Vicious y Spike, dos enemigos que nunca dejarán de serlo... y un destino terrible que les ata. Fuente. |
Hace poco, he comenzado a ver Cowboy Bebop. Sí, sé que ya he tenido años y años para ver este mítico anime, pero hey, cada uno a su ritmo, ¿no? 😑
Y es que los primeros capítulos, los creadores nos presentan un mundo futurista donde tenemos cazadores de recompensas, experimentos, cine de artes marciales, space opera, western, fantasía, cine negro... Y todo ello en torno al personaje del carismático Spike.
Ustedes pensarán: qué marcianada, ¿no? Pero la verdad es que Cowboy Bebop sabe tocar las teclas adecuadas para que todas las piezas encajen, acompañadas de una música sobresaliente que remite al blues, el rock clásico..., y conciban una odisea propia de antihéroes. El espectador asimila todos esos conceptos y es entonces cuando empieza a profundizar más en los personajes.
Y llega el capítulo cinco, La balada de los ángeles caídos, que empieza con una firma sangrienta en un contrato, un atentado, y la aparición de un psicópata de cabellos blancos y ropas negruzcas: Vicious. Este mercenario ha regresado por venganza y espera que alguien dado por muerto desde hace tres años regrese de la tumba para que vaya a por él y no es otro que el buen Spike.
Spike intentará evitar que sus amigos se involucren en el conflicto y decidirá partir solo a hacer frente a esta terrible amenaza. No obstante, debe terminar aceptando que, a veces, él también depende de los demás. Sin embargo, la sombra del pasado es tan grande.
Acompañado del presagio de muerte, convertidos en dos herederos de la parca por sus ropajes, Vicious y Spike se encontrarán en una catedral en ruinas, mientras todo amenaza con la lluvia y el fin. Armados como dos vaqueros enemigos en una película del oeste, como dos gansters que lo han perdido todo, como dos caballeros del espacio (la última frontera) indómito, parten a cruzar su camino, sus caras y lo que haga falta. La música, el escenario, el diálogo... Todo funciona perfectamente durante una lucha en que, entre granadas, disparos y mercenarios, ninguno de los dos adversarios se rendirá. Pura épica surgida de una interesante mezcla de conceptos.
Hacía tiempo que no pasaba por aquí...
ResponderEliminarTú lo has dicho, cada uno a su ritmo, nadie nace habiendo visto Cowboy Bebop.
Hace años que vi esta serie,y apenas la recuerdo, así que no puedo decir mucho del tema, xD.
Y mi ritmo contestando comentarios...
EliminarDisculpe, caballero. A los estudios, las prácticas, el trabajo y deberes varios se me está sumando ahora una gripe.
A ver si puedo seguir pronto con la serie.
¡Gracias por el comentario! Saludos.