The Witcher: The Nightmare of the Wolf es la precuela de la serie basada en los libros de Geralt de Rivia. Fuente. |
Los cuentos nunca mueren, siempre se recrean desde miles de ópticas distintas, y así logran la inmortalidad. Esa es una cuestión que nos queda clara con el escritor polaco Andrzej Sapkowski y la historia del Brujo, un personaje marginado que, a cambio de un par de monedas, caza monstruos en un mundo de corte medieval que juega con los puntos principales de los cuentos de hadas y, a su vez, entre juegos cronológicos y saltos temporales, nos cuenta cómo su protagonista Geralt de Rivia se está convirtiendo en el último monstruo.
De tal palo, tal astilla. Fuente. |
Dioses y monstruos
El año pasado leí El último deseo, el primer libro de la Saga del Brujo de Sapkowski y vi la primera temporada de la serie The Witcher (aparte de echar alguna partida a Wild Hunt, el emblemático videojuego del personaje), así que no soy el mayor conocedor de la franquicia, pero sí que he disfrutado de algunos aspectos de este oscuro mundo de fantasía. The Witcher: The Nightmare of the Wolf es un intento de expandir la franquicia en un formato transmedia, mediante una película de animación de estilo anime, que nos narra la historia de Vesemir, el maestro de Geralt de Rivia que conoceremos en la segunda temporada de la serie protagonizada por Henry Cavill.
El director Kwang Il Han, habitual del cine de animación para Netflix, nos transporta a una historia de orígenes que sirve para aumentar el lore visto en la serie y agregar diferentes aspectos que empezamos ya a ver en la obra principal (la marginación, los complots, el destino de los brujos...). El guion de Beau DeMayo, quien ya escribió para la serie live action, encaja nuevos elementos de los libros, a la vez que concibe su propia mitología a partir de los retazos vistos en los libros de Sapkowski. The Nightmare of the Wolf nos cuenta cómo el joven brujo Vesemir se convirtió en quien es y cómo busca cuál es la naturaleza de los nuevos monstruos que asolan su mundo, monstruos que parece que son dueños de la antigua lengua elfa. La raza de los bosques, que fue casi exterminada tras su guerra contra los humanos, puede tener un nexo con una serie de bestias que están asediando a los mortales. Pero ¿cuál es ese nexo? Mientras, en la ciudadela donde los brujos se entrenan para serlo, Kaer Morhen, nos aguardan las respuestas sobre el pasado de Vesemir y el futuro de los brujos, cuya labor ha llegado a un punto crítico: cada vez hay menos monstruos que cazar y, cuando ellos acaben su trabajo, serán los siguientes monstruos que deban ser exterminados, ya que son considerados aberraciones, como defiende lady Tetra en la corte del rey.
El pasado de los brujos
Como vemos, la premisa de la película es muy interesante, aunque no logre siempre el impacto deseado al ir demasiado rápido en su narración (y eso que dura hora y veinte...). El gran problema de la ficción actual (para mí) está en cómo se aprieta el acelerador, como si todo el mundo tuviese prisa, como si creadores y espectadores tuviesen algo mejor que hacer. Quizá con más escenas y más calma, el film hubiese logrado golpear donde debía.
Y es que el mayor inconveniente de The nightmare of the Wolf (y que también llegué a notar en la serie principal) es que echo en falta el empaque que Sapkowski le da a sus relatos, es decir, cómo capta la nostalgia y la melancolía de un mundo que se acerca al precipicio. La trama de la película de animación tenía mucho potencial y, aunque hay momentos muy acertados, como la despedida de los amantes, algunos otros no sorprenden tanto como deberían (la revelación del plan de los brujos) o no resultan tan dramáticos como deberían ser (la bruma que hará de Vesemir una especie de Hércules cegado por Hera o un Logan que ha caído bajo el hechizo de Mysterio).
Un brujo contra los monstruos. Fuente. |
El lector de esta reseña habrá apreciado ya que hay ciertos saltos temporales en la trama (como en los libros). Para aquellos que se sintieron confundidos con los saltos de la primera temporada de The Witcher, la prolepsis y analepsis de la película de animación resultan más convencionales, narrando el presente y el pasado de Vasemir, pero sin llegar a confundir en ningún momento.
Argumentalmente, la serie conectará con la segunda temporada. Recordemos que dado el auge de las plataformas, Netflix necesita su propia franquicia de éxito y ha decidido que The Witcher sea esta, teniendo pronto también una serie live action a modo de precuela, más allá de la serie que sirve de cabecera. Esto hace que Netflix deba currarse su producto.
Por si hay algún despistado que piensa que por ser cine de animación tendremos una obra edulcorada, es todo lo contrario: hay sangre, gore, decapitaciones, muertes atroces… Todo para reflejar ese aire de fantasía oscura que impregna los libros. La película asume riesgos y Netflix cuida de otra pieza más que puede ser clave para su supervivencia en la guerra de las plataformas de streaming. Esto se ve en el reparto, que también se ha cuidado mucho este apartado. Contamos con las voces de actores como Theo James (visto en la saga Divergente) como Vesemir, Lara Pulver (nuestra eterna Irene Adler) como la sombría Tetra y Graham McTavish (El Hobbit) como el brujo Deglan, entre otros. Y podemos apreciar ese cuidado también en la música de Brian D'Oliveira, que funciona bien a la hora de mantener el estilo visto en la composición de la serie principal.
Es así cómo el diseño
de los personajes encaja bien con el visto en la serie, teniendo la posibilidad
de recrear a las criaturas con más fuerza si cabe, aunque quizá algunas ambientaciones
o efectos cojean un poco (véase la apertura de los portales). Si bien la animación
oscila entre puntos sobresalientes como los movimientos de Tetra o la acción,
hay algún instante donde está menos fluida y se percibe un menor logro, debido a la necesidad de tirar por los efectos generados por ordenador.
Póster de Nightmare of the Wolf. Fuente. |
¿Necesaria precuela?
Algunos lectores se preguntarán si es necesaria ver esta película para continuar la serie live action y mi respuesta es que pienso que aporta bastante al lore del mundo de Geralt como para prescindir de ella. Dura poco más de una hora y cuenta un importante suceso del pasado que da pie a algunos eventos que veremos seguramente en entregas venideras. Por otra parte, habrá quienes no vieron la serie o no les gustó, y considero que esta película de animación es una correcta obra de fantasía oscura que puede hacer las delicias del espectador que busca una obra de esta índole.
Y es que The nightmare of the Wolf, como la primera temporada de The Witcher, es una obra entretenida, que suma al trasfondo de las aventuras de Geralt de Rivia y, aunque con fallos, consigue que viajemos una vez más a esa oscura recreación de los cuentos que nos propuso Sapkowski en su saga literaria.
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