Una venganza se cierne sobre el Rey de los Sueños. A su alrededor, la desaparición de un niño desembocará en la destrucción de parte del reino de Morfeo. La historia de los Eternos afronta su etapa final.
Críticas de cómics:
The Sandman. Volumen 6: Destino
Las Benévolas, el comienzo del final. Fuente. |
Creado por: Neil Gaiman, Sam Kieth y Mike Dringenberg
Editorial: Planeta.
Ilustrado por: Marc Hempel, Kevin Nowlan, Richard Case, Charles Vess, Teddy kristiansen y Dean Ormston.
Portadas: Dave McKean.
Coloreado: Daniel Vozzo.
Precio: 30€
“Da igual que no lo encuentres, los sueños te dan fuerzas para seguir. Supongo que uno crece cuando renuncia a los sueños”.
ROSE WALKER,
por NEIL GAIMAN.
Neil Gaiman es uno de los mejores escritores que tiene la literatura. Tuvo la suerte de encontrar rápidamente un gran éxito de ventas y críticas que fue The Sandman. Pese a que muchos acusan a Gaiman de alargar su trama demasiado, otros nos preguntamos si el autor inglés no hubiera sido realmente deshonesto si hubiera seguido extendiendo The Sandman de manera indefinida más allá de este acto final.
El escritor de American Gods decidió, desde La Posada del Fin de los Mundos, concluir su obra magna y en Las Benévolas (arco argumental que contiene este sexto volumen) el personaje de Morfeo, Rey de los Sueños, Los Eternos y otros héroes (como el cuervo Matthew) y villanos (por ejemplo, Loki) que hemos conocido a lo largo de The Sandman se enfrentan a su destino. Gaiman tiene el valor de terminar la obra que lo hizo célebre.
El tomo comienza con el preludio de Las Benévolas. Este se titula: El castillo y es una buena introducción para refrescarnos la memoria o enganchar a un posible seguidor que no conozca demasiado la serie. Decir que el final, pese a que está muy bien, ya lo había utilizado Alan Moore en un número de La Cosa del Pantano. ¿Guiño? ¿Influencia? Aún así, un buen inicio para centrar bien las piezas de la partida.
The Sandman, en su sexto volumen,
está dedicado a Destino,
en la edición de hace unos años.
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Acto seguido tenemos Las Benévolas. Fue el arco argumental más largo de The Sandman y parte del público cree que no está entre los mejores. Podríamos afirmar que puede ser porque posee algunos momentos más lentos o tramas que parecen no ayudar a desarrollar la principal, pero, sobre todo, por un dibujo tan diferente como el de Marc Hempel. Sin llegar a ser una tortura para los ojos, es un tipo de ilustración muy minimalista, que se separa del resto de la serie y que puede llegar a disgustar o resultar en algún instante algo confusa. No obstante, sirve para narrar y es una contraposición para el estupendo y realista dibujo de Michael Zulli para el siguiente arco (El velatorio).
En cuanto a la historia, podemos llegar a pensar que la reaparición de algunos personajes (como Rose Walker) es algo forzada, si bien sirve para saber de nuevo del personaje ¿juega un papel realmente importante?
También hay algunos momentos que parecen “ases de la manga” para que todo encaje mejor: ¿por qué Matthew empieza a cuestionarse la existencia de los cuervos en el Sueño tan de repente? ¿Por qué Morfeo organiza todo cómo si supiera lo que les depara? ¿Por qué el Rey de los Sueños se coloca su yelmo y demás pertenencias para luego quitárselas, además de para un homenaje al comienzo de la serie?
Sin embargo, ante seres todopoderosos como Sandman, todas estas piezas parecen enganchar bien, sobre todo cuando escuchamos de la boca del propio Morfeo:
“Reglas y responsabilidades: son los lazos que nos atan. Hacemos lo que hacemos por ser quienes somos. Si hiciésemos otra cosa, no seríamos nosotros. Haré lo que tengo que hacer. Haré lo que debo hacer”.
Pero ¿lo querían hacer estas cosas, en realidad, los personajes o es el autor para cerrar su obra?
Otro punto que puede no llegar a gustar es el ¿todo esto para este final? En cambio, pienso lo contrario. Sin duda, considero como otras personas, que la historia da tanto de sí cómo puede y que es un buen desenlace, un momento épico, y triste mientras la locura destruye el Sueño, mientras se atan cabos sueltos y sabemos de personajes como Lucifer, Lucien, Puk, Loki y demás (algunos de ellos, con despedidas soberbias- véase el “final” de Loki). ¿Qué más se podía hacer con estos personajes que no fuera lo que hace Gaiman y no echase a perder todo su trabajo?
Morfeo se prepara para la batalla final de Sandman. Fuente. |
Lyta Hall en Las Benévolas. Fuente. |
Además, si algo bueno tiene Neil Gaiman es su don para hacer que los personajes secundarios cobren importancia y las malas decisiones hagan que tengamos el término que tenemos (un eco que cobra fuerza con la referencia a los anteriores arcos). Es decir, toda la historia de Morfeo consigue encajar, teniendo ecos este final con aquel primer tomo donde conocimos a Rose Walker, las Benévolas, Hob o Lyta Hall y su hijo Daniel. Por este motivo, pienso que es una gran tragedia con un buen final donde sabemos que todo está perdido, donde como en las mejores historias sabemos que algunos personajes están condenados de antemano, hagan lo que hagan.
En mi opinión, Las Benévolas, pese a algunos interrogantes, que le falte algo de garra y algunos elementos que puedan parecernos metidos con calzador, no me parece una mala historia (¿cuántos autores matarían por escribir algo la mitad de bueno?), ya que la considero coherente, tiene buenos momentos, grandes frases, excelentes personajes, magistrales moralejas… Es una gran obra.
Tras Las Benévolas tenemos, entre los extras, la historia Sandman: Los Cazadores de Sueños. Este cómic ilustrado con un corte japonés aparecía como un relato en el quinto volumen. En este sexto tomo, se publica como un tebeo ilustrado por P. Craig Russell. Otra manera de ver una misma historia.
Ilustración de Sandman: Cazadores de sueños. Fuente. |
El resto de los complementos de este arco están conformados por una entrevista a Neil Gaiman, donde habla de la historia recogida en ese volumen, diseccionando distintos momentos de la obra de un modo que vale la pena ser leído.
A cualquiera que aún no haya leído el tomo habría que decirle que si no quiere llevarse un chasco, no lea la introducción de Frank McConnell hasta que se haya terminado el volumen. Pese a la justificación que busca su autor, me parece que no hay ninguna excusa para el spoiler brutal (como lo calificó un compañero en un foro) que suelta. Por favor, gente que hacéis introducciones, ¡no le fastidiéis los finales a nadie! Gracias.
Una de las espléndidas portada de The Sandman. Fuente. |
En cuanto a las portadas de Dave McKean siguen su estilo. Me encanta la portada de El castillo o la del número séptimo de Las Benévolas (la favorita del propio McKean).
En conclusión, pese a algún hueco que podamos encontrarle, The Sandman concluye de una manera dramática, pero llena de esperanza. Parece un final, pero sólo es un comienzo que avanza con el séptimo y último volumen: Muerte, que recoge El velatorio. Os dejo con una cita de este volumen, con mucho significado:
“¿Sabes qué engancha a la gente? El deseo de saber cómo termina todo. Es como el pegamento”
LOKI,
por NEIL GAIMAN.
- Publicado originalmente el 21 de abril de 2011.
Me encantó la conclusión a Sandman. Es una gran obra, que por desgracia en el mundo generalizado no se tienes en cuenta... La gente debería pensar que la buena literatura no solo reside en los libros y ampliar el horizonte. A mi me parece incomprensible que a la gente le hagan leer libros pésimos y soporíferos como Historia de una escalera de Buero Vallejo (obra en la que no pasa absolutamente nada) y se olviden (ni mencionarlas como influencia ni como autor ni nada) de algunas obras como este Sandman o V de Vendetta, que tienen mucha más profundidad de algunas obras que me han hecho leer.
ResponderEliminarHola, superñoño.
ResponderEliminarTe doy toda la razón en lo que dices es tu comentario. Es una pena, pero todavía hoy se ve el cómic como algo para niños, una nimiedad, en vez de como el auténtico arte que es.
La mayoría de las cosas que sé y muchísimas obras de las que he disfrutado son tebeos y eso que también leo libros (hay gente que piensa que no se pueden leer libros y cómics en una vida).
Obras como las que mencionas han hecho que el cómic sea un auténtico arte. El final de The Sandman lo ratifica.
Un saludo y gracias por el comentario.
Y en cierta forma, las historietas son un género narrativo más, como lo son el teatro, la poesía y el género narrativo. No es casual que se hable de novela gráfica. Son una forma más de contar historias, algunas con complejas ideas, que pueden entenderse. Es lo que hacen un autor talentoso.
ResponderEliminarQue a veces comenten errores. No sé si lo es lo que comentas, el de cerrar apresuradamente la historia. Tal vez tenga un sentido.
También es muestra de talento el presentar un personaje como desagradable, hacerlo evolucionar. Y que muera cuando tiene el interés del público. Suele pasar en Doctor Who.
¿Que pasa cuando el personaje eterno?
Tal vez se podría plantear que mal se lleva la ficción con el concepto de inmortalidad. Como plantear conflictos con un personaje que no morirá. Hay quienes recurren a personajes que no son verdaderamente inmortales, mueren en circunstancias altamente improbables.
Interesante reseña.
Ya me contarás qué te parece cuando lo leas. No creo que deba decir más para no hacer spoilers.
EliminarGracias por el comentario.
Saludos.
Nos leemos.