El paisaje de Young de El galáctico, pirático y alienígena viaje de mi padre de Neil Gaiman. Fuente. |
"Porque, según mis cálculos, si juntas dos objetos que son el mismo en distintas épocas, pueden suceder dos cosas. O bien el universo dejará de existir, o bien aparecerán tres enanos bailando por las calles con una maceta en la cabeza".
¿Qué cuento moderno podrías contarle a un crío y que valga la
pena? ¿Cuál podría suponer una explosión de ideas y una fabulosa diversión con
cierta moraleja? Hay unos cuantos ejemplos, pero en esta ocasión, vamos a hablar
de El galáctico, pirático y alienígena viaje de mi padre, escrito por el gran
Neil Gaiman e ilustrado por el fabuloso dibujante Skottie Young. el escritor
Neil Gaiman.
La gran historia de un padre
En el documental Un año en la vida de J.K. Rowling se
afirmaba que la carencia de una buena figura paternal en la vida de la autora
de Harry Potter había hecho que su obra estuviese llena de perfectas figuras
paternales como Dumbledore, Sirius, Lupin… Y es que los buenos padres suelen
ser figuras a seguir, mientras que en el arte los mediocres progenitores solo
suponen una huida o una recreación fantasmal de lo que podrían haber sido. En
el caso del cuento de Gaiman y Young tenemos a un padre con una extraordinaria
imaginación que pone la mejor excusa de la historia, como si siguiese los
terrenos del protagonista de Big Fish.
Imaginen una típica familia, compuesta de
padre, madre, hija e hijo. Un día, la madre se va a un congreso y el padre
tiene que hacerse cargo de sus hijos. Cuando se da cuenta de que no tienen
leche para los cereales de sus hijos y su propio té, el padre se propone un
titánico viaje a por una botella de leche. Podrá regresar, pero tardará tanto
que deberá narrar la odisea que, como Ulises, ha sufrido para volver a su
particular Ítaca. Una idea aparentemente simple, pero un cuento fabuloso que
rebosa creatividad gracias a Neil Gaiman.
Cualquier lector de cómics conocía la
gracia de Gaiman debido a su emblemática serie The Sandman. Este gran amigo de
Alan Moore, el dios de los cómics, no tardaría en dar su salto al mundo de la
novela, donde ha fascinado con American Gods, Coraline o Stardust, con dos
maravillosas adaptaciones cinematográficas estas dos últimas. Siempre ha sido
un hombre inquieto, basta ver la escritura de dos capítulos de Doctor Who (La
mujer del Doctor y Pesadilla en plata), y con un humor y amor hacia los relatos
que lo convierten en valedor suficiente para le lectura de este cuento, que,
aún así, tienen muchos méritos propios por los que merece la lectura no
solamente de los más pequeños sino de los adultos deseosos de escapar de la
aburrida realidad.Un entretenido derroche de aventuras e imaginación, eso es lo
que nos proponen Gaiman y Young en un cuento que puede ser realmente divertido
y refrescante para los lectores. Nos encontramos en El galáctico, pirático y
alienígena viaje de mi padre (en inglés Fortunately, the Milk) a un Neil Gaiman
que nos recuerda a su colaboración con el fantástico Terry Pratchett en la
novela a cuatro manos Buenos presagios, pero también hay algo del Gaiman de
Doctor Who.
Y es que el escritor británico aprovecha para que el padre que regresa a
casa con una botella de leche se encuentre con extraterrestres con complejo de
diseñadores de interiores (y que recuerdan a mocos), siniestros piratas,
salvajes que rinden culto a un dios volcán, un dinosaurio stegosaurus viajero
del tiempo (con su máquina, una Bola-Flotante-Transportadora-de-Personas, no
confundir con un globo aerostático), fampirros, el cameo de un par de ponis, la
policía galáctica con sus bicicletas y mucho más, además de alguna paradoja
espacio temporal (añadamos que el padre, con su bufanda y estrambótico peinado
nos recuerdan al Doctor de Tom Baker y David Tennant, de la emblemática serie
británica). En serio, ¿queda alguien aún que no quiera leer este cuento tras lo
que les he contado?
La ilustración de la portada realizada por Skottie Young. Fuente. |
Entonces os daré
otra razón, que tiene nombre y apellido: Skottie Young, uno de esos dibujantes
a seguir y que forma un tándem perfecto con Gaiman. Para los aficionados a las
viñetas, Young no es un desconocido. Sus portadas alternativas, donde convierte
a los superhéroes de Marvel en niños, han sido un auténtico éxito, muchas veces
viral a través de Internet. Además, dibuja series como la dedicada al famoso
Mapache Cohete de Guardianes de la Galaxia, perfecta para su estilo.
Además de ese
toque humorístico, suele también dotar de un carácter propio e inusual a sus
diseños en su obra, que nos recordarían a Tim Burton si los diseños de Tim
Burton que nos gustan fuesen del propio director de Eduardo Manostijeras
(muchas veces, no lo son). Young es un artista perfecto para esta aventura que
explora la fantasía, donde dibuja monstruos, alienígenas y docenas de seres que
le vienen que ni pintados, nunca mejor
dicho.
Por si fuera poco, el diseño del cuento y la edición de Roca
Editorial evolucionan, según el contenido y los dibujos, experimentando durante
toda la obra y creando uno de esos cuentos que fascinan tanto a niños como
adultos. Todo ayuda a hacer que nos olvidemos de nuestras monótonas vidas y nos
mezclemos en esta fábula sobre un padre que lo haría todo por sus hijos,
incluso inventar una historia mejor que el día a día para ellos.
El galáctico,
pirático y alienígena viaje de mi padre es un
alucinante relato que nos da una alegría, no solo al leerlo o contarlo,
sino también al ser la confirmación de que quedan cuentos que valen la pena.
¡Neil, Skottie, os debemos una! ¡Sois la leche!
Nunca ir a por leche fue tan épico. Fuente. |
El primer cuento que le leí a mi hijo
ResponderEliminar¡Genial! ^^ Espero que os gustase. Le tengo mucho cariño a esta obra corta, además de ser una buena puerta para los peques a la obra de Gaiman, Skottie Young, los cómics, los viajes en el tiempo, jejeje. ^^
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