Breaking Bad, el piloto perfecto

Walter y Jesse, la misma moneda. Fuente.
Esto ha sido saldar una vieja deuda pendiente. He comenzado a ver Breaking Bad. ¡Por fin! Después de mucho tiempo y tras fallidos intentos, he hecho caso a las recomendaciones de compañeros de clase, profesores, amigos... Sin duda, si algo he aprendido los últimos meses es que la perseverancia es para la clase, ya sea para bajar de peso, escribir una novela o ver una serie. De ahí que en los últimos tiempos me haya puesto al día con Juego de Tronos y ahora le haya tocado a la serie Walter White y Jesse Pinkman.


Volviéndose malo


Si algo sé, a medida que he ido viendo esta serie, es que me está dando material suficiente para algunas entradas que espero escribir, ya sea sobre escenas o sobre algunos temas que toca (el capítulo Peakaboo que vi ayer es uno del que quiero hablar pronto). No esperéis que empecemos a charlar de cómo cocinar metanfetaminas (sois unos degenerados), pero sí de temas como el hecho de que el primer capítulo de la serie, su piloto, fuese, de por sí, un mediometraje autoconclusivo perfecto.

A lo largo de los minutos, ese primer episodio nos conduce en la espiral de caída libre que se transformará la vida de Walter White, un profesor de química con un cáncer terminal que decide meterse en el turbio negocio de las metanfetaminas junto a un antiguo alumno para conseguir algo de dinero para su mujer embarazada y su hijo con parálisis cerebral. Harto de haber sido un buen tipo toda su vida, de ser pisoteado y jamás recompensado, White cruza la línea (recordemos que ese Breaking Bad puede significar “volviéndose malo” o, mi traducción favorita, porque me recuerda a la química, “corrompiéndose”). Desde ahí, vemos un tema del que ya hablé en su día cuando comenté El extraño caso del doctor Jekyll y míster Hyde, a veces, el ser humano no es bueno por naturaleza, es bueno por temor a ser malo, a las consecuencias que eso puede traerle. Una vez White saborea un pequeño triunfo a través del mal, seguirá hundiéndose en el fango.

Surrealismo realista


Sirviéndose de las casualidad y ese surrealismo “realista” de los hermanos Coen de Fargo, Breaking Bad se convierte en una exploración de la dualidad del ser humano y Walter es el superhéroe (o supervillano) secreto de la metanfetamina. Con su nombre clave de Heisenberg y sus poderes con la química, adquiere esa personalidad de delincuente mientras intenta mantener su vida como apocado profesor, en esos duelos internos que nos evocan a un Peter Parker trasnochado.

Y todo ello se presenta ya en sus primeros minutos, desde ese inicio con ese flashforward del que hará gala muchas veces la serie (cómo les gusta poner los dientes largos y hacernos preguntar qué pasará) hasta esos personajes que podríamos encontrar al salir de casa. Breaking Bad lo tiene todo y ese primer capítulo bien podría ser un corto sobre la moralidad, la presión, el poder del dinero, el crimen, las consecuencias y la suerte.

El creador Vince Gilligan junto a sus personajes,
Walter (Bryan Cranston) y Jesse (Aaron Paul),
durante el rodaje. Fuente.

¿Qué podemos aprender de Breaking Bad?


Hoy, que muchos escritores se limitan a copiar viejas fórmulas tanto en libros como en series o películas, da gusto encontrarse con propuestas como Breaking Bad, que exigen al espectador y le hacen disfrutar como un cosaco. 

Vince Gilligan y su gente no crean una ficción para todos los públicos o para que se venda con facilidad, sino que hablan del crimen y del ser humano y es, precisamente por eso, por lo que ha tenido el éxito que ha tenido, porque se han exigido a sí mismos desde el primer capítulo. 

Entonces, ¿por qué como creadores deberíamos limitarnos a escribir el libro mediocre de turno? Más vale arriesgarse y luchar por crear obras complejas que vayan un paso más allá, aprender de Vince Gilligan, porque Breaking Bad es una serie que siempre se quedará ahí, desde ese magnífico primer episodio. Aprendamos de ella, entonces. 

4 comentarios:

  1. Yo he visto tres capítulos hasta la fecha y tengo que retomarla, me sucede como a ti, son muchas las personas que me la recomiendan, así que en cuanto termine alguna de las temporadas que estoy siguiendo me pondré con ella.

    Desde luego ese tema de la corrupción del ser humano, esa transmutación... es algo oscuro y fascinante.

    Abrazos :)

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    Respuestas
    1. Es que nuestro caso es muy parecido. Allá por 2013 me vi los dos primeros capítulos y me gustaron, pero no pude seguirla. Ahora, estoy viéndomela y ya voy terminando la tercera temporada ¿y qué decir? Es adictiva, una gran serie donde se toca el tema de la corrupción del ser humano. Sé que suelo ver sobre todo cosas de temática fantástica, pero reconozco que ver Breaking Bad merece la pena para aplicar esa humanidad a nuestras historias y disfrutar de algo diferente, que nunca está de más.

      ¡Un saludo enorme y muchísimas gracias por tu comentario!

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  2. Ai, yo al revés xDDD
    Vi los tres primeros capítulos hace 4 años y la abandoné porque no me enganchaba nada.
    Es curioso porque con Juego de tronos me pasó algo parecido. A casi el final de la primera temporada la abandoné por aburrimiento. Al tiempo la retomé pero ya casi dejándola para ver mientras pintaba cuadros xDDD Como serie para verla directamente no me motiva.
    Y me da rabia porque la gente habla maravillas de las dos y me siento tonta XD pero bueno, cada uno con sus gustos. Tampoco hay que ver algo a desgana.
    De la segunda tengo para empezar la 4ª temporada, tampoco voy mal, pero eso... viéndola pintando jaja Me veía igual 3 o 4 capítulos de golpe.
    En fin, tengo pendiente retomar algún día Breaking Bad pero a saber... Tu análisis me ha gustado mucho, eso sí :)

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    Respuestas
    1. Muchísimas gracias por tus palabras, Lansy, me alegro de que te haya gustado el comentario. Espero que le des una nueva oportunidad a Breaking Bad. A veces, reconozco que hay que darle más de una oportunidad a las series para que nos gusten y en otras ocasiones, simplemente, no nos enganchan (a mí me ha pasado recientemente con Las crónicas de Shannara y con Los 100 así que te entiendo bastante bien. Estas dos series no creo que vuelva a verlas).

      Espero que haya más suerte en el segundo visionado de Breaking Bad cuando te dispongas a volver a verla, si al final es posible.

      ¡Muchas gracias! ¡Un saludo!

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