El niño de tres años se preguntaba por qué aquel hombre de verde le apuntaba con un arma de juguete, mientras que el animal de la guerra sabía que aquel no era un juguete. El adalid hizo lo peor que podría haber hecho: le dio el arma al crío… Y lo condenó para siempre, como le condenaron a él años antes.
Microrrelatos
Microrrelato: El niño y el soldado
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¡Hola! Me gustó el microrrelato: corto y abrumador, como la vida misma. Ya que estoy, te felicito por el blog, me parece muy bueno. ¡Sigue así!
ResponderEliminar¡Hola, Sophie!
ResponderEliminarMuchísimas gracias por tu comentario =) Creo que quería transmitir esa idea, que se me ocurrió simplemente pensando en las cosas que no solemos poder ver. Ojalá algún día sirva para cambiar algo.
Muchísimas gracias por tu comentario, intentaremos seguir así y para mejor. Gracias por alegrarme el día.
=)
Bueno! Pues este es un tema más serio de tratar. La realidad a veces es así de triste y por muchos que queramos hacer la situación no cambia, porque esto lleva repitiéndose durante muchos años. Es una buena forma de realizar una crítica a esto así que enhorabuena.
ResponderEliminarEsperemos que la gente sea más conciente de estas cosas.
Un saludo de la Señora Anómina MOrtal
Gracias por su comentario.
ResponderEliminarSí, considero que es algo que hay que cambiar y que puede que parezca difícil, pero muchas cosas que parecen que no van a ser nunca movidas, parecen difíciles de cambiar, pero se terminan cambiando. Espero que haya suerte.
Considero que también se pueden denunciar ciertas cosas de esta manera.
=)