Portada alternativa de El ladrón del rayo. Fuente. |
Es
interesante notar cómo nuestras perspectivas artísticas cambian con el tiempo.
Un día podemos decir que no leeremos cierta obra y, al final, aunque pase muchísimo tiempo, acabamos leyéndola.
Hace poco, compartí un fragmento de Percy Jackson y el Ladrón del Rayo de Rick
Riordan, el cual me había llamado la atención y sinceramente me hizo gracia. Y recordé la entrada que había escrito hace muchos años sobre la
película. Sí, me temo que resucitar viejos post puede traernos traumas a los
que llevamos mucho tiempo escribiendo. Al cambiar mi cuenta de blogger y
aniquilar la anterior, las imágenes de los post se cayeron y he tenido que ir
subiéndolas de nuevo, además de revisar un poco el formato y demás… (Si fuerais
conscientes de todo lo que ha cambiado El Antro desde que lo abrí en 2008,
alucinaríais... O no, pero dejadme la ilusión de que sí). Pues bien, arreglando el post de la adaptación cinematográfica
Percy Jackson, lo leí un poco por encima, añadí las fotos y me encontré con una
frase que decía algo así como: “Libro que no pienso leer nunca”. Me reí.
Han bastado seis años para que haya terminado leyéndolo, pero lo he leído.
Han bastado seis años para que haya terminado leyéndolo, pero lo he leído.
La saga de Percy Jackson. Fuente. |
Historia tras el libro
Atención. Ahora voy a empezar a divagar, contar cosas, excusarme, explicarme y todo eso. No es algo muy normal en un comentario sobre un libro, pero si no lo hago en mi blog, ¿con quién y dónde lo haré? Así que si queréis ahorraros cómo conocí este libro, porqué lo he leído y demás, saltad al siguiente epígrafe. En serio. ¿Seguro? Vale.
Confieso
que suelo usar a mi pareja Tatiana (Elsbeth, como también se llama en el
mundillo artístico) como conejillo de indias. Le suelo regalar libros de género
fantástico porque sé que le gustan y porque al final me acaba recomendado los
mejores. Es así de buena persona. En su día le regalé los dos primeros libros de
Percy Jackson y, hace un par de meses, empecé a leer el primero y este febrero lo
retomé, acabándolo hace poco.
Sé que quizás esta información no viene a cuento, pero recuerdo con cariño aquel febrero de 2010 en el que Tatiana y yo fuimos a ver Percy Jackson y el ladrón del rayo al cine y por eso le regalé esos libros y no deja de ser todo un poco irónico en cuanto a cómo cambian las cosas. Más tarde, vimos El Mar de los Monstruos (la secuela) y, si os sirve, las hemos visto en más de una ocasión y suelo escuchar la banda sonora.
Sé que quizás esta información no viene a cuento, pero recuerdo con cariño aquel febrero de 2010 en el que Tatiana y yo fuimos a ver Percy Jackson y el ladrón del rayo al cine y por eso le regalé esos libros y no deja de ser todo un poco irónico en cuanto a cómo cambian las cosas. Más tarde, vimos El Mar de los Monstruos (la secuela) y, si os sirve, las hemos visto en más de una ocasión y suelo escuchar la banda sonora.
A ver…
Lo confieso. Puede que no sean grandes películas, puede que no sean
adaptaciones perfectas, pero son películas sencillas, obras entretenidas para
personas que no quieren comerse mucho la cabeza y quieren ver magia, monstruos
y mitología. Eso lo buscaba siempre en mi adolescencia y ahora lo sigo haciendo
cuando quiero pasar un buen rato. Mientras terminaba los libros más recientes,
decidí leer este libro juvenil y disponerme a disfrutar de algo entretenido,
sencillo y que tuviese esos elementos que me gustaban. A veces, hay que hacerlo.
La adaptación al cómic. Fuente. |
Riordan y los mitos
Rick
Riordan es un profesor estadounidense que contaba historias a su hijo para que
se durmiera y en ellas los dioses griegos seguían vivos. Su hijo, diagnosticado
con trastorno del déficit de la atención y dislexia, inspiraría al personaje de
Percy y toda una saga que ha hecho célebre a su padre. El
ladrón del rayo es el inicio, una obra que se lee rápido, que se disfruta, y
que, sin duda, volverá locos a los más jóvenes (me imagino al Carlos de once
años volviéndose loco, cogiendo el cepillo de barrer de su madre y diciendo que
era el rayo de Zeus… ¿Qué? Tuve una infancia curiosa).
El protagonista es
Percy, un chaval de doce años, disléxico, y que es un trasto… A ver, no es el típico abusón,
pero tampoco es el típico genio, es un chico con problemas (por suerte, un personaje algo distinto a los que suelen poblar la fantasía épica), que nos narra en
primera persona cómo descubre que su profesora se lo quiere cargar. Sí, a mí me
pasó lo mismo en la ESO con una maestra que no me quería aprobar Matemáticas.
Sea como sea (y a diferencia de lo que me pasó a mí), Percy descubre que la
profesora es una arpía (literalmente) y que su maestro de cultura clásica resulta ser Quirón,
el mentor de héroes (muy habitual). Ah, y Percy es un semidiós y su amigo Groover es un sátiro
(en el sentido estricto del término) y el muchacho tendrá que huir porque los
monstruos y los dioses le persiguen. Eso le lleva a conocer el Campamento
Mestizo, donde se entrenan los hijos de los dioses griegos y los mortales,
porque sí, los dioses griegos existen y han ido transformándose según la
civilización que marcase el rumbo de la humanidad (Rick Riordan y sus cosas) y
ahora están en Estados Unidos y la ambrosía sabe a galletas de chocolate y
Percy debe espabilar, porque un peligro se cierne sobre él.
Buenos
amigos (la hija de Atenea Annabeth, el sátiro…), personajes que te caen
mal pero también te caen bien (Clarisse, Dioniso el fiestero), monstruos
(hidras, arpías, minotauros, medusa…), dioses (Hades, Zeus, Poseidón, Ares…) y
elementos mágicos (el rayo, el yelmo de oscuridad de Hades…) más ciertas dosis
de misterio (¿quién demonios quiere el rayo?) es lo que encontramos en esta primera parte, que resulta ser una aventura que se deja leer, que no trata como
idiota al lector y que reinventa la mitología griega para el público actual.
Logo de la serie. Fuente. |
Las adaptaciones cinematográficas
Mucho se ha comparado a Percy con Harry Potter y éxitos similares, pero hoy podrías escribir cualquier cosa con un adolescente, aunque fuese mitad arenque con algo de gnomo de jardín (me apunto la idea), y alguien diría que es Harry Potter. Tal vez se deba a que Chris Columbus, director de las dos primeras películas de Harry Potter, estuvo involucrado tras las adaptaciones de Percy Jackson (como director en la primera y como productor en la segunda, si no me equivoco).
¿Qué decir de las adaptaciones? Muchos lectores o aficionados las odian y a mí me siguen pareciendo pasables, con ese halo de nostalgia que te hace que te guste aquello que, tal vez, no debería gustarte, pero te gusta. Ya me entendéis, placeres culpables y todos esos rollos. Y pienso que hay cosas mal adaptadas (echo de menos al capullo de Ares) o le falta algún monstruo que hay en el libro y no en la película, pero fríamente, no me parece una mala adaptación.
Si
nos fijamos bien en el libro, a Percy le asignan la misión, empieza a ser
atacado, por casualidad acaba en los negocios de algunos monstruos, hasta el
final no se encamina la trama de las esferas y cómo llegar al inframundo. En la
película todo eso está resuelto más rápido y todo está más compacto. ¿Es eso
bueno? Depende, lo que hay que tener claro es que es diferente y es diferente
porque son medios distintos. Ya otro debate es si los personajes están mejor o
peor adaptados o si la película explica todo demasiado rápido (desde el inicio
sabemos quién es el padre de Percy, que es un misterio en el libro). Más
discutible puede ser el tema de que Luke tenga más protagonismo al mezclar a su
personaje y se le den más motivaciones personales (el odio a su padre Hermes en
la película) que en el libro (donde ese misterio se resuelve de modo distinto).
Y con respecto a la trama del rayo, ¿qué preferís? La película tiene una
versión que funciona para lo que es y el libro otra. Más triste es quizás
perder el humor de algunos pasajes (ese Caronte aficionado a los trajes
italianos del libro, todo un fashion victim) y que falten explicaciones en la
adaptación cinematográfica (por qué Quirón protegía a Percy, la ausencia de la
historia de Thalia…), pero eso suele pasar.
La adaptación cinematográfica. Fuente. |
Robando el rayo
Sea
como sea (y regreso al libro porque quizás estoy volviendo demasiado a un tema
que ya toqué hace seis años… Y sí, me siento viejo al decir esto), mientras
leía el libro pensaba que no le pondría más de tres estrellas (hay algunas
partes más lentas, enemigos muy fáciles de vencer, no deja de ser un mito
readaptado…), pero mientras escribía la reseña (comentario, crítica o lo que
sea esto), me he dado cuenta de que me ha servido para muchas cosas: hablar de la nostalgia,
escribir un par de páginas, recordar la fascinación por la fantasía en la
adolescencia y el poder para reinventarse que tienen los mitos. Y siempre es mejor leer mitología y fantasía cuando eres un chaval (o siempre) que leer libros de moda que consisten en menospreciar a otra persona y llamarlo "amor", por ejemplo. Ya solo por
estos motivos, El ladrón del rayo merece una lectura incluso cuando nuestra
versión del pasado dudaba que alguna vez se lo leyera. La vida te sorprende,
los libros también, hay magia en ellos y como mitos siempre se reinventan.
Primero, tengo una entrada con algo que te guste. O quizás no, quizás le encuentres fallas. Pero incluye una mención a un personaje de Doctor.
ResponderEliminarSegundo, debe ser interesante estar en pareja con una socia creativa.
Lo que conozco son esas dos películas. Tienen hallazgos. Como lo del personaje inadaptado, que tiene un potencial especial. También lo de la profesora que es una arpía y resulta serlo literalmente. Y lo del profesor, que es Quirón, uno de los más célebres mentores, lo fue de Aquiles, Asclepio. Y lo de campamento que incluya hijas de Afrodita. Para un adolescente semidios debe ser lo que más desea. Y lo es para el amigo sátiro. Un hallazgo que un hijo de Poseidón tenga una rivalidad y más que amistad con una hija de Atenea. Repitiendo la rivalidad y atracción de Poseidón y Atenea. Y que aparezca Medusa, personificada por Uma Thurman, quien tuvo algo con Poseidón. Magistral.
Es notable lo que se necesitan los mitos, que tan presente están en las historias. Me gustan como aparecen en las historietas New 52 de Wonder Woman.
Me alegra saber que te gusta el personaje de Rose Tyler. Hay muchos prejuicios hacia ella, pero también es uno de mis favoritos.
EliminarEn cuanto a Percy Jackson, sí, todos esos detalles son disfrutables. Como curiosidad, en el libro se menciona que Medusa tiene rasgos árabes. En la película se prefirió más una imagen que recuerda a la película El crepúsculo de los dioses.
La Wonder Woman del New52 es uno de mis pendientes, pese a las buenas críticas. No puedo sacar tiempo para todo lo que querría, por desgracia. A ver si pronto arreglo esto y puedo disfrutarlo.
¡Muchas gracias por tu comentario!
"Y siempre es mejor leer mitología y fantasía cuando eres un chaval (o siempre) que leer libros de moda que consisten en menospreciar a otra persona y llamarlo "amor", por ejemplo."
ResponderEliminarEjem, ejem, se coge las manos tras la espalda y se aleja caminando mirando a un lado y otro mientras silba.
XD
No hagas demasiado caso a mis delirios, pero te he imaginado así mientras criticabas los libros actuales con esa elegancia y sin tener que decir ningún título.
A pesar de lo conocidísimo que es Percy Jackson nunca he leído los libros ni he visto ninguna película, no porque tenga nada en contra de él (de hecho me extraña no haber visto algo en lo que sale tanta mitología griega), sino porque no ha surgido la ocasión. Puede que no sea una gran obra, pero a veces, también es agradable leer cosas sencillas y bien escritas. Es tierno cuando lees algo que parece estar dirigido a personas más jóvenes que tú y suspiras con nostalgia mientras sonríes.
He pensando en mis libros de la infancia y he recordado una serie de libros en las que 3 chicos, 1 chica y un perro se iban por ahí con sus bicicletas a resolver asesinatos y misterios varios. Pakto se llamaba la banda. Y por cierto, no he conocido a nadie a parte de mí que haya leído esos libros.
Creo que me echaría una buenas risas si los leyera ahora.
Me apunto Percy Jakson porque a veces es necesario recordar que dentro de nosotros aún está el niño/la niña que fuimos.
¡Saludos!
PD: No sé porque razón imagino a Caroline Jones rubia con el pelo muy largo. Tengo algo así como "rebeldía visualizadora" xD
(Y sí, estoy hablando de tu libro Hollow Hallows, voy ya por la mitad y me lo estoy pasando genial, no puedo evitar que algunas escenas se filtren en mis sueños)
Creo que me has captado bastante bien mientras pensaba esa frase, ¿eh? jeje La agregué casi al final, porque me paré a pensar en esos libros que se están vendiendo para jóvenes y que muchas veces tratan de maltrato psicológico edulcorado para el público. Tíos que vigilan a sus novias, novias que tratan como trapos a sus novios... Luego les ponen un título idiota y vende porque ahora la novela romántica mala es lo que va y yo sufro de alergia a estas cosas (aunque reconozco que algo bueno habrá, pero no me refiero a eso, me refiero a los consoladores emocionales que agolpan los escaparates). Podría dar los títulos, pero algunos no me acuerdo, otros me resultan repugnantes y al final prefiero decir el pecado y no el pecador, jeje.
EliminarEn cuanto a Percy Jackson, pues si algún día enciendes la televisión y te cruzas con las películas o alguna vez el libro cae en tus manos, échale un vistazo aunque sea para recordar lo encantador que es un buen mito.
No conozco las novelas que mencionas, pero vaya, tienen un buen argumento. Tú pon chavales enfrentándose a crímenes y ya me gusta :D Si los encuentras, podrías leerte alguno y comparar. Quizás, incluso te guste más o recuerdes a aquella cría que eras cuando los leías (que eso, a veces, está muy bien. Lo digo por experiencia propia).
Yo soy muy aficionado a leer o ver cosas que me hacen sentir como un crío así que estás como en casa si te paseas por aquí, jejeje.
En cuanto a Hollow Hallows, ¡muchas gracias! Me alegra saber que te está gustando y se está colando en tus sueños (eso es todo un halago :) Sobre la rebeldía visualizadora, no te preocupes, que a mí también me pasa. Hay nombres según los cuales me imagino a los personajes y, a veces, no encajan con la descripción oficial, pero, oye, esto va sobre imaginar y soñar, es lo que hace que la literatura valga tanto la pena.
¡Muchísimas gracias por tu comentario!