Bienvenido a los Estados Unidos. Fuente. |
¿Qué es un Dios? ¿Podemos siquiera saber si existen? La gente cree en cosas, lo que significa que son reales. Eso significa que sabemos que existen. Entonces, ¿qué fue lo primero: los dioses o la gente que creyó en ellos?
A Murder of Gods empieza con una de esas historias en paralelo que sabes que van a cabrear a más de uno de esos racistas que piensan que si un inmigrante viene a tu país hay que abrir fuego, porque ellos tienen mucha fe en su visión de dios (su "noble patria") y no tienen ninguna en la visión humana de la gente. Estamos en la frontera entre México y Estados Unidos, ese lugar donde algunos quieren imponer muros y bendicen a una guardia armada hasta los dientes, y seguimos la historia de unos inmigrantes cuya fe en Jesucristo les mueve a través del desierto, en la noche. Sin embargo, van a cruzarse en su llegada a Estados Unidos con su propio salvador y con su condena, y por mucho que alguien muera por sus pecados, las historias se repiten. Es interesante, pero la hipocresía es un concepto bastante humano y no nos extraña (o no debería) que muchos que siempre hablan de creencias, rezar y celebrar sus fiestas, luego sean los primeros que hablan de matar a inocentes bajo el pretexto de la ley y el prejuicio. Acaso, ¿un inmigrante o un refugiado no representa esa necesidad de ayuda hacia el que tu dios, supuestamente, debe sentir misericordia? ¿Qué fue del buen samaritano? ¿Es la mentira que todos nos creemos para dormir más tranquilos?
Después de este arranque que me ha recordado mucho a la genial y, a veces, salvaje ironía de la serie Tan muertos como yo, Bryan Fuller y su equipo reanudan la historia de Shadow y Wednesday tras su encuentro con Mr. World, Media y Technical Boy en el anterior episodio. La trama ya está clara, el señor Wednesday está reclutando a los antiguos dioses para enfrentarse a los nuevos en una guerra que ya ha empezado y está perdiendo. Shadow es su hombre y Wednesday no está dispuesto a perderlo, por mucho que su guardaespaldas se esté percatando de que no todo es tan fácil como parece, que más que dioses, estos son auténticos mafiosos cuyas afrentas son tomadas como ofensas para todo su panteón y que nos lleva a que la búsqueda de las antiguas divinidades, como Vulcano, tengan que ser prioritarias, por mucho que Shadow crea que ha vuelto a ver a su mujer muerta, Laura Moon.
Y hablando de Laura, se inicia una subtrama bastante interesante de ella junto al Leprechaun y a Salim, el taxista que ya habíamos conocido en episodios previos. La serie va uniendo caminos y elementos que bien parecían autoconclusivos. Salim quiere encontrar al genio que le cambió la vida, el Leprechaun desea recuperar su moneda de la suerte y Laura quiere a Shadow, su luz, e incluso se pregunta: ¿debo resucitar? Es una parte con algo más de humor, porque los tres personajes son joyas, pero sus dudas, tan humanas, no nos son ajenas.
La parte final del capítulo se centra en la llegada a Vulcano, un pueblo que vive de su industria, una visión de las fábricas muy cercana a aquel Tolkien que detestaba estas. Por mucho que la ironía de nuevo de Tan muertos como yo brille durante el segmento donde conocemos a sus trabajadores y nos sorprenda a qué se dedica esta fábrica, lo mejor está también cuando conocemos a todos esos habitantes que han hecho del fascismo de las armas su mejor creencia, con todo lo que eso supone. ¿Qué hay más estadounidense que el hecho de portar un arma? Muchos se preguntarán eso y es lo que vemos durante este segmento donde se nos presenta a un Vulcano convertido en una fuerza de la naturaleza que forjará una espada capaz de matar a un dios.
No quiero decir mucho más del episodio para no desvelar en demasía. Inmigración y posesión de armas, dos de los temas más importantes de los Estados Unidos de hoy y, tal vez, de siempre. El capítulo posee un inicio y un cierre que conectan y resultarán sumamente polémicos en Estados Unidos, ese país donde la hipérbole y la sátira de Fuller y Gaiman tal vez puede que no sea bien recibida. Sin embargo, la crítica y el poder de la serie no pueden ser negados en ningún momento, incluso cuando cae en el lado más visceral como la maldición de Wednesday. No obstante, en este sexto capítulo estamos hablando de matar dioses y eso siempre duele.
Vi el capítulo. Y debo decir que me gusta lo desafiante de Laura, a las reglas, a nivel de desafiar a la muerte con su incompleto regreso a la vida. Ha desafíado a Anubis, quien realmente parece un dios.
ResponderEliminarInteresante lo de Vulcan.
Claro que duele la muerte de un dios. Da entender que nadie, nada, escapa a la muerte. Por eso es más admirable Laura.
Saludos.
Laura, Leprechaun, Wednesday, Shadow, Media... Quería empezar diciendo "Laura es mi personaje favorito" y lo es, pero ¡los demás también! Es una gran serie y con una gran carga crítica. ¡Gracias por tu comentario!
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