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Voy a decirlo, así será más fácil admitirlo: hoy cumplo veinticuatro años.
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Lo siento, yo no quería, pero me han obligado los relojes.
No me preocuparé demasiado (sí, ya, claro...). Al fin y al cabo, pienso que cumplir años es una enfermedad que se cura con el tiempo, pero ya que hablo de pensar (qué bien traído el tema, oigan), me gustaría compartir con vosotros veinticuatro pensamientos efímeros, uno por cada uno de mis años, que sirve para..., para... Hurm... Sirve. Ya está. No sé para qué, pero sirve.
Allá vamos.
- Tendría que estar acabando una actividad del máster de guion, pero es que son muchas ideas (sacar más de cuarenta ideas no es agradable, a veces) y el blog me está poniendo ojitos.
- Creo que algún día lamentaré esta entrada, porque tiendo hacia la corrección moral retroactiva, que es algo así como una enfermedad, pero no la cubre la seguridad social.
- En ocasiones, mientras escribo esto, me dan ganas de soltar frases muy bonitas en plan "los árboles se escuchan cuando caen aunque no haya nadie" y "cuidado con el último trozo de albóndiga, parece una rata en tomate", que hace que me replantee si debería dedicarme a escribir autoayuda.
- ¿Sabéis qué? No soporto la espera editorial. Enviar tu manuscrito y aguardar que te digan algo. Es el infierno, es como estar en medio del mar tocando un silbato para que vengan a buscarte tras que el Titanic se haya hundido. Y además, he dejado morir a Leonardo DiCaprio. Soy horrible.
- Otra cosa que me deja descolocado es cuando no sé qué otra historia escribir después de haber terminado una. Luego, ves ahí a Neil Gaiman, escribiendo varias cosas a la vez, y digo: "maldito hijo de Albión" y me piden una orden de alejamiento. Tal que así.
- Tengo unas ganas de ir publicando obras que voy a saturar el mercado, como Stephen King, y me tendré que poner un seudónimo tipo Megalosaurio o Constantine Potter. O mejor: Megalosaurio Constatine Potter Rubicundus Morgus Multius Inventus. Oh, sí.
- Pocas cosas me gustan más que acabar en una librería y ver libros. Observar y comentar. Nada más. Ni siquiera comprar (bueno, o no siempre). Las librerías son como mis zoológicos, pero sin la tortura animal (bueno, me torturo a mí mismo, pero ya me entendéis).
- A veces, me dan ganas de provocar el apocalipsis para que dejen de salir tantos libros, cómics, películas..., que no tengo tiempo de disfrutar como querría. Si sobreviviese cual cucaracha, tendría bastante tiempo para leer entre ataque de horda de ratas zombi y ataque de langostruosidades bicéfalas. Y esto es así.
- Sigo pensando que cuando cumplí veinte me iba a regenerar como el Doctor. Aún no soy pelirrojo.
- Me desconcierta cuando escribo una historia y luego leo novelas o historias que se parecen. Y digo: "oh, las grandes mentes pensamos igual". Después recuerdo que no me conoce ni Dios y se me pasa.
- Un día habré puesto tanta conciencia en el blog que El Antro tomará vida y me amenazará con irnos a beber y yo diré "no, mi buen señor", y al final él me invitará y acabaré cayendo, porque soy muy así y me conozco.
- No hay nada mejor que despertarte por las mañanas con ganas de ponerte en pie. Por mucho que me guste dormir, cual marmota narcoléptica, me gusta mucho más levantarme por la mañana sabiendo que tengo algo que hacer, como contar una historia. Y las gachas. Me encantan las gachas por la mañana; incluso cuando me salen en plan ciénaga en vez de porridge y ya la he armado; incluso cuando las caliento demasiado en el microondas y la taza vomita (y esto es literal, no una hipérbole. Probad, probad).
- Me gustan las palabras rimbombantes u olvidadas. Tengo complejo de padrino y voy cogiendo las que me encuentro y me las llevo a mis relatos. Y eso que dicen siempre "sé simple y claro", pero es que hay palabras "raras" tan bonitas... Vaya, soy un vocinglero.
- Debería estar cumpliendo menos años, porque voy por aquí y me estoy quedando sin pensamientos. Me he percatado de que "veinticuatro pensamientos rápidos" en realidad son uno largo, largo, laaaaaaaaaaaaaargo...
- Confieso que, en ocasiones, preferiría trabajar en una librería o ser bibliotecario. También espadachín galáctico, pero lo tengo más difícil.
- Si me publicasen Las Chicas Steampunk me iba a volver loquísimo. Y os iba a volver loquísimos a vosotros colgando cosas, haciendo relatos especiales, hablando de ella... Blablablá. Sigo soñando.
- Si consigo que se publique La Historia a partir de 2017, cuando se cumple diez años, me volvería aún más loquísimo.
- Algún día tengo que valorar seriamente que volverse loquísimo escribiendo es la única manera de mantenerse cuerdo. Muy filosófico este pensamiento ¿no? Debería ir pensando ya en la albóndiga rata tomatera ¿no?
- Nunca dejaré de daros las gracias por acompañarme (y este es el pensamiento tierno para que sigáis leyendo un poquito más).
- Tengo miedo a escribir poesía, pero las rimas idiotas me hacen gracia... Asia, Asia, Asia.
- En ocasiones me entra una obsesión de tengo que reseñar todo lo que veo, leo, juego..., que luego solo se me pasa cuando tengo una bajona. Qué palabra más fea.
- No sabéis las ganas que tengo de que veáis la edición especial de Hollow Hallows.
- Si me pongo a comparar, creo que me queda un año para empezar a escribir mi Sandman u otro de mis escritores favoritos me habrá superado, cosa que me causará un terror mortal que me hará involucionar a un estado de escritor de nivel -1, por lo que perderá la armadura y la capacidad de digievolución. No way!
- Tengo que seguir adelante, cueste lo que cueste, dar las gracias a todos los que me ayudan habiéndome permitido ser como soy, consolándome cuando lo necesito, acompañándome en mis historias o haciendo que me sienta un poco menos extraterrestre cuando vago por este mundo. A veces, cuesta seguir adelante, pero es el único camino y...
Os iba a poner el venticinco, es un pensamiento realmente bueno (el mejor de todos, tan bueno que los señores del Nobel ya me estaban tocando la puerta con dinamita), pero creo que mejor lo dejo para el próximo año, no vaya a ser que la fastidie.
Ah, y muchas gracias por aguantarme. Vuestro proceso de beatificación ya está en marcha.
¡Seguiremos!
Oish, yo quiero una máquina de escribir tan genial como esa... seguro que el Doctor puede conseguirnos una ;)
ResponderEliminar¡Feliz cumpleaños por aquí también!
Y sí, comparto tu infierno de la espera editorial, yo envié a Kelonia una novela corta, y además he estado moviendo el poemario y otra novela por las editoriales, de momento ya he recibido dos cartas de rechazo, pero no pasa nada, son trofeos de guerra ^^ me gusta tomármelo de ese modo, si las tengo quiere decir que he trabajado. El que no termina nada ni lo envía... ese seguro que no las tiene ;)
Yo no soy capaz de escribir varias novelas a la vez, como mucho junto relatos y poemas con la escritura de alguna novela.
¡A por los 25 pensamientos del año que viene!
Voy a suplicarle al Doctor que nos traiga una, porque o nos inspira para escribir mucho o al menos nos entretenemos mirando las lucecitas que tiene el cacharro. Hehehe...
Eliminar¡Muchísimas gracias por felicitarme el cumpleaños aquí también! La verdad es que ha sido genial poder contar con todos vosotros y me siento muy feliz de contar con vuestro aprecio.
En cuanto a la espera editorial... Aghs, es lo peor. Me siento perdido. No sé qué hacer. Sé que debo seguir escribiendo, pero a veces, es tan duro esperar, saber si sirves o no, si habrá suerte y lo que has escrito verá la luz...
Sobre las negativas, tu actitud es la correcta. Como recordarás, Stephen King guardaba todas las negativas recibidas y a J.K. le dijeron que no a Harry Potter más de diez veces. Tú sigue escribiendo y no dejes de intentarlo, ya que tienes talento y te mereces todo lo mejor, aunque haya editoriales que no sepan ver el talento.
Yo intentaré probar lo de escribir dos novelas a la vez en el futuro, pero tengo mucho miedo de empezar una y dejar la otra a medias, aunque terminé Las Chicas Steampunk mientras acababa Hollow Hallows... Así que tal vez ya lo he hecho sin darme cuenta...
¡Y sí, a por esos 25 pensamientos raros del próximo año!
Muchas gracias :)
No está mal está entrada, te prohibo terminantemente arrepentirte.
ResponderEliminarUno de mis pensamientos es la ira que me producen quienes borran sus blogs, cuando son blogs que me gustan. Me iría en un plan demiurgo con real poder para reclamarselos personalmente.
Me gusta esa idea de saturar el mercado. No estaría mal. Constantine Potter suena bien como pseudonimo. A mí me gustaría hacerlo, incluso el de las historietas, que todavía no estoy capacitado para hacer. Hasta me gustaría hacer crossover con personajes de DC y Marvel, otros.
Lo del Apocalipsis me recuerda un capítulo de La dimensión desconocida. Por suerte, no usas anteojos. Por las dudas, crea un personaje femenino, para ser una asistente virtual, como una Guardiana del Antro. Si cobra vida y se vuelve rebelde, aun así tendría una ventaja para vos.
Y podrías ser un Señor del Tiempo.
Ah, de paso te recomiendo la novela El Hacedor de universos, de Philip Joseph Farmer.
Saludos. Y feliz cumpleaños.
Me alegro de que te haya gustado.
EliminarPor desgracia, sí, uso gafas la mayoría del tiempo, así que el capítulo de La dimensión desconocida no sería tan desacertado y temo que acabaría en fatales consecuencias.
Y todos en el fondo, somos Señores del Tiempo, solo que esperamos recordarlo.
Gracias por la recomendación, ya me habían hablado de este libro en su día. Espero acercarme pronto a él, ya que me interesa desde hace tiempo.
Muchas gracias por el comentario y la felicitación.