Porque no todos los críticos son como los de las pelis de Pixar... Fuente. |
Este post del Reto del Juntaletras va a ser corto, porque
creo que el tema es más sencillo de lo que parece. Todo el mundo tiene una opinión
sobre algo, con mayor o menor argumentación, y lo divertido de este planeta en
medio de la nada es que no seamos todos iguales, que no pensemos lo mismo.
Como cualquiera (y quizás más al ser el mundo artístico), los juntaletras tenemos que vérnoslas
con las opiniones de los lectores, editores y demás, tanto si son buenas como
si son malas. Aquí os comento lo que yo considero sobre todo este tema.
Conozco a mucha gente que una
mala opinión le sienta como si la lanzasen por un puente (sin cuerda ni
paracaídas ni nada). Ese calorcillo del daño que nos hace alguien, ¿eh? Ese que nos
humedece los ojos y nos recuerda a cuando un profesor asqueroso decidía que
tenía que humillarte delante de tus compañeros en vez de enseñarte. Sé de
autores a los que se les pasa con rapidez este momento de "quiero morir", sé de otros que no, que se van a un rincón y
no hacen más, no quieren enseñar más, están dañados. Y otros juntaletras que se cogen el berrinche, se ponen un nick falso y comentan en blogs de adolescentes para insultarlos porque a esos chavales no les ha gustado la saga que escribió para ellos (conozco el caso, tengo nombres, pero...).
¿Nadie recuerda esta serie? Fuente. |
También conozco a muchos
escritores que saben que las críticas son productos de opiniones, del arte de
su momento y del tipo de persona que la realiza y saben conllevarlo mejor o
simplemente las ignoran. Por ejemplo, ¿te tomarías en serio la opinión de una
persona cuyo libro preferido es una joya literaria como el libro escrito por
una famosilla del tres al cuarto, que suelta sus trapos sucios delante de todo
el país porque se cree la madre coraje? ¿Te tomarías en serio la crítica de alguien que ha decidido que tú le caes mal por... Bueno, porque no le caes bien? Allá cada uno. Todos somos libres de perder el tiempo.
Tampoco te aconsejaría que te tomes en serio las críticas muy buenas (si eso supone convertirte en un capullo arrogante). A ver, sí, sé feliz con ellas, pero no te endioses, no creas ser el amo del cotarro, porque puede que estés haciendo el tonto sin darte cuenta. La humildad ayuda mucho en ese aspecto. Al menos, eso es lo que he aprendido con la literatura y con todo.
Tampoco te aconsejaría que te tomes en serio las críticas muy buenas (si eso supone convertirte en un capullo arrogante). A ver, sí, sé feliz con ellas, pero no te endioses, no creas ser el amo del cotarro, porque puede que estés haciendo el tonto sin darte cuenta. La humildad ayuda mucho en ese aspecto. Al menos, eso es lo que he aprendido con la literatura y con todo.
Mi opinión personal es: toma lo
que valga la pena y renuncia al resto. Como los piratas, pero sin destrozar nada (más o menos). Si te realizan una crítica constructiva,
escucha y aprende de ella, intenta mejorar; es muy importante y es lo que
suelo aplicar y lo que agradezco. Muchas veces, la gente que me lee antes de que salga publicado me comenta cosas que encuentran y muchas veces nos acabamos riendo mientras lo corrijo. "Te faltó la "n" en "puntas", "¿la misma división o el mismo equipo?", "¡aquí le has cambiado el nombre al personaje"... Por ese tipo de cosas, estoy reuniendo pasta para hacerle un monumento a mis lectores de pruebas.
Después de eso... No me disgusta que alguien me dé su opinión,
en plan “yo mejoraría esto y cambiaría esta palabra”, “creo que esto es una
errata…”. Es más, se lo agradezco profundamente porque me sirve para mejorar,
porque no soy un maestro de nada y soy un aprendiz de muchas cosas y sé que es el único camino para ser la mejor versión de mí.
¿Soy el único que recuerda a estos cuando le hablan de ciertos críticos? Fuente. |
Mi otro consejo: ignora las
críticas destructivas o las críticas del amargado de turno. Mi consejo, si me pongo simplista, en este
punto es: ábrete un canal de Youtube, haz un vídeo sobre algo y verás como
acaban llegando haters, lovers, fanboys, trolls y todo lo que quieras. Alguno
quizás haga una crítica constructiva, pero en esta época de la inmediatez, el
insulto, la falta de respeto, la inmadurez y el argumento inventado (“esta
película es un fracaso porque no ha recaudado dinero” y resulta que la película
aún no se ha estrenado, por ejemplo) lo que hace es que tengas unos ataques de
risa bestiales como me ha pasado a mí.
Hace poco, por ejemplo, hablaron de mí (sin decir mi nombre, gracias) en un blog (periódico para algunos que tienen poca base a la hora de juzgar lo que es periodismo de lo que no) y dijeron que me querían echar de la universidad, que era díscolo y que había armado un buen lío por una opinión que tuve. Y yo sin enterarme. Irónicamente, ese señor, que es el equivalente a Rita Skeeter, me hizo mucha gracia, porque me han llamado muchas cosas menos díscolo, no se ha armado ningún lío porque ni siquiera me habían comentado nada y de poco va a servirles echarme de la universidad si hace tres años que me fui (quizás me inviten y me echen, eso sí). Pero vaya, soy díscolo y necesitaba una leyenda negra. Casi comparable a cuando a Alan Moore lo echaron del instituto por traficar con LSD. Casi igual.
Aplica este sentido del humor (este reír por no llorar) también al típico que
aparezca por tus redes sociales, blog o lo que sea y sienta que, como él no
hace nada o no quiere arriesgarse a hacerlo, puede destruir el trabajo de los
demás sin ni siquiera un buen argumento. Incluso lo hará sistemáticamente. Hay
gente que es tan empática como un zapato. Quizás menos. Pasa de ellos o lo
mejor: sé irónico siempre que puedas, porque en este mundo hay muchos tiburones
y se necesita de vez en cuando un barco más grande y una buena respuesta lo
puede ser. Eso recuerdo que lo aprendí de Dan Slott, de una historia que me
contó mi amigo Pedro. Es la anécdota de aquel comentario, que le dijeron algo
así como “ojalá te mueras para que otro pueda escribir Spider-Man” y él
contestó: “¿Mamá? ¿Eres tú?”.
Dan Slott no se echó a llorar, no
se fue a un rincón, aunque le cabrease, sino que siguió adelante y ahí sigue,
escribiendo Spider-Man (adoro su Universo Spider-Man) y ha añadido a la lista
Silver Surfer. Aprendamos de Dan Slott, sigamos mejorando con la gente que sí
sabe hacer críticas que aportan algo y los haters… Haters gonna hate, hate,
hate, hate, hate… Que diría Q de The Magicians.
Q, no mientas. Fuente. |
No sos el único, yo también los recuerdo. Y era un hallazgo de incluir a sus propios críticos demoledores.
ResponderEliminarMe han hablado de dibujantes talentosos, muy importantes, referentes de la historieta argentina, que han sido crueles como profesores. Y hasta han llegado a romper en dos hojas, para expresar lo mal que están hecha. Y curiosamente, algunos han reaccionado convirtiéndose en grandes dibujantes.
Y hay críticos de esos. Como el que trató a H.g. Wells de provinciano. Quien respondió ironicamente que el crítico tenía a toda Europa como cuna.
Borges, que seguro leyó Neil Gaiman, fue todo un talento de crítico demoledor. Una de sus víctimas fue el escritor Eduardo Mallea, aburrido para mi gustó, de quien dijo que lo mejor de su obra eran los títulos. Pero que insistía en acompañarlos con libros.
Es cierto que hay críticas que sirve apreciar. El Crítico, ese personaje que tuvo su serie y una aparición en Los Simpsons, podría ser un ejemplo de eso.
Bien planteado.
Desde luego, de lo que no se saca nada, es mejor dejarlo de lado, de lo que sí, es mejor tenerlo en cuenta. Así de fácil.
EliminarY me han dado ganas de revisarme El Crítico... Recuerdo que esa serie me gustaba mucho.
¡Gracias por tu comentario, saludos!
¿Esto es ligero? Perdón, quería decir corto; es que me he acordado de las lecturas de Hermione. xD
ResponderEliminarYo no quiero enseñar nada de lo que escribo, pero porque creo que no conozco a nadie con el suficiente buen criterio. La gente suele decirme que escribo bien, y luego he escrito un montón de mierda que yo no sé como puede haber gente a la que le haya gustado. Al final he decidido que todo lo que escriba terminará en un cajón que sólo yo miraré.
Lo es.
EliminarBueno, esperemos que ese cajón no acabe tomando vida propia y acabe haciéndote críticas, porque entonces, sería una ironía digna de ser escrita.
Muchas gracias por tu comentario, ¡saludos! :D