobre el evento y respondimos algunas preguntas como por qué escribíamos. Fue un buen momento y, por suerte, no traumaticé a nadie con ninguno de esos mensajes que suelo soltar. Es más, me gané el “título” de joven escritor y eso me gusta además de hacerme mucha gracia. Fue un momento bastante divertido con Pepa, Lola y Jorge y ojalá pueda repetirlo algún día.

Por último, vimos una representación breve teatral llevada a cabo por estudiantes y donde se habló sobre el valor de las palabras, la literatura, el arte… El reparto tenía tanto talento que todos nos quedamos ensimismados viéndolos y es otro punto más para defender que el arte nunca desaparezca de nuestras vidas, por su capacidad para hacernos soñar despiertos.

Doy las gracias a los estudiantes, las profesoras, las familias y el resto de la comunidad educativa del IES Tomás de Iriarte y el IES Santa Ana por su trabajo, su devoción, su ayuda, su sentido de la maravilla, su elección, su fuerza, su ánimo, su energía… Como le comentaba a una de las docentes, salí de sus trabajos con unas ganas inmensas de escribir y seguir alimentando esa magia.

Doy gracias también y sé que nunca será lo suficiente, porque también tengo que nombrar al otro centro que se interesó en mi obra, los otros institutos que vinieron, a los organizadores por permitirnos disfrutar de este evento tan especial y donde nos dieron un par de obsequios que atesoraré con todas mis ganas y muchos más hechos como un chaval pequeño que me pidió un autógrafo para un amigo que le gustaba Harry Potter y todo porque yo en el escenario dije que aún esperaba mi carta de Hogwarts (cosa que no es mentira). Hemos salido en la web del Gobierno de Canarias y en el Diario de Avisos entre otros medios así que cuidado, mis jóvenes salvadores del multiverso, ahora os espera el terrible trabajo de dar autógrafos por doquier, pero seguro que LABERINTO os adopta.

Junto a Jorge, Pepa y Lola en la charla con los autores. Yo en medio, tras colarme (¡lo logré!).
Cuando Devon Crawford y los Guardianes del Infinito se publicó el verano pasado pensé en abandonar el infinito durante algún tiempo hasta sentirme preparado para regresar. Digamos que este verano no fue excesivamente fantástico y quise guardar silencio durante mucho tiempo, porque ¿a quién le importa mi obra? Después, los centros aceptaron la propuesta de Devon Crawford y cada vez que los visitaba, los escuchaba o tenía alguna noticia de ellos, por breve que fuera, soñaba con volver a ese mundo de mundos. No tiene que ver con fama o prestigio, sino con ver cómo chavales viven la literatura (eso es mágico). Ver películas como el Doctor Strange o Animales fantásticos y dónde encontrarlos era darme aún más ganas de escribir. Saber de gente que estaba disfrutando de mis novelas fue para mí algo maravilloso y ya no lo pude retener más. En estos meses he vivido tantas cosas especiales gracias a Devon que quiero volver al infinito cuanto antes.

Lamento que esta entrada rápida (y con erratas seguro, perdón), no sea tres mil veces más grande, porque lo merecería, querría que captase cada sentimiento y emoción experimentados. Seguro que me habré olvidado de muchísimos momentos especiales, como el abrazo con los estudiantes y docentes del IES Tomás de Iriarte como Marta/Devon y el resto de geniales participantes o la foto con los jóvenes y los profesores del Santa Ana (y teniendo allí a la lectora que menos tiempo ha tardado en leerse mi obra, como es el caso de Andrea, que se la leyó en un día, y el talento de todos sus compañeros en diferentes disciplinas, como el dibujo). Me gustaría dedicar páginas y páginas para cada suceso, pero últimamente el tic-tac del reloj se ha convertido en mi peligroso enemigo y El Tiempo del Príncipe Pálido tiene que ver la luz cuanto antes. Espero que esta obra me brinde toda la magia que Devon Crawford y los Guardianes del Infinito me ha traído y que ha sido gracias a todos ustedes. Guardaré cada momento, cada segundo, en mi interior para poder tener un poco más de magia y fuerza cada vez que teclee y estoy en deuda con todos ustedes. Sois infinitos.

Creo que ya es hora de terminar estas palabras y voy a recurrir a otra conclusión, porque creo que resume buena parte de todo esto. El discurso que use como objeto de tortura termina así: “¿Debería decir muchísimas gracias? No. Mejor dicho, creo (y volvemos con el credo con el que empecé estas líneas), creo que debo decir lo siguiente: ¡infinitas gracias y bienvenidos!”.

Junto a los autores y autoridades en la foto de familia antes de empezar el evento. ¡Muchas gracias!

2 comentarios:

  1. Carlos... ¿cómo no? Emocionas con tus palabras. Lo que has vivido te lo has ganado. Eres un gran escritor. Un escribidor con futuro. Un inventor de mundos que desconoce los límites de la imaginación. Con el Congreso has comenzado a paladear los reconocimientos que siembras con tu obra y con tu presencia. Así que vete acostumbrando. Celebro ver a gente joven y valiosa como tú disfrutar del conocimiento y reconocimiento que merecen. Existes para un montón de lectores que te quieren y aguardan tus relatos. No los decepciones. Eres ya un referente para ellos. No dejes nunca de perseguir tus sueños. Ni de escribir.

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    1. Muchísimas gracias a ti por tus palabras, Artemisa. La verdad es que no sé cómo puedo darte las gracias de la forma que te mereces, ya que lo que me dices significa mucho para mí.

      Sé que ahora toca seguir luchando mucho más, batallando sin parar e intentando que este sea solo un principio. Por ahora, sueño con no despertar y con poder seguir disfrutando de la curiosidad, la imaginación y el arte de lectores, profesores, alumnos... que hacen que mi vida sea mejor gracias a todo lo que hacen por mí.

      No podría escribir estas historias sin tener a personas apasionadas que leen, viven, sueñan... Y tampoco podría vivir sin ellas.

      ¡Infinitas gracias por todo!

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