Críticas de libros: Sin noticias de Gurb

En 1992, poco antes de las Olimpiadas de Barcelona, es la fecha en que dos alienígenas llegan a la Tierra. Uno de ellos, llamado Gurb, pronto se perderá. Su acompañante buscará a su camarada en un mundo que no comprende. Su mirada ingenua y delirante pronto captará la tontería del ser humano.

Críticas de libros:

“Sin noticias de Gurb”

Crítica de Sin noticias de Gurb. Fuente.

-Autor: Eduardo Mendoza

-Año: 1991. Fecha de esta edición: 2011.

-Editorial: Seix Barral.

-Páginas: 143, aproximadamente.

-Género: Sátira, parodia.

-Precio: 12 €.

“08.00 Todavía sin noticias de Gurb. Llueve a cántaros. En Barcelona llueve como su Ayuntamiento actúa: pocas veces, pero a lo bestia […]”.

“Sin noticia de Gurb” de Eduardo Mendoza es una buena sátira sobre nuestra sociedad, tan contradictoria y estúpida. A través de un extraterrestre, vemos cómo somos desde fuera y no podemos hacer otra cosa que no sea ruborizarnos.

Esta novela es quizás la última gran obra folletinesca de nuestro tiempo en España. Apareció en los ´90, en el periódico “El País”, como forma de recuperar esta especie de género ahora tan olvidado. Eso sí, satirizando y sin limitarse: "Porque los catalanes siempre hablan de lo mismo, es decir, de trabajo...No hay en toda la Tierra gente más aficionada al trabajo que los catalanes. Si supieran hacer algo, se harían los amos del mundo”.

Mendoza consigue un estilo diferente, arriesgado, gracias a atreverse a hacer una especie de diario donde cada par de minutos (o uno solo) forman un microrrelato, que, a veces, no para hasta hacernos reír y, en otras ocasiones, nos hace pensar. La fuerza de lo que es la sátira.

El libro, con un estilo coloquial que se lee velozmente, está lleno de grandes frases. Ejemplos serían: “A veces uno busca lejos lo que tiene bien cerca. Es una cosa que nos sucede a menudo a los astronautas” y “15:00 Decido abandonar la reflexión y la plaza Cataluña, porque las palomas me han cubierto de excremento de la cabeza a los pies y los japoneses me hacen fotos creyendo que soy un monumento nacional”. Eduardo Mendoza: el humor más esperpéntico sumado a una mirada optimista hacia el mundo.

A eso añadir que el extravagante protagonista, ese alienígena obsesionado con los churros, es un buen personaje, muy bien conformado y al que todo lector termina cogiéndole cariño. Este... Ni héroe ni villano (ni siquiera antihéroe), contempla anonadado un mundo lleno de tonterías, contaminación, consumismo…

La historia es sencilla, pero está bien contada y, como la vida misma, tiene un final irónico muy bueno. Eduardo Mendoza consigue redondear una obra que, al principio, no parece bien a dónde va.

No obstante, el lector puede esperar más de esta obra, un final mejor o momentos que se graben para siempre en la memoria del lector, pero no es así. A eso se sumaría que algunas de las referencias han perdido un poco de vigencia y no puede resultar tan gracioso como en su momento. Es una obra buena, pero no una obra maestra.

“Sin noticia de Gurb” es una novela que merece la pena, sobre todo, para recordarnos lo ridículo que somos todos nosotros. A veces, es bueno.

“Le digo que no entiendo nada y me responde que no hay nada que entender […]”.