¿Qué hubiese ocurrido si el Universo Marvel hubiese comenzado en el año 1602? Ésta es la pregunta que el escritor Neil Gaiman intenta responder en la miniserie 1602, junto al dibujante Andy Kubert.
Críticas de cómics:
“1602” de Neil Gaiman (guion) y Andy Kubert (dibujo)
Portada del tomo con la miniserie principal de 1602 de Neil Gaiman. Fuente.
“He vivido casi diecisiete años. Mañana moriré. Y eso es lo que más me duele: que moriré en el suelo”-ÁNGEL.
Hacer una reseña de este tebeo para mí es difícil. Sí, ya sé que he encadenado últimamente varias críticas difíciles que te hacen pensar por qué me metí en este embrollo de dar mi opinión sobre películas, libros o tebeos… Bueno, voy a dejar de quejarme. Yendo al grano, no sé si fue el cómic o fui yo, pero 1602 aunque no es un mal tebeo, la verdad es que no me ha entusiasmado como otras joyas tanto en tebeos como en libros de Neil Gaiman.
Sé de muchos críticos o gente que se dedica a hacer reseñas y demás que, o bien te hace un resumen de la solapa o son ambiguos, también los hay que siempre echan flores y algunos que destrozan sin miramientos. En ese aspecto, siempre he pensado que he intentado dar mi opinión sobre cómics, libros y música de una manera más o menos argumentada, desde mi simple punto de vista que quizás la mayoría no comparta. Todo esto viene a cuento, porque me duele más a mí que la obra no haya terminado de engancharme, de gustarme, y es que quizás tenía el listón muy alto.
Suelo contar mucho que soy de las personas que van al cine sin esperar demasiado para no llevarse un chasco, aunque aun así me haya llevado alguno. Ahora supongo que tendré que aplicarlo también a los tebeos, porque quizás fue esperar una gran miniserie que me encantase lo que hizo precisamente que me sienta algo decepcionado.
Otra portada de la miniserie de Marvel: 1602. Fuente.
Leí este tebeo hace casi dos meses gracias a un compañero de clase (un saludo desde aquí) que me lo recomendó. La verdad es que había escuchado cosas buenas de ellas. Además, no hacía tanto que había devorado Sandman (crítica del volumen uno, crítica del volumen dos) y Stardust de Gaiman. Quizás fue por eso que imaginaba una serie estupenda y así pintaba por la premisa de la que partía.
Centrándonos en la historia. Gaiman no quiere hacer otro Sandman, lo que hace es crear un mundo “nuevo”, como el que descubrió gracias a Stan Lee y Jack Kirby en sus días. Un lugar en el que sentir de nuevo la maravilla de los primeros días, tal y como reconoce. Para ello, coloca a personajes como Charles Xavier, Peter Parker, Nick Furia, el Doctor Extraño, Victor Von Muerte… y demás del Universo Marvel en este 1602. Como ya he dicho, la idea de partida me parece buena.
Portada de 1602 que recoge el estilo clásico del cómic. Fuente.
Sin embargo, tiene varios errores: introduce bastantes conceptos, tratando a algunos personajes de una manera algo fallida (el Buitre-Doombot), tanto ruido para tan poco finalmente, la falta de momentos memorables y a una trama que avanza lenta, quizás por el excesivo texto o por el ritmo tranquilo como en las antiguas novelas de la época, el tebeo no termina de despegar hasta bien entrada la segunda parte en la que podríamos dividir la miniserie.
De tal manera, nos queda un inicio arduo y lento que luego llega a un segundo donde las cosas toman un mejor calibre con más personajes, presentados de una forma más rápida y mejor, además de empezar a dar explicaciones del porqué de este mundo (que no resulta ser un mundo paralelo ni nada similar, aunque tengamos una sensación de “ultimatización” como el Universo Ultimate, pero a la inversa una “viejunización” o algo así).
La trama se mueve bien, pero se nota que se desgasta rápido y el final no es del todo como quisiéramos que fuese, algo más que épico. Aun así, me ha gustado el juego que se trae con el equivalente a Peter Parker (Peter Parquagh) y cierta araña.
Puede ser considerado un agravio que algunos personajes lleguen a alejarse un poco de sus contrapartidas, pero eso es algo que se necesita para crear un mundo nuevo ¿no? Sea como sea, algunas no me han convencido, pero otras sí, por ejemplo, las idas y venidas del indio Rojhaz y su equivalente en Universo Marvel tradicional no es algo tan raro.
Eso sí, no cabe duda que Gaiman se lo pasó bien escribiéndolo y que recurrió tanto a sus libros favoritos como a la documentación para crear un 1602 creíble, donde pudiesen surgir esas criaturas… increíbles.
Los personajes clásicos viven una reconversión en esta línea temporal alternativa. Fuente.
Por su parte, el dibujo de Kubert no está mal, aunque el acabado que se le da, el entintado y el color (a cargo de Richard Isanove) consiguen que tengan esa aura a viejo, como salido de ese 1602. En cuanto a las portadas, Scott McKowen viaja al pasado y nos trae unas ilustraciones con ese estilo.
Supongo que casi siete años después de su publicación, 1602 ha sido reseñado, criticado y alabado, así que esta crítica se queda como mi mera opinión sobre el tebeo. Lo siento si parece que estoy justificando hasta mi crítica.
Si os llama la atención y os gusta la Historia y los tebeos puede que llegue a gustaros y mucho. A Marvel le gustó tanto como para sacar dos secuelas con otros grandes como son Peter David a la hora de escribirlas. Si caen algún día por aquí, os daré mi opinión.
En conclusión, 1602 es una obra curiosa que te hace darte cuenta de lo alto que tiene el listón Neil Gaiman cada vez que empieza una nueva obra.
El Peter Parker de 1602 nos tiene en vilo hasta el final. Fuente.
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