Hablamos de Invisible Kingdom, obra que si bien ha logrado una gran popularidad, no destaca especialmente en su puesta en escena. Fuente. |
«Hace varios años, decidí que quería escribir un libro sobre monjas espaciales», G. Willow Wilson sobre el origen de Invisible Kingdom.
La space opera es un subgénero que mezcla conceptos de la ciencia ficción más sencilla (hasta caer en la fantasía) con la telenovela. Obras como las películas de Star Wars, series como Firefly o los cómics de Valérian y Laureline son grandes representantes de la space opera. Es indudable que, bajo la fantasía futurista, se pueden retratar varios problemas reales, como la fe o el capitalismo. Lástima que Invisible Kingdom se quede en lo más superficial.
Premisa y poco más
Una novicia, Vess, descubre que la congregación religiosa a la que sirve se financia a través de Lux, una macrocorporación que supone su enemigo. Unos mensajeros que trabajan para Lux, liderados por la capitana Grix, descubren una serie de irregularidades en las cuentas que se vinculan a las novicias. Todo esto en un contexto de space opera. En eso se queda el primer volumen (En el camino) de Invisible Kingdom y me temo que será donde yo también me quede.
G. Willow Wilson es una autora de cómics que ha conseguido un gran respaldo en el mundo de los tebeos gracias sobre todo a la cocreación de Kamala Khan, la Ms. Marvel musulmana de la Casa de las Ideas. En estos años, Willow Wilson se ha convertido en portavoz de las autoras en el cómic estadounidense y también de los creadores musulmanes.
Como reconoce en el epílogo de Invisible Kingdom,
le apetecía escribir sobre la fe, una monja en el espacio, una conspiración y
space opera. No hay mucho más, salvo la confirmación de que los Premios Eisner funcionan como otros premios de otras artes: más por intereses, como la banalización de la inclusión, que, en realidad, por lo buena o mala que sea una obra.
La premisa de Invisible Kingdom es lo más interesante, pero, a partir de ahí, se dedica a girar una y otra vez alrededor de esa conspiración sin lograr en ningún momento engancharme como lector. Al trasfondo heredado de las novicias de Dune, encontramos aquí la sensación de haber llegado a una fiesta a la mitad de la celebración: no nos enteramos bien de quiénes son los personajes ni de qué es este mundo, y cuando lo sabemos, tampoco nos interesa demasiado.
Para ser claros, Invisible Kingdom, en sus "mejores momentos", recuerda al peor capítulo de Saga de Brian K. Vaughan y Fiona Staples. Por mucha space opera que tenga, nunca logra la frescura de Saga. Los personajes no atrapan y sin ello, la historia transcurre lentamente por sus primeros números donde solo queda claro que la religión está corrupta, que puede que la fe no y que la conspiración pone a los mensajeros y la novicia protagonista en el punto de mira de la fe y el capitalismo intergaláctico. Muchos números para contar tan poco.
El cómic juega con las similitudes entre sus dos protagonistas: Vess y Grix. Fuente. |
Entre los referentes de Willow Wilson están Dune, Cowboy Bebop y Miyazaki. Puede que se note en el aspecto o la forma, pero poco en el contenido, siendo una historia bastante anodina donde no destaca nada que recuerde a la construcción del mundo de Dune, los personajes de Cowboy Bebop o los ricos mundos de Miyazaki.
Christian Ward es un artista que logra trasladar algunos conceptos y diseños estupendos al cómic. Aunque las razas alienígenas son un poco aburridas, porque tienden al aire humanoide constante, en cambio, el vestuario, las naves, la arquitectura… resultan más llamativos, pero no innovadores. Todo ello pese a que el acabado de algunas viñetas no termina de ser tan espectacular como cabía esperar viendo la portada o las primeras páginas.
Sobre su publicación en nuestro país, la editorial Astiberri ha editado el primer volumen en un tomo de tapa dura que incluye algunos diseños y un breve epílogo donde la autora habla de su intención con la obra.
En conclusión, Invisible Kingdom es una obra con una premisa interesante, pero que no termina de aprovecharse debido a la falta de empaque de sus personajes y al desarrollo de su trama. En fin, cuestión de fe: será mejor hacer que no hemos visto este reino.
Portada de Invisible Kingdom. Fuente. |
- Título: Invisible Kingdom 1. En el camino
- Autores: G. Willow Wilson, Christian Ward
- Número de páginas y formato: 136 páginas. Color. Cartoné. 17.0 x 26.0 cm
- ISBN: 978-84-18215-44-5
- Año de publicación: 2021 (1ª edición)
- Precio: 17,00 €
- Sinopsis: Vess y Grix no pueden ser más diferentes y, sin embargo, no se pueden necesitar más la una a la otra. Vess es una novicia con una enorme pasión y firme fe en las enseñanzas de la Renunciación y Grix una veterana pilota de carguero que trabaja para la todopoderosa corporación Lux. Cuando Vess, en su nuevo papel de escribana, y Grix, durante lo que debería haber sido una revisión rutinaria de inventario, tropiezan con una información trascendental se ven obligadas a tomar una decisión de vida o muerte: revelar la verdad o arriesgarse a sumir sus mundos en la anarquía.
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