El auténtico Snape

John Nettleship, la fuente de inspiración de Snape. Fuente.

Hace un tiempo, mientras escribía Las Chicas Steampunk, me zambullí de nuevo en una de mis sagas favoritas: Harry Potter. Cierta parte del espíritu de mi novela contiene algunos guiños a la historia del joven mago, aunque sea porque mi amor por la lectura proviene de la obra de J.K. Rowling.

Debido a esta inmersión en el universo de Hogwarts, descubrí algo anecdótico que desconocía: el profesor Severus Snape había existido en la vida real. 

Bueno, más o menos... 

Lo que quiero decir es que Snape estuvo basado, un poco, en un profesor real: John Nettleship.

John Nettleship fue un profesor de Química que tuvo entre sus alumnas a J.K. Rowling cuando era una cría. Como la escritora afirmó en los textos extras de Pottermore, la asignatura de Química no le gustaba demasiado y se libró de ella en cuanto pudo (lo que me recuerda a mí con las Matemáticas), pero no pudo negar la fascinación que sentía por esa materia o más bien por su versión literaria: las Pociones, y de ahí la genial presentación que hace Snape de la asignatura en el primer libro de la saga ("puedo enseñaros cómo embotellar la fama, preparar la gloria, hasta detener la muerte..."). Sin embargo, otro dato curioso es el que os comentaba: que el profesor Snape con su pelo largo y oscuro, su rostro alargado, su cara blanquecina y su gesto algo oscuro recordaba al del profesor John Nettleship, que es considerado por muchos como el "auténtico Snape" aunque Rowling afirma que está basado vagamente en ese maestro.

Nettleship reconoció que al principio no se lo tomó excesivamente bien, pensando que no era "malvado" sino más bien estricto. Finalmente, aceptó con gusto la influencia que ejerció sobre la escritora y llegó a escribir un libro sobre sus recuerdos como profesor.

Por el camino, quedan otros personajes inspirados en reales como Gilderoy Lockhart (Rowling nunca ha especificado en quién se basa, pero sí que está basado en alguien que conoció) y Dolores Umbridge (una profesora que le caía mal a Rowling y Rowling le caía mal a ella, aunque también tuvo inspiración en una compañera de trabajo, defensora de la pena de muerte, pero que siempre se comportaba de la manera más cursi posible, creando un serio contraste que no pasó desapercibido para la autora).

Snape es uno de mis personajes favoritos de Harry Potter
y creo que de la propia J.K. Fuente.

No deja de ser todo esto un caso curioso que me ha llamado la atención y que he querido compartir con vosotros, porque yo lo ignoraba y sentía que quedaban dos cuestiones importantes danzando por mi mente.

La primera cuestión es: ¿es legítimo convertir a un personaje real en uno ficticio? "Legítimo" suena demasiado serio... En realidad, creo que es una pregunta demasiado seria. Los escritores tomamos hechos de la realidad y los "batimos" con hechos ficticios hasta crear nuestro propio mundo. Con lo cual, el tema de las influencias siempre debería ser visto como lo que es: influencias, inspiraciones, nada más.

La segunda cuestión es: ¿yo tengo personajes basados en personajes reales? Hurm... Si bien en una primera etapa de mi carrera (¿puedo considerar carrera a lo que estoy haciendo?), tenía claras contrapartidas en mis obras, tengo la suerte de que la mayoría de las reescrituras han cambiado esos personajes (no solo de nombre sino incluso de comportamiento). No obstante, la mayoría de mis personajes, incluso los que nacieron al cien por cien ficticios, puede que tengan frases, comportamientos o reacciones que recuerden a algunos reales. Ahora que escribo sobre mis personajes de Hollow Hallows para la edición extra, me doy cuenta de que puso mucho en ellos, aunque la mayoría siempre fueron ficticios o tan ficticios como los jugadores de la realidad pueden ser, pero no dejan de parecerme muy reales.

Sí, eran dos preguntas, pero quedan otras para vosotros, monstruos: ¿qué pensáis? ¿Tenéis algún personaje que recuerde a uno real? ¿Conocéis otro caso?

Como diría el Doctor de Tennant: "¡Gracias, J.K.!". Fuente.