Buffy, cazavampiros: Silencio, los Caballeros siguen aquí

Los Caballeros o los Gentlemen. Da igual el nombre que les pongas. Te darán miedo, mucho miedo. Fuente.

Esta semana, Buffy, cazavampiros ha cumplido veinte años. ¡Veinte! No me gustaría que este primer párrafo se convierta en un "oh, nostalgia, qué cruel eres" o en un "cómo pasa el tiempo", pero la verdad es que empiezas a comprender lo viejo que te estás haciendo cuando aquellas cosas que veías de crío empiezan a cumplir más de una década. 

De pequeño, confieso que tardé en pillarle el gusto a Buffy. Tendría siete u ocho años cuando veía aquellos capítulos tan "raros" sobre vampiros y ese tipo de monstruos que se supone que no tienes que ver cuando eres un crío. 

No sería hasta más tarde, durante mi adolescencia, cuando, cada verano, acababa siguiendo las aventuras de Buffy, Xander, Giles, Spike, Willow, Anya, Tara y compañía... Tardaría un poco más, eso sí, en conocer a gente que la viese como yo la veía y eso no sé si es un pecado propio o ajeno. 

Hablando de los Gentlemen, por supuesto. Fuente.
Con motivo del aniversario, he estado recordando capítulos y me he acordado de los Gentlemen o los Caballeros. Solo con la mención, si alguna vez seguisteis la serie (o sabéis algo sobre género fantástico de los últimos años), recordaréis aquellas figuras sombrías, aquel híbrido entre el Nosferatu y el surgimiento del Slenderman

El décimo capítulo de la cuarta temporada de Buffy, cazavampiros, Hush (Silencio), nos demostró la grandeza del formato. En cuarenta y cinco minutos encontramos gran parte de las cosas buenas que tenía esta serie: terror (porque, a ver, vamos a estar sin dormir un par de noches después de verlo), también hay humor (porque lo hay; esa presentación de Giles y los gestos de Buffy), a Joss Whedon y compañía demostrando que lo bueno de la serie no estaba solo en los diálogos, un gran segmento en el que ningún personaje puede hablar y unos temibles monstruos cuya caracterización y gestualización ya los hace terriblemente terroríficos... 

Y la idea de que toda la ciudad pierda la voz de golpe, más que remitirnos a una idea simple, nos lleva hasta el apocalipsis propio de algunas obras de Stephen King: ¿qué pasaría si perdiéramos la capacidad de hablar, decir algo, gritar...? Las escenas de la ciudad haciendo frente a ese terror colectivo son geniales. Seamos sinceros, esto da más miedo que muchas películas de terror y hace pensar mucho más que algunas obras de ensayo.

Los Gentlemen o los Caballeros son unos monstruos de cuentos de hadas, que roban las voces de los humanos para poder atacarles impunemente y hacerse con los corazones de cada uno de ellos. La premisa ya es capaz de inquietar, verlos actuar, flotando como seres de una pesadilla, todavía más.

   

La mezcla del cine mudo, apoyado en la música y las imágenes, y estos monstruos surgidos de los cuentos o una tétrica época victoriana nos devuelve a esa magia que nos hizo sentir Buffy, cazavampiros en su día. Y su influencia. Sin los Gentlemen, seguramente no habríamos tenido a los Ángeles Llorosos o al Silencio en Doctor Who y otros villanos de aspecto espeluznante y concepto radicalmente poderoso que han aparecido en este tipo de series en los últimos años. 

Lo mejor es que la idea, la reflexión que hace sobre la comunicación y el silencio, sigue ahí cuando el capítulo termina con Buffy y Riley teniendo que hablar sobre por qué se han mentido, teniendo que revelar quiénes son realmente. 

Ahí, solo queda el silencio, pero, como todo fan de Buffy bien sabe, la serie siempre se merecerá un sonoro aplauso y un par de importantes reflexiones sobre lo grande que hizo a la pequeña pantalla. Incluso veinte años (o más) después de su estreno.

2 comentarios:

  1. ¿Ya pasó tanto tiempo?
    Vi la película anterior a la serie, que en comparación luego me pareció menos interesante. Pero a la vez esa película fue la razón para darle una oportunidad a la serie. Que me pareció una de las mejores.
    Usualmente los cazadores de vampiros me parecen odiosos. Pero la protagonista me pareció admirable. Me gustó el concepto de una heroina estilo comics, pero sin identidad secreta ni traje heroico. Funcionaban muy bien los secundarios. Y lo de un villano principal por temporada.
    Recuerdo muy bien ese capítulo, en la temporada del proyecto secreto para capturar monstruos, compitiendo con la cazavampiros. Muy buen el diseño de esos caballeros tan sadicos.
    Un buen recurso de un capítulo en que nadie habla, podría haber surgido como un ejercicio para historieta, como una historieta muda.
    Otro episodio memorable en que los personajes se convierten en sus disfraces.

    Interesante entrada.

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    Respuestas
    1. Tengo que ver algún día la película original de nuevo para ver si le encuentro sentido o me termino de tirar por la ventana.

      Gracias por tu comentario y, ya sabes, cuando te quedes sin voz, cuidado, podrían ser los Caballeros :)

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