Mi primera crítica cinematográfica la publiqué el 28 de enero de 2010, a las 12.36. Y fue una crítica tan mal hecha que ni siquiera podría ser catalogada de crítica, salvo si es para añadirle el adjetivo «horrible» antes. Y esto no es ser duro con uno mismo, es ser objetivo que es, precisamente, sobre lo que no suele ir el hecho de hacer una crítica.
No creo que sirva para rebajar mi pena, pero tendría unos dieciocho años cuando empecé a escribir sobre la película de Avatar de James Cameron.
Historia de una confesión
Como muchos otros, me encontré en medio de la vorágine de publicidad (o spam) que rodeó el estreno de la última película de James Cameron, la cinta cinematográfica que trajo el 3D, reventó las taquillas y estaba destinada a salvar a toda la humanidad y algún gatito subido a un árbol. Y a mí, que me gustaba la fantasía y la ciencia ficción ante todo, no me gustó. Así que en aras de sentir que tenía una opinión propia, vertí una serie de improperios y unos comentarios cargados de bilis que ahora, más que arrepentirme, me dan vergüenza ajena.
Hay entradas antiguas que no he borrado del blog y eso que esta crítica sobre Avatar tenía todas las papeletas para hacer como si nunca hubiera existido. Pero llevar con este blog desde 2008 me ha permitido vivir mi vida usando este espacio como una especie de borrador, un diario de campo de lo que voy viendo, leyendo… y me temo que pensando (porque sí, pienso de vez en cuando).
Trece años después
En la introducción de Libros de sangre, Clive Barker comentaba que el Clive que escribió aquellos relato ya no existía. Yo cuando leo mis entradas antiguas pienso que algo he mejorado y hago que no me conozco a mí mismo. Si me cruzase por la calle con una de mis entradas antiguas (como esta crítica de Avatar), me iría a la otra acera y me haría el loco.
Sin embargo, por el camino se cruzan los Viajeros de la Noche, el pódcast cultural que el crítico y escritor Adrián Massanet creó para hacer que yo no pueda fingir que no recuerdo mis entradas viejas. Junto al Señor Púrpura, de vez en cuando revisamos películas que hace mucho tiempo que no vemos y, gracias al pódcast, he agregado nuevas capas de lectura a estas cintas. Por ejemplo, de 2022 me quedo con haber revisitado El Padrino y Apocalypse Now, dos joyas de Francis Ford Coppola, que vi hace muchos años, y ahora he comprendido parte de su grandeza.
Una crítica de una crítica
Y tocó hacer lo mismo con Avatar, junto a Borja Navarro, porque resulta que trece años después se ha estrenado su segunda parte y, aunque me he librado de ver su secuela, no de revisitar la primera. Y eso me ha permitido llevar a cabo el siguiente experimento.
No consiste en reescribir la crítica de 2009 y hacer una nueva crítica de Avatar, sino que consiste en hacer una crítica de la crítica y hablar del nuevo pódcast ya de paso (y no tener que cruzar al otro lado de la acera). Creo que me permitirá reordenar mis pensamientos sobre Avatar, valorar lo que escribí en su día y darme cuenta de por qué pienso lo que pienso de este film de Cameron.
Críticas rápidas y chistes malos
“Críticas rápidas y sin pensar demasiado” es una nueva sección en el blog que pretende hacer críticas breves sobre la última película que haya visto sin dejarme intoxicar demasiado por las informaciones que hay en blogs, foros, etc. Tú no la has pedido, tú no tienes tiempo de leer tochazos ni yo de escribirlos… Por eso ha nacido esta crítica».
La llamé «crítica rápida y sin pensar demasiado» y fui bastante honesto. Con el tiempo, me cargué esta sección del blog. No queda muy serio el ir a toda prisa al hablar de una película o un libro. Mejor fingir que te lleva su tiempo.
¿Buscas objetividad? Pues… ¡búscala en el diccionario y no aquí, leñe!
En fin, esto es otra forma de pasar el rato por aquí a espera de que escriba algo decente que poder colgar que supongo que será allá por el año 2020…
Je, je… 2023 para ser exactos.
«Pues bien, sin más dilación…
Comenzamos con la película más taquillera de la historia… “Titanic”… Ah, no, que ya no es el rey del mundo… Oh, sí, ya sé cuál es, otra hija de James Cameron…
AVATAR (o «POCAHONTAS en el planeta de los PITUFOS»)»
En 2010, decir que Avatar se parecía a Pocahontas no estaba tan quemado. Olía ya un poco mal, pero no tanto como ahora. En 2023, diría que me recuerda a Bailando con lobos, pero, en realidad, mi refinado gusto cinematográfico diría que a Atlantis.
Lo mejor
Los efectos especiales (porque los pitufos nunca molaron tanto), Zoe Saldaña («arrrrrrrrrrgh!», porque sí se cabrea como un gato y eso mola), Sigourney Wever (o como se escriba, que siempre mola haciendo de superhembra), el hermano de Phoebe en «Friends» y Sam Worthington (que resulta que actuando no es tan malo como podía parecer).
Primero, es sumamente divertido pensar que escribía las críticas por epígrafes, porque ahora es una cuestión que le suelo tachar a mis estudiantes cuando corrijo sus comentarios. Menos mal que jamás pasarán por aquí.
Sobre los efectos especiales, me parece interesante que trece años más tarde se hayan mantenido. Aunque no soy muy partidario de los estirados que están los Na’vi, hay películas recientes con efectos especiales muchísimo peores. Si le hacemos caso al bueno de Cameron, por ejemplo, Infinity War (pero no tanto con Thanos, sino con las cabezas flotantes de Tony Stark o Peter Parker). Desconozco si a Cameron le ha dado por tocar los efectos especiales en este tiempo (lo que se dice «hacerse un George Lucas«).
Más allá de eso, referirme a Sigourney Weaver como superhembra es como cuando uno de mis amigos llama a su novia «contraria». Ha envejecido. Mal. Muy mal. Y me da pena que no nombre aquí Stephen Lang, que mira que desprende carisma para tener el personaje tan de pandereta que tiene.
Lo peor
El malo se parece al malo de «Pequeños Guerreros» para empezar… Qué raro que en esta película algo se parezca a algo ya existente ¿no?
Ah, pues sí, al final nombre a Stephen Lang. Pero no dije nada del Árbol que se carga en medio de la película y que es una de las mejores escenas, aunque me emociona más bien poco porque estoy muerto por dentro. En el pódcast, Adrián, Juanjo y Borja aplauden la escena y yo empiezo a hacer circunloquios para decir que soy un ser tan insensible como el malo de Primeros Guerreros… perdín, quería decir Quaritch (sí, lo he buscado en Internet).
El final está más cantado que el cumpleaños feliz
Sobre el título de este epígrafe, añadir que… no me retracto, pero sí que me llega a recordar a un videojuego. Si producir Alita ya me demostró que a Cameron le gusta el anime, el desenlace de Avatar, con mechas, y momentos que recuerdan a fases de un juego, me hacen pensar que Avatar se acerca más a estos campos que una película convencional. Lástima que no sea para sorprender.
Vi la película una vez y… Me suena a que la he visto diez veces antes y no me vale que es el viaje iniciático del héroe y por eso se repite. Star Wars y El Señor de los Anillos siguen el viaje iniciático y sus parecidos no son tantos como «Avatar» con «Pocahontas», «Bailando con lobos»… (Qué infancia más traumática gracias a Pocahontas)
De todas formas, los guiones de las películas de Cameron nunca fueron la repanocha (sí, «Terminator II» tampoco lo fue).
Es interesante, porque este blog vive de utilizar el viaje del héroe de Joseph Campbell para explicar hasta la lista de la compra. Lo siento, es el problema de haberme criado con Star Wars.
La última vez que me vi Avatar (de tres veces) me fijé en que el guion no era malo, aunque sí previsible. Me fijé bien en cada elemento. Cuadraba. Y el problema es que quizá cuadra tan perfectamente como si lo hubiera escrito una IA. El viaje de Jake Sully es previsible y, aunque pueda emocionar en algún segmento, nunca sorprende.
Y eso que evito ver la película como una especie de «hombre blanco salva la situación», porque tampoco veo así el final de El retorno del Jedi, que tiene mucho de esto. Sé que si pensase que Jake en vez de colarse en un cuerpo de Na’vi lo que hiciera fuera pintarse de negro e irse a vivir con una tribu de índigenas, mi lectura sería muy distinta, pero ¿no es esta una película de aventuras sin más? ¿Por qué me pongo tan exigente con ella? Sigo dándole vueltas.
En algo que sí reconozco mi error es en cuanto al guion de Terminator 2, que también repasamos para Viajeros de la Noche. Funciona perfectamente, ¡ya querrían otras películas de acción!
¿2-D o 3-D?
Depende de la pasta que tengas. Al final, en ambas, te doleran los ojos vete a saber por qué. Por cierto, nueva tecnología molona, a ver si se curran nuevos tipos de planos con este nuevo tipo de cine. Si evoluciona, hazlo de verdad.
Ay si el Carlos de 2010 supiera que iba a tragarse varios 3D infumables como el de Alicia en el País de las Maravillas o que se iba a deleitar con planos forzadísimos para disfrutar del 3D de posproducción como en La Travesía del Viajero del Alba, quizá se hubiera portado mejor en este epígrafe.
Sin embargo, sigo pensando que la idea de usar el zoom para recordar a un documental es un recurso muy forzado que más que meterme, me saca de la película.
¿A qué me suena el diseño de los Na’Vi?
Las Ménades del «Titan Quest» se me parecen bastante a los habitantes de Pandora. Una pena que haya que cargárselas.
No, Carlos, hacer alusiones a un videojuego que te regaló un amigo en tu crítica de Avatar no aporta ningún dato de valor a tu reseña. Tampoco hacer alusiones a la erradicación étnica de Ménades.
Al principio del pódcast, hablamos de cómo se ha hecho mucha sangre con James Cameron. En la mayoría de las reseñas de la nueva película de Avatar, se le llama: «egocéntrico», «megalómano» y cosas similares. Parece un director que cae bien. Lo que sé es que quizá yo me vi infectado también por este virus hace unos años y no fue hasta descubrir sus dibujos en su libro sobre la ciencia ficción cuando me percaté de que estaba ante un gran admirador de la ciencia ficción.
Aunque no comparta el gusto por el diseño de los Na’vi, sí reconozco el deseo de Cameron de crear un mundo nuevo como lo es Pandora. Es un lugar fascinante, aunque sé que como diría Brandon Sanderson, el worldbuilding no hace la historia.
Por lo que leo en la nota a pie, no, no me lo regaló mi amigo. Me lo vendió. Seguro que hay una moraleja en toda esta historia y puede que sea tan clara como lo hay en esta película a la que, educadamente, me refiero como «una película para hippies hecha por un multimillonario». Se ve que el mensaje de Greenpeace no ha calado en mí. Lo siento.
Nota
Venga, hombre, que los efectos especiales no hacen que el cine sea bueno. Lo hace el guión, que es lo más importante en el cine junto al guión… Ah, y el guión también (¿lo había mencionado?)… Y como comentario que no viene a cuento, el mejor ser azul de la historia no es Papá Pitufo ni uno de los de «Avatar»… ¡¡¡Es el DOCTOR MANHATTAN!!!
No sé qué nota numérica le puse a Avatar en su día. No suelo fiarme de ellas. Y eso que soy profesor. Tampoco voy a inventar una rúbrica para poner notas a las películas. Tampoco debería caer en chistes fáciles sobre guion. Y mucho menos en nombrar al bueno del Doctor Manhattan en un ardid para poder hablar de Watchmen.
@Viajerosnoche le dedica un especial a #Avatar y aprovecho para revisar lo que dije de ella en 2009, ¿cambio de opinión? Share on X
Lo que sí sé es que trece años más tarde he vuelto a ver Avatar. Si en 2009 no me gustó, en 2022… no sé qué decir. Por eso, he grabado el pódcast de Viajeros. Puedes escucharnos en las siguientes plataformas:
iVoox:
Spotify
Conclusiones
Como siempre, agradecemos los comentarios, los votos y que compartas nuestro contenido para así poder seguir creando. Hasta puede que consigas que ya no me cruce a la otra acera al encontrarme con reseñas antiguas como esta. Milagro milagroso.
En definitiva, siempre agradeceré que Viajeros de la Noche me dé una oportunidad de revisar obras que ya conocía y encontrarles una nueva lectura. Puede que, algún día, se lo encuentre a Avatar. Al menos, tendré mi blog por aquí para arreglarlo.
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