Ready Player One de Ernest Cline, jugando con los '80

Detalle de la portada del libro y que ya supone una declaración de intenciones de la propia obra: Ready Player One de Ernest Cline. Fuente.
"Quienes tienen mi misma edad recuerdan dónde estaban y qué hacían la primera vez que oyeron hablar del concurso".

Ready Player One es un producto de un fan, hecho para fans y que se ha convertido en un fenómeno (irónicamente) fan, que pronto llegará a la gran pantalla con una película dirigida por Steven Spielberg y que (oh, sorpresa) logrará más fans para la causa nostálgica y retrofuturista de este libro de ciencia ficción escrito por Ernest Cline (quien ha vuelto a la misma fórmula con Armada).

Tirando de vena nostálgica de los '80, Ready Player One cuenta cómo en el futuro existe un juego online llamado OASIS que ha creado su propio mundo dentro del nuestro. Mientras que, en la realidad, la pobreza y la desgracia son comunes, en OASIS cualquiera puede elegir ser lo que desee. Uno de sus jugadores es el joven Wade, cuyo avatar Perzival es un obseso del juego creado por Halliday y Ogden. Cuando Halliday muere, comienza una competición para que cada jugador pueda hacerse con la fortuna del excéntrico desarrollador y dichos jugadores se transforman en gunthers, pero la compañía despótica IOI busca hacerse con la herencia de Halliday y convertir el videojuego en un enorme campo del que sacar beneficios de modo tiránico y, de ahí, aparecen los sixers, sus fieles trabajadores que no dudan en emplear el juego sucio (pese a que Nolan Sorrento, su jefe, tampoco sea la mar de inteligente, por cierto). El problema comienza cuando Perzival resuelve la primera prueba y empieza a ser perseguido por los zánganos de IOI. Wade deberá contar con la ayuda de Art3mis, una bloguera de la que está enamorado, y su amigo, Hache, pero el tiempo se agota... Esta es la historia de Ready Player One a grandes rasgos.

Muchas personas que no conocen esta trama, quizás le suene cuando les diga "es ese libro de cierta popularidad entre el fandom, en el cual se hacen un montón de guiños a los '80, los videojuegos, el cine y los libros de fantasía, un poco el manga y los cómics...". Y es que esa es la principal característica de este libro que ha sido un furor entre los fans. Solo hay que ver en diferentes portales y sitios como hay cientos y cientos de críticas fervorosas de esta obra. Este comentario que estoy haciendo no creo que pueda entrar en ellas, aunque tampoco es una opinión destructiva (es un libro entretenido, pero tiene cuestiones que no funcionan conmigo).

Arte conceptual de la adaptación de la novela Ready Player One a la gran pantalla. Fuente.

Guiño y originalidad

No tengo tanto problema con los constantes guiños del libro y que, a veces, sirven para ver cómo la nostalgia de Halliday marcó a una generación del futuro, incluso cuando hay algunos huevos de pascua que se pasan como ese DeLorean, mitad KITT con un poco de vehículo de los Cazafantasmas, que tiene nuestro prota (ah, y con el sistema de arranque de Mad Max). Hay guiños u homenajes que no llevan a ninguna parte, eso es cierto, y es como leer una enciclopedia sobre videojuegos, películas, series, libros... para fans, pero como hijo de este mundillo que soy, me lo paso bien, más cuando veo una referencia a Cowboy Bebop.

No creo que se capte lo que supusieron los '80; en realidad, tampoco sé si era el deseo de Ernest Cline. Ni siquiera hay una reflexión clara sobre la nostalgia ni sobre la historia del creador de OASIS, cómo decidió vivir en la ficción antes de afrontar su mundo o persistir en el pasado en vez de hacerlo en el presente. La confrontación entre lo fantástico de OASIS y la realidad tampoco se toca de un modo que resulte esclarecedor o revelador (aunque quizás fuera pedirle a esta aventura que recorriera el panorama crítica de Black Mirror, cosa que su autor tampoco pretendió: hacer una crítica dura). Como mucho, tenemos el mensaje de cómo la fantasía puede ser una vía de escapismo para nuestra realidad y eso está muy bien.

Decía George R. R. Martin que el peligro de escribir fan fiction era que el autor jugaba con juguetes ajenos en mundos ajenos y, al final, eso resentía su creatividad. Podríamos llegar a comentar que ninguna obra surge de la nada, sino que aparece de la mezcla de ese enorme "estofado cultural", como lo llamaba Terry Pratchett, según Neil Gaiman cuando comentó las similitudes entre Harry Potter y su Timothy Hunter. Sin embargo, si nos quedamos con el comentario del autor de Canción de Fuego y Hielo, sentimos que Ernest Cline juega con juguetes prestados durante toda la obra: su nave es Serenity, su robot es el mecha de la serie japonesa de Spider-Man, sus conocimientos parten de Dragones y Mazmorras... ¿Qué hay tremendamente original en este festival del fanservice, podríamos preguntar?

Primera imagen oficial de la adaptación del libro a la gran pantalla. Cline vendió los derechos de la obra mientras escribía el libro. Fuente.

Mis grandes problemas con Ready Player One comienzan con la sensación de que se cuenta y se explica demasiado, incluso sobre referencias que no aportan en demasía o sobre la vida de Wade, que nos hace creer que escribe un diario sobre su búsqueda y, en realidad, explica cosas que cualquiera de su mundo sabría (el sistema escolar de OASIS, la vida en las Torres, etc.), y es la trampa del autor para que nos creamos todo esto, que no deja de ser un juego donde otros juegan y nosotros no (y eso de ver vídeos de partidas interminables nunca me ha llamado). Más allá de estos factores más técnicos, esta historia sobre búsqueda no siento que tenga efectos reales sobre el personaje; no noto que Wade cambie a lo largo de la obra, Hache o Art3mis tampoco siento que vean el mundo de otro modo cuando todo acaba. El viaje del héroe que muchos jugadores emprenden no siento que esté reflejado.

Pese a todo lo que digo, quien quiera jugar a este juego se lo pasará francamente bien, aquel que intente ver más allá de este punto sentirá que, quizás, comparte algunos de mis pensamientos sobre la estructura y el mensaje que nos envía esta obra. Sería, no obstante, estúpido no reconocer que Ernest Cline ha sido lo suficientemente inteligente como para ver el auge de los juegos masivos en línea y explotarlo junto a esa inagotable fuente de nostalgia que parecen ser los años '80 y, para ello, nos sitúa en el lugar de un protagonista apasionado de la cultura geek y que nos evoca a figuras mesiánicas del género como el bueno de Marty McFly. Con Ready Player OneCline dio, acertadamente, en las teclas para hacer surgir una obra de un fenómeno fan y para concebir uno propio en torno a todo esto y eso hay que dejarlo claro. Y la partida le ha funcionado y le seguirá funcionando. El bonus espera y no hacen falta vidas extra para verlo.

4 comentarios:

  1. Como dato curioso, a mí en el insti me llamaban Hache xD.

    Alguna vez me ha picado la curiosidad este libro, pero no me atrae, y la película tampoco. Por lo que cuentas suena como un fac-fiction lleno de guiños, y yo nunca he sido de leer fan-fiction. Y para homenajes y guiños a los 80 ya está Stranger Things que sí que me gusta. También me has recordado a la primera historia que escribí hasta el final, la del retrete parlante, y estaba llena de referencias que no venían a cuento y que quedaban mal. Desde entonces procuro incluir guiños por alguna razón, que encajen con la historia.

    Ya que mencionas Black Mirror, hace poco he visto algunas pelis que me recuerdan a dicha serie, y que creo te gustarían, Transcendence, El Círculo(sobre todo esta, que además salen Karen Gillan y Emma Watson que molan un rato) y Nunca me abandones (que yo creía que era una historia de amor, pero resulto ser un drama extraño).

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    1. Creo que es una colección de guiños más que otra cosa. No noto una profundización en los ´80 ni encuentro toques propios en la obra que me digan: "algún día, esta obra podrá ser una referencia o guiño de otra".

      No lo considero un libro aborrecible, pero creo que podría haber dado más de sí. Puede que pecase al sentir que la historia podía gustarme o por el llamativo tráiler del film.

      Sobre esas películas, bien, me apunto algunas, pero tampoco quiero abrirme las venas ahora con este tipo de ciencia ficción por mucho que me guste Black Mirror. De vez en cuando, necesito algo más animado (dice mientras espera ver Likely Stories de Neil Gaiman).

      ¡Gracias por el comentario!

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  2. Santi (a través de RRSS)12 de marzo de 2018, 14:37

    Yo lo dejé por insoportable. Una cosa es que la voz del narrador sea un adolescente y otra muy distinta que el autor escriba como un adolescente. Ni tirando de nostalgia me ganó

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    1. Completamente de acuerdo. A mí me decepcionó por ese motivo y por tirar de tanto guiño y "homenaje" sin ofrecer nada nuevo. No me pareció un libro digno del bombo y platillo que ha recibido. Es un festival de guiños sin más.

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