Muere por mí es una entrega que nos confirma que todo puede pasar en esta serie. Fuente. |
"No voy a morir aquí. No después de todo lo ocurrido. No voy a desaparecer sin más".
En las anteriors lecturas de los otros tomos de Clase letal, siempre he destacado cómo Remender y Craig no se quedaban simplemente en la premisa de una escuela de asesinos y nos ofrecían una reflexión sobre la adolescencia, las drogas, la violencia, la música, los años ochenta, la pobreza, las tribus urbanas...
En este volumen, sí se focalizan en la escuela y sus particulares "exámenes finales", pero eso no hace que el cómic sea peor, sino todo lo contrario: continúa la buena senda con un tomo hiperviolento, frenético, que nos transporta al "battle royale" de unos alumnos que deben matarse los unos a los otros si quieren sobrevivir y llegar al siguiente curso.
Por el camino, es fascinante el juego de alianzas y traiciones que entablan los personajes, las revelaciones sobre su pasado, los puntos de humor mordaz y el carisma de cada uno de sus personajes, como Marcus, Saya y compañía. Lo mejor es saber que cualquiera de ellos puede llegar a dar una puñala por la espalda cuando haga falta.
Puede que algunos que no se han acercado todavía a la obra, piensen que estamos ante un entretenimiento vacío y de serie b, pero no, no lo es. Si quisiéramos ver esta serie como una mera metáfora de la adolescencia, podríamos llegar a ver también cómo cada uno de estos personajes sufre diferentes hechos que los afectan gravemente. Lo importante no es tanto la historia, sino los personajes y cómo Remender los refleja.
Portada del cómic Clase letal de Remender y Craig. Fuente. |
Es un volumen que se lee con avidez, siempre dejándonos con ganas de más, gracias a los cliffhanger y el interés que sentimos por esta serie que, como ya he dicho más de una vez, siento que es una heredera espiritual de Predicador de Garth Ennis.
Con respecto al dibujo de Wes Craig, sigue siendo estupendo, combinando un estilo bastante particular que encaja perfectament econ el tipo de historia que nos están contando. No se me ocurre otro dibujante que fuera mejor para esta serie.
Sin embargo, esta reseña estaría coja si no comentase lo más importante: que Rick Remender se atreve a dar un paso más allá y comenzar una nueva etapa de la serie de un modo muy valiente. Cruzo los dedos porque no se raje con algún tema de retrocontinuidad, pero lo que hace al final, en las últimas páginas, es para quitarse el sombrero. Pocos guionistas osarían hacer lo que él ha hecho y lo mejor, desde mi punto de vista, es cómo la serie se vuelve completamente imprevisible, como la vida, como la muerte. En resumen, seguiremos matando por Clase letal.
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