La última historia... ¿O el principio de todas? Fuente. |
“Están todos. Y tú también”.
Y aquí está. El final. Después del largo viaje, entre mundos imposibles y sueños más allá de la imaginación, The Sandman se despide, pero perdura como uno de esos sueños que nos marcan y es que eso es esta serie.
The Sandman. Volumen 7: Muerte contiene el arco argumental de El velatorio, que dijo adiós a todos los personajes que nos acompañaron desde que Morfeo cayó en la trampa de una orden de magos en el primer volumen. Y como todas las despedidas, no podemos hacer otra cosa que notar cómo las lágrimas se agolpan en nuestros ojos por decir adiós, pero también esbozamos una leve sonrisa, porque si aún somos capaces de llorar por ella, quiere decir que sigue significando algo para nosotros.
La edición de Planeta. Fuente. |
Di adiós mientras aún puedas llorar
El velatorio es el adiós perfecto y el cierre a todas las tramas que conocíamos. La despedida de un ser querido hace posible que hablemos, reflexionemos, riamos y lloremos, mientras nos alejamos de un ser querido. Todos los que hemos asistido a uno en la vida real, no podemos dejar de notar que asistimos a otro con esta obra.
Destacar el extraordinario dibujo de Michael Zulli, radicalmente distinto al dibujo de Marc Hempel de Las Benévolas, el arco precedente. Basado en el dibujo a lápiz y coloreado encima, Zulli crea unas hermosas imágenes dignas de ser encuadernadas, como lo son en nuestra mente.
Muerte, según Zulli. Fuente. |
El velatorio es un punto apoteósico, un número sobre la muerte y la tristeza, pero también sobre el retorno y la esperanza. Es complicado que nuestro rostro no se vea colmado de las lágrimas (como ya he dicho), mientras vagamos en esas viñetas donde en un alarde de la habilidad de Gaiman, él nos cuenta que nosotros, los lectores, los soñadores, también asistimos a tan insigne evento. Y es cierto.
Durante el funeral, se nos presentan valiosas enseñanzas sobre lo que supone existir y dejar de hacerlo, rodeado de cameos de personajes como Rose Walker y tantos otros a los que hemos visto desde el primer número, pero también a distinguidos personajes del Universo DC como Clark Kent (Superman), Batman y el Detective Marciano, por no mencionar el genial cameo de emperadores como Darkseid y Norton I, sentados uno al lado de otro. No es de extrañar que este número sirviese de práctica para Gaiman de lo que sería ¿Qué le sucedió al cruzado enmascarado?, su hermosa despedida de Batman, muchos años después.
Los sueños hacen extraños amigos. Fuente. |
El velatorio se percibe como un cierre por todo lo alto, unas últimas escenas encadenadas donde decimos adiós a muchos halos argumentales, pero también hola a otros, porque, como las grandes historias y las mejores personas, The Sandman no termina. Vive con nosotros, con el lector. Insisto: una muerte marca el final, pero también da la sensación de ser un nuevo comienzo. Al fin y al cabo, las historias buenas siempre permanecen y The Sandman es eso, Morfeo es el Rey de las Historias y siempre lo será.
Este arco argumental posee un dulce epílogo, titulado Domingo de luto, donde el inmortal Hob, como muchos a los que se les ha muerto un amigo, empieza a reconsiderar su vida mientras asiste a la recreación de un mercadillo medieval. The Sandman, en el fondo, va sobre esas cosas, sobre aceptar la vida, el cambio y todo lo que supone.
Orfeo regresa en las últimas viñetas. Fuente. |
Más allá del final
El volumen de Muerte se completó con algunas historias cortas que quedaron pendientes:
En Exiliados, Gaiman nos obsequia con un mito que bien podría formar parte de una colección de relatos clásicos o leyendas y con un dibujo espectacular basado en la tinta, la sombra y la coloración de los fondos. Puede que no sea una de las mejores historias del autor, pero merece la pena.
A continuación, La tempestad. The Sandman ha tejido la historia de la amistad de William Shakespeare y Morfeo a lo largo de toda la vasta aventura que hemos presenciado y aquí llega a su final, es el cierre de las aventuras del dramaturgo inglés con Sueño. Trata sobre la inmortalidad del artista y la vida de este. Gaiman no se siente cohibido al tratar a un genio como Shakespeare de un modo humano y retratar las miserias de un escritor. Además, notamos que deja gran parte de él en este broche de oro.
Shakespeare se transforma en su personaje. Fuente. |
Después, viene La última historia de Sandman. Gaiman la describió a modo de coda de su obra, de algo anecdótico y que más que tratar sobre la aventura en sí, versaba sobre la historia que rodeaba a Sandman. El escritor y Dave McKean cierran el telón con una bonita obra donde realidad y ficción se mezclan, como Gaiman ya había hecho en Casos violentos, también junto a McKean, o haría años después en la maravillosa El océano al final del camino. ¿Ha conocido Gaiman a Morfeo? No lo dudamos.
Por último, tenemos The Sandman: Noches eternas. Fue un tomo con siete historias, una por cada una de los Eternos, y donde participaron dibujantes del nivel de P. Craig Rusell, Milo Manara, Bill Sienkiewicz, Barron Storey, Miguelanxo Prado, Frank Quitely y Glenn Fabry. A destacar la historia de Sueño, Muerte y Delirio, aunque todas son bastante interesantes y es como un último abrazo a estos personajes.
Deseo, por Manara. Fuente. |
A modo de extra, el volumen posee un apéndice muy completo donde se repasan todos los arcos, pero también los personajes, su evolución, el nacimiento de la historia, temas como su influencia en el movimiento gótico, anécdotas como el encuentro de Gaiman y McKean con una joven idéntica a Muerte, además de dibujos, el guion de La Tempestad, imágenes de las figuras realizadas a partir de los personajes, relojes y juegos de ajedrez, y la biografía de los implicados.
Figuras de The Sandman. Fuente. |
La huella de Sandman
A medida que nos acercamos a un nuevo aniversario de la publicación del primer número de la serie, The Sandman se sigue alzando como uno de los mejores cómics de todos los tiempos. Mucho ha llovido desde aquel Gaiman que comenzó a escribirlo con veinticinco años, pero es indudable que su trabajo junto a innumerables artistas y el sello Vértigo de aquella época, marcó un hito ineludible en la historia del cómic.
De vez en cuando, alguno de los Eternos aparece en otro cómic (de modo poco usual, muchos dicen que Gaiman tiene control sobre sus apariciones en el resto del cambiante y destructivo Universo DC). Hace poco, apareció el homenaje de Obertura que sirvió para conmemorar un nuevo aniversario y concebir una precuela para The Sandman.
Desde su publicación, se habla de la posibilidad de una adaptación cinematográfica que se ha parado varias veces e incluso de la que se han ido actores y directores como Joseph Gordon-Levitt. Ahora, con American Gods llegando a la pequeña pantalla, no nos parecería tan mala idea la adaptación en formato de serie (aunque sería cuestión de equipo, presupuesto, efectos…). Mientras nos preguntamos, ¿es realmente importante adaptarla? ¿Por qué no disfrutar de ella en el medio en que fue escrita?
Nuestros amigos eternos. Fuente. |
Desde su primer número, The Sandman se ha editado de muchos modos, como la edición de Planeta o la más reciente de ECC… Y seguirá editándose, fruto de la fortaleza de esta historia sobre las historias que es el viaje de Morfeo para aceptar qué significa el cambio.
Si ahora, como los Eternos, tuviera que dedicarle unas palabras a Morfeo, sé que serían muchas. Hablaría de cómo comencé a leerlo hace más de seis años, de cómo soñaba con sus cómics, de cómo me marcó a la hora de escribir, de cómo regreso a él de vez en cuando, de cómo me pierdo en su fantasía... Y diría que The Sandman es un sueño del que nunca queremos despertar. ¿Y sabéis qué es lo mejor? Que no hay motivo por el que tengamos que abrir los ojos. El sueño es nuestro mundo. Siempre lo será. Morfeo lo sabe. Gaiman lo sabe. Nosotros lo sabemos.
“Y entonces… Intentas seguir dormido… Desearías que durase eternamente… Sabes que, cuando termine, este sueño nunca volverá… Pero despiertas”.
Me desalienta un poco el empezar una saga cuyo final ya se sabe, y es la muerte de un Eterno. Aunque tal vez sea diferente cuando la Muerte es la hermana mayor de ese personaje, a la vez hermana menor del Destino. Una muestra de notable inspiración, lo que podría contrarrestrar esa idea.
ResponderEliminarMe gusta eso de los distintos dibujantes.
Tiene sentido de que Manara haya dibujada a Deseo como mujer, habiendo dibujado a mujeres tan deseables.
Saludos.
Si lo piensas, todo el mundo acaba muerto, pero, pese a ello, no dudamos en descubrir sus historias y Morfeo tiene muchas de ellas y también muchas sorpresas.
EliminarManara es un gran dibujante y su trabajo dentro del cómic, desde la que diríamos que es su especialidad (el erótico) hasta otras vertientes, es digna de reconocimiento.
Un saludo y gracias por el comentario.