Ilustración relacionada con la obra de Stephen King. Fuente. |
“Hay una profunda enfermedad en la Torre Oscura, que es el corazón de todo. Y se extiende. Las tierras que tenemos debajo solo son un signo más de esa enfermedad”.
ROLAND DESCHAIN.
Después de El pistolero y La llegada de los tres, el último pistolero, Roland Deschain, continúa su camino hacia la Torre Oscura junto a sus dos aprendices, Eddie y Susannah. Sin embargo, el camino hacia la Torre no es fácil y más cuando la locura se cierne sobre ti…
Las Tierras Baldías es una sucesión de aventuras y grandes momentos donde se profundiza en un mundo que no está al borde del apocalipsis, sino que ya lo ha pasado, se ha movido y ahora las desgracias no cesan. ¿Qué ocurre cuando la realidad se rompe?
A lo largo de ese sendero, Eddie y su esposa Susannah se han convertido en pupilos de pistolero bajo las instrucciones de, hasta la fecha, el último en Mundo Medio: Roland Deschain. Su objetivo es llegar hasta la Torre, si antes, no son vencidos por la corrupción y el mal que habitan en estas tierras catastróficas.
Y eso parece que puede ocurrir, que todos pueden caer en cualquier momento, porque Stephen King lo dice en el epílogo y en varias entrevistas de la época: no está seguro de que ellos sean los que llegarán a la Torre.
Tras el final de infarto del segundo volumen La llegada de los tres, Roland ha comenzado a volverse loco. Al cambiar un hecho del pasado, el mundo se ha bifurcado. En una realidad, el pequeño Jake muere en nuestro mundo y viaja al Mundo Medio (donde morirá cuando Roland lo deje caer, en El pistolero); en la nueva, Roland lo salvó en nuestro mundo y Jake nunca llegó a viajar. Roland está viviendo dos realidad al igual que Jake y la única forma de arreglarlo es que Jake llegue hasta la tierra del pistolero. ¿Podrá lograrlo?
Las Tierras Baldías descubrimos más sobre los personajes y un poco del Mundo Que Se Ha Movido. Por fin, más o menos, sabemos lo que es la Torre Oscura, una buena historia nada más comenzar y que nos convence. Puede ser algo forzoso el encontronazo con el Guardián, el oso… o puede que sea todo cuestión del ka.
Y es así como esta trepidante historia está llena de buenos momentos, desde el avance en busca de la puerta hasta la llegada a la macabra ciudad de Lud, la metrópolis del dios de los tambores… Pura épica y acción.
“—¿Y si deciden pelear?–EDDIERoland esbozó una hosca sonrisa.—En ese caso, Eddie, todo recordaremos los rostros de nuestros padres”.
Pasando por diálogos geniales, Stephen King nos entrega a héroes y personajes únicos, atormentados por su pasado.
“—A veces te odio, gran blanco.Sin olvidar esos instantes que te enganchan y no puedes soltar el libro…
Roland se llevó las manos a la frente y apretó con fuerza.
—A veces yo también me odio.
—Pero eso nunca te detiene, ¿verdad?”
“Entonces, que Dios se apiade de ti —dijo ella—, porque en este mundo se está poniendo el sol. Se está poniendo para siempre”
Por no mencionar, frases plagadas de épica:
“Antaño hubo un mundo que conocíamos, pero ese mundo se ha movido”.Instantes en los que uno sólo puede aplaudir:“He venido, sí. He venido por la gracia de los dioses y el valor de mis amigos”.
Y promesas que se nos quedan grabadas:
“—No me dejarás caer esta vez?—No– le prometió Roland–. Ni esta vez ni nunca”.
Hay guiños y homenajes geniales. Uno de los mejores es a El Señor de los Anillos (saga que inspiró, relativamente, La Torre Oscura), también al poema de Childe Roland a la Torre Oscura llegó (la mayor influencia de esta obra, escrita por Robert Browning), entre otros.
Portada de Las Tierras Baldías. Fuente. |
Por no mencionar un final que puede ser discutible. Quizás el más complicado de la saga hasta donde he leído. Hay un clímax antes, pero luego hay otro (tras un estupendo giro de tuerca, proveniente del tren más siniestro que encontraréis). Es clímax es muy alto y concluye entonces, a la mitad, dejándonos con ganas de más. Un cliffhanger de libro. A muchos fans puede que este fin no les gustará, pero, desde mi opinión, King lo sabe colocar tan bien que me ha sorprendido. Solo diré una cosa: agradezco leer ahora la Torre, con todos los libros, en vez de cuando comenzaron a salir. ¡Tuvo que ser mortal la espera del cuarto!
Por su parte, las ilustraciones de Ned Dameron son muy buenas, realistas, consiguiendo reflejar los sentimientos y la trama de Las Tierras Baldías.
Las Tierras Baldías es una obra que, quizás tiene algún problema al no tener un ritmo definido ni un final bien claro, pero la grandeza de este mundo, sus personajes y aventuras hacen que valga la pena. Por mi parte, he de dejar ya esta crítica. El camino hacia la Torre me está esperando.
“¡Mirad bien, el regreso del Blanco! ¡Tras los días de mal y las costumbres de mal, el Blanco ha vuelto! ¡Estad de buen corazón y levantad la cabeza, pues habéis vivido para ver cómo empieza a girar de nuevo la rueda del ka!”
TÍA TALITHA.
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