Robert Neville es el único humano en el
mundo.
El resto de la humanidad se ha convertido en
vampiros.
Neville debe enfrentarse al día a día, pero
sobre todo a la noche y a los monstruos. ¿Podrá curar a una humanidad enferma o
morirá solo y se convertirá en una mera leyenda?
Críticas de
libros:
Autor: Richard Matheson.
Editorial: Minotauro.
Género: Drama, terror, ciencia-ficción
Extensión: 180 páginas aproximadamente.
Precio: 6,95 €
Año: 2012 (1954, 1º publicación).
“Es tan injusto. Tan injusto. ¿Por qué estamos vivos? ¿Por qué no
hemos muerto? Sería mejor que todos hubiésemos muerto”.
RUTH.
Dicen
que H.G. Wells pensaba que para hablar de fantasía, de invasiones alienígenas,
viajes en el tiempo o seres invisibles, había que hacerlo desde la perspectiva
de la gente de a pie, que así el lector creía en la adversidad inimaginable que
hacía acto de presencia. Richard Matheson comprendió esto y Soy leyenda es la demostración.
¿Quién es el monstruo?
La soledad, por
encima de los monstruos y el terror, es el principal tema de Soy leyenda,
porque es lo que realmente nos convierte en bestias espeluznantes. Soy leyenda en una
obra más que recomendable.
El
escritor Richard Matheson escribió en 1954 esta obra, que forma parte de ese
espléndido grupo de libros que no envejecen nunca y nos descubren facetas de
nosotros mismos, sea cual sea el momento en que lo leamos.
Es
una novela corta donde se nos habla de las penurias de Robert Neville, mientras
intenta sobrevivir torturándose con el pasado (la pérdida de su esposa) y que
intenta olvidar con el abuso del alcohol. Esto demuestra que él es más peligroso
que aquello que hay fuera, los vampiros que desean acabar con él. Convertido en el
último hombre, su mano ya no tiembla cuando mata a un vampiro. Sigue con su
vida intentando encontrar una vacuna que es imposible.
Seguramente, sea una de
las primeras grandes novelas postapocalípticas de la historia, género que se ha
reavivado en el cine desde los años ´80 (el miedo nuclear fue un buen punto en
la realidad para desarrollar este campo en la ficción).
La
novela contiene episodios donde Matheson demuestra la "maestría de última línea",
es decir, la última frase de su capítulo da un vuelco a todo lo anterior y nos
obliga a seguir leyendo. Me atrevería a decir que Richard Matheson fue, levemente, el
Cort de ese pistolero de las letras que es Stephen King[1].
Fuente. |
Además,
Matheson tuvo la capacidad de meterse en la mente de un hombre que está solo,
una mente que se va deteriorando con el tiempo debido a todo lo que ha sufrido.
Con cada página, comprendemos más la triste existencia de este hombre que no se
atreve a poner fin a su existencia, que lucha por sobrevivir sin saber si
merece la pena.
Soy
leyenda posee momentos que nos dejan
en suspense (el momento del reloj parado) o con una lágrima (como el capítulo
del perro vagabundo), pero, ante todo, nos sorprende con un final que, aunque mil
veces spoileado, sigue siendo un giro
de tuerca muy bueno (SPOILER en un mundo donde todos son vampiros, lo realmente
anormal es el único humano. Él es el monstruo. FIN DEL SPOILER)[2].
Por
todo esto, no es de extrañar que Richard Matheson fuese galardonado con premios
tan importante como el Bram Stoker, el
Retro Hugo y el World Fantasy. No
son el Nobel de Literatura ni falta que hace. A menudo los galardones de
fantasía tienen más calidad que los otros.
Comprendiendo al
vampiro
Un punto
destacable es como Richard Matheson intenta explicar el vampirismo como una
enfermedad, hecho que cualquier lector puede admirar a menos que prefiera la
explicación más legendaria.
“No, no el vampiro. Desde ahora, parecía, aquel espectro carnicero sería sobre todo una herramienta del germen: el villano de la historia. El germen que había propagado su azote mientras la gente huía de su propio terror.¿Y la plaga negra, aquel mal espantoso que había barrido Europa, destruyendo a tres cuartos de la población?¿Vampiros?”
Un
servidor piensa que hemos tenido bastantes historias donde el vampirismo no se
explica y que una que sí lo hace debe ser bienvenida. Se nota la documentación
de Matheson (y si miente, miente tan bien que pensamos que es real) y sus
explicaciones al uso de la estaca o al miedo religioso de los vampiros son
loables.
“—Sólo [matamos] para… para sobrevivir.—Nosotros matamos por las mismas razones. Para sobrevivir. No podemos permitir que los muertos persigan a los vivos. Deben ser destruidos. Y lo mismo quien mata a los muertos, y a los vivos”.
El
libro ha contado con varias adaptaciones a otros medios. Hay tres películas
basadas, más o menos, en la obra (unas cuantas otras pelis que beben de este
libro, pero ponen otro título). Seguramente, os suene la última que se hizo en
2007[3]. Sin
leer el libro, ya me parecía mediocre, ahora que lo he leído me parece peor.
¿Por qué Hollywood no entiende que la historia de Robert Neville se puede
contar sin espectacularidad barata y tontería prefabricada?
Pese
a que el libro pueda hacerse algo lento y puede que su prosa no termine de enamorar
(también pueden ser problemas de la traducción), Soy
leyenda puede parecer una hermana menor de otras grandes obras del género,
pero en realidad es una obra lo suficientemente buena para ser considerara como una de
las grandes. Baste decir que, seguramente, supere a la mayoría de los títulos
que encontremos ahora en la sección de terror de la librería más cercana.
Soy leyenda es una de las grandes obras de la ciencia-ficción. No llega a los niveles imaginativos y narrativos de Ray Bradbury,
pero Richard Matheson sí vuelca en cada párrafo una historia y unas
posibilidades que hacen del terror y la ciencia-ficción un género a tener en
cuenta.
Porque
Robert Neville miró al abismo y el abismo le devolvió la mirada y, como
Frankenstein, vio que él era el auténtico monstruo. ¿No lo somos todos?
“Un nuevo terror nacido de la muerte, una nueva superstición que
invade la fortaleza del tiempo. Soy leyenda”.
ROBERT NEVILLE.
[1]
Juego de palabras con la obra de Matheson y Stephen King. En La Torre Oscura,
de King, se juega con un mundo postapocalíptico. Su protagonista es Roland
Deschain, un pistolero solitario, cuyo mentor fue Cort.
[2] No
obstante, Richard Matheson fue guionista de The
Twilight Zone o Alfred Hitchcock
presenta, entre otras emblemáticas series.
[3]
Esperpéntica más allá de la mera espectacularidad. Horrible adaptación del
concepto de vampiro y nefasta tergiversación del final. En la película, se busca
un estúpido desenlace feliz que nos hace preguntar si no hubiera sido mejor que se
cambiase el nombre a la cinta y no se relacionase con la novela, debido a los
pocos puntos en común.
Ecelente reseña, señor. De esta obra es otra que tengo en la lista de pendientes...
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con que las adaptaciones son flojas. Es lo único que puedo decir.
Hola, Pedro
EliminarMe alegro de que te haya gustado la reseña. Creo que este libro te puede gustar, así que vete destruyendo esa pila de pendientes cuando puedas jeje
Soy leyenda de Will Smith no es floja, es que es directamente mediocre.
Un saludo y gracias por tu comentario.
Bueno, si la peli me gustó, estoy segura que el libro me encantará!
ResponderEliminarGracias por la reseña, Carlos :3
Besotes!
Hola, Marifer
Eliminar¡Creo que sí! Ya me comentarás si al final te lo lees. Creo que merece mucho la pena.
Un saludo y hasta la próxima visita.
Uno de los libros que tengo pendientes es Hell House. Y esta de la que hablas pensaba que iba a ser de algo totalmente distinto, más de ciencia ficción.
ResponderEliminarHola,
EliminarNo conocía la obra que me mencionas, pero ya he estado buscando información y pinta bastante bien la temática de terror. A ver si lo puedo conseguir.
Soy leyenda es un buen libro sin duda alguna y creo que sorprende a casi todos sus lectores.
Muchas gracias por tu comentario.