Nuevo martes de microterror y nuevo microrrelato que os dejo por aquí. En este caso, un poco más extenso de lo habitual, pero creo que esta fábula lo merecía. Creo que el amor a Borges sigue presente en ella y, por supuesto, ¿cómo olvidar al bueno de Poe? A ellos pertenece todo lo bueno, a mí todo lo malo.
A menudo, los microrrelatos surgen de golpe, pero este ha llevado más tiempo del que pensaba.
¡Espero que les guste!
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