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12/11/2011
La bruja rió, pero la princesa también y la hechicera quedó desconcertada.
La hija de los reyes bebería con honra el veneno. Aquella poción era un potente somnífero que la haría dormir hasta que el príncipe azul, el hombre perfecto, viniese a darle un beso.
La infanta veía aquello por el lado positivo: descansaría y saldría de allí con un cuento de hadas bajo el brazo y un marido ricachón. Tres pájaros de un tiro.
Abreviando: la princesa murió de vieja, durmiendo. Nunca hubo príncipes azules, hombres perfectos. Sólo hubo sueños.
La princesa tenía mucha confianza en un final feliz.
ResponderEliminarCada vez que visito este blog, me sorprendo mas de lo diferente y original que es.
Te felicito, tienes un talento especial para escribir.
Hola, Alice
ResponderEliminarTemo que todos buscamos tener confianza en los finales felices, aunque pocas veces se cumpla.
Muchísimas gracias por tus palabras hacia el blog. Realmente, me llenan de ánimo para seguir con él y me siento muy feliz al saber que te gusta mi manera de escribir.
Gracias por tu comentario, hasta el próximo post donde nos encontremos =D
Original versión la que nos muestras de la Bella durmiente.
ResponderEliminarSaludos,
Joker
Hola, Joker
ResponderEliminarMuchísimas gracias por tu comentario, me alegro de que te haya gustado esta especie de versión de Belladurmiente. Te invito a unirte al blog. Un saludo y hasta pronto.
Muy, muy bueno. Triste realidad contraria a los idealismos... Veo que sigues con tu cruzada contra los cuentos de hadas.
ResponderEliminarHola, superñoño
ResponderEliminarMe alegro de que te haya gustado y creo que sí, pese a que me gusten los cuentos de hadas, estoy en contra de algunas de sus... moralejas o juegos. Me encanta meterme con ellos.
Ahora me toca regenerarme y volver más realista o algo. ¿Quién sabe cuál será la próxima historia? Por eso, mola escribir y leer.
Gracias por tu comentario, hasta la próxima visita, un saludete =D