Christopher Lee como Drácula en su primera incursión en el personaje concebido por Bram Stoker. Cuenta con solo trece líneas de guion, pero su imagen se quedó grabada en la mente de muchos espectadores. Fuente. |
"I am Dracula and I welcome you to my house. I must apologize for not being here to greet you personally, but I trust you've found everything you needed"- Drácula.
Clásico del cine de horror de la genial Hammer Films y más especialmente de aquel montón de películas dedicadas a la figura del vampiro, con el conde Drácula a la cabeza, encarnado por nada más y nada menos que un estupendo Christopher Lee. Con su carácter y su porte, Lee dio una nueva imagen al conde transilvano, riñendo firmemente con el gran Bela Lugosi, quien dio vida (o no muerte) al vampiro en el film Drácula de Tod Browning. Y si nombramos a Christopher Lee, no podemos dejar de lado al otro gran hallazgo de la cinta: Peter Cushing, como el aguerrido Van Helsing.
Filma (y firma) Terence Fisher, un director habitual del género, que adapta el clásico de Bram Stoker tomándose todas las licencias que hacen falta (Jonathan Harker como bibliotecario cazador de vampiros, Mina como la prometida de Arthur, Lucy como la hermana poseída, a Renfield ni se le ve ni se le espera, etc.). Muchas obras han cambiado la novela original, desde el Nosferatu de Murnau hasta el Drácula interpretado por Lugosi, y aquí nos ofrecen una versión más donde se da relieve al personaje de Van Helsing como un batallador enérgico, noble y capaz de hacer lo que nadie más se atreve a hacer. Es más, es el osado cazador de vampiros el que suma enteros en Horror of Dracula y se transforma en la imagen que tenemos muchos del cazador.
Más allá del atrezo, la caracterización, los escenarios, el maquillaje o la posible carencia de medios (ya sea por presupuesto o por época), existe una fascinación morbosa en el espectador a la hora de ver una y otra vez la sanguinaria historia de Drácula, que aquí cuenta con la imagen de un inconmensurable Christopher Lee (que aparece lo justo, pero cuya sombra siempre está presente).
Horror of Dracula vuelca a todo color el subtexto de la sexualidad, el pecado, la sangre y el vampirismo se repite como lo hiciera en la novela de Stoker. No olvidemos que el sexo descontrolado trae el infortunio según la visión más tradicional: desde enfermedades (más allá de las venéreas, el puro vampirismo) hasta la desgracia de la infidelidad o la adicción a la droga que es la sangre (o la vida, véase The Hunger o The Addiction).
Fruto de todo ello, marca de la obra original y extrapolada por la Hammer para muchos de sus filmes de terror y ciencia ficción, Horror of Dracula contaría con un sinfín de continuaciones, desde una película dedicada a las novias de Drácula pasando por el regreso del conde, incluso en los alocados años setenta.
¿Sigue siendo recomendable este film de 1958 sobre el chupasangre más célebre de la historia? Sí, lo es. Drácula (o Horror of Dracula) continúa siendo una película que vale la pena ver y más en una época en que los vampiros parecen estar de capa caída. Van Helsing parece haber ganado, pero el conde siempre vuelve de sus cenizas...
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