Personas increíbles
Cuando les dije una y otra vez a los estudiantes que vislumbraba en ellos un potencial increíble, no estaba marcándome un farol. Creo en ellos y espero que, hagan lo que hagan, sean lo que quieran ser. No tenemos más vidas que esta y más vale que vivamos la vida que queremos vivir en vez de aquella que otros se empeñan en que vivamos.
Un ejemplo de esas ganas de comerse el mundo eran los alumnos de segundo de bachiller. Les hablé de cómo era la prueba de acceso a la universidad, la carrera y todos esos temas que tanto les preocupa, como me preocuparon a mí cuando tenía su edad allá por 2009. Lo más importante es la tranquilidad, todos pasamos por eso y al final nos damos cuenta que ha valido la pena.
Existen diferentes formas de estudiar, mucho tipo de profesor, distintas carreras, becas, experiencias, oportunidades… Y no dudo de que hallarán lo que deseen y, en un tiempo, serán ellos los que hablen de su enriquecedora experiencia. Recordad que sois jóvenes y que merece la pena serlo, recordad canciones como Teenagers (no se escriben canciones buenas sobre cosas que no merecen la pena).
¡Mucha suerte, compañeros! Comienza pronto una nueva batalla, pero es una de esas de las que no hay que huir. Creedme.
Una promesa
Con el grupo de cuarto año pude charlar sobre mi faceta creativa. Hablamos de proyectos como Ad Infinitum o Las Chicas Steampunk, las posibilidades de publicación (tradicional, autopublicación...), la ruptura de los viejos paradigmas editoriales, el emerger de las ideas, las musas y la constancia, por qué leer cómics, qué libros me han marcado, autores que hicieron que mezclase mi realidad con la ficción, los géneros que suelo escribir...
Mientras les hablaba, pensaba en cómo había sido tener su edad y las cosas que hice en mis últimos tres años de instituto, entre ellas, escribir La Historia, esa novela de la que tantos he hablado, dividida en varios volúmenes (más de tres mil páginas merecen una división en partes o una luxación de hombro si se conserva en solo en un ejemplar). La Historia narra gran parte de lo que viví en esa época, aunque con monstruos, misterios, héroes, villanos... Y es que escribir ficción durante mi vida me ha permitido ser muchas cosas y ser esa saga es algo de lo que me siento orgulloso y agradecido por esa época de mi vida en el instituto.
En 2017 se cumplen diez años desde que empecé a escribir La Historia, así que les dije que intentaría que se publicase la primera parte ese año. No sé cómo ni cuándo, pero a la labor de terminar Hollow Hallows ahora se suma la corrección de este primer acto de la mejor forma que pueda. Lo merecen y sé que lo voy a disfrutar.
Principios de juntaletras
La charla terminó con la respuesta a una última pregunta: “¿cómo recuerdas tu paso por el instituto?” (la mejor pregunta para un cierre, ahora que lo pienso).
Como habréis leído alguna vez en la columna de El Juntaletras contra el Mundo, recuerdo mi paso por Las Veredillas con mucho cariño; de lo contrario, no habría acudido a darles una charla.
Hubo momentos tristes en los que sentía que no encajaba en ningún lugar (¿no es eso ser adolescente?), pero hubo instantes que lo cambiaron todo, instantes en los que tuve el apoyo de profesores y conocí a nuevos amigos (muchos de ellos aún lo son, ¡los veo el martes!) que me enseñaron más del mundo de la música, la literatura, los cómics… Tuve muchas vivencias que ahora son historias que rememoro de vez en cuando, pero que me entregaron La Historia, incluso este blog (fijaros en la fecha de la presentación) y una vida de la que no me arrepiento. Es un regalo de un valor inimaginable, os lo juro.
Un servidor en la obra de teatro de 2008 que hicimos para despedir el primer año de bachiller. |
Recuerdo y cristal
No obviaré algo muy bonito, un detalle que siempre tendré presente: el centro me regaló un cristal tallado con su logo y nombre como recuerdo. Ahí tuve que contener alguna lagrimilla (yo, un tío duro como sabéis, que solo se emociona con la muerte de Mufasa, Cinema Paradiso, Star Wars o el final de Harry Potter… ejem).
Fue maravilloso y no dudéis que, cuando tenga uno de esos despachos de escritor tipo Stephen King (con pilas de libros que rozan el cielo y montones de papel que amenazan la ficción), lo colocaré en un lugar que lo presida, aunque ya lo haga desde donde escribo estas palabras ahora, y siempre será el punto desde el que inicie la historia de cómo me convertí en lo que soy.
Podemos ser cualquiera
Ayer aprendí una cosa: hay regresos que siempre emocionan y por los que doy las gracias. Este es uno de ellos.
Fuente. |
Agradezco tanto a su profesorado por seguir luchando cada día, por defender que la educación pública es una educación de calidad, como a sus alumnos por seguir creciendo y haciéndose las preguntas que siempre les conducirán por el camino que deseen tomar hacia un futuro valioso. No mentiré: disfruté mucho de su calidez, su bondad y poder ofrecerles mis palabras, porque escribir es un trabajo solitario, pero tener encuentros con personas que se interesan por la creación, compensa todo.
No me olvido de Elsbeth que sabía que, aunque yo entrase con algo de miedo (¿qué podía contarles que significase algo?), saldría con una inmensa alegría, sintiendo que había ayudado a estos jóvenes y que ellos me habían ayudado a mí.
Para finalizar, como era El Día del Libro, les di un pequeño fragmento de El Amnios Natal de Alan Moore, unas frases que significaron mucho para mí y definen mi forma de pensar y, pese a que hablan de una edad, creo que en realidad nos describen en cualquier momento:
“Los diecisiete años son como el oro, lentos y calientes en el cálido borrón borracho de la multitud cabeceante y descorazonada. Y soñamos que somos personas que salen en canciones. Nos chupamos las mejillas como estrellas de cine con escenas sin diálogo en cada escaparate junto al que paramos. Vestimos nuestros humores como frases estampadas en camisetas: chillones, agresivos… Pero que rápidamente pasan de moda y son descartados. Todo es posible, hay un potencial glorioso en lo más profundo de nuestro pecho. Todavía no hay nada decidido. Todavía podríamos ser cualquiera”.
Una vez más, pero para finalizar con un eco que nunca se apague, muchas gracias por todo y espero regresar algún día con un ejemplar del primer volumen de La Historia. Os debo mucho y todo bueno. Contad conmigo. Mucha suerte.
Hasta pronto.
Tengo que terminar de ponerme al día con Hollow Hallows.
ResponderEliminarRecuerdos como esa charla son tesoros, el instituto y el colegio son fundamentales para nuestro desarrollo posterior, para bien o para mal. Yo tengo recuerdos agridulces de mi colegio y el instituto supuso para mí un soplo de aire fresco, asomar la cabeza al mundo.
Prometo que Hollow Hallows seguirá estando disponible en Wattpad mucho tiempo. Con esta historia, he aprendido que siempre hay alguien dispuesto a leer una historia, que era algo de lo que había empezado a dudar (¿por qué alguien querría leerme entre el mar de grandes historias que están disponibles?). Ha sido para mí una forma de ganar algo de seguridad y siempre recomendaré la experiencia de compartir algunas historias de esta manera. Así que como fiel lectora que sé que eres, que sepas que Hollow Hallows sigue así y, como gran escritora que eres, que sepas que siempre está Wattpad y otras formas para compartir novelas, relatos... todo lo que desees. Aquí tienes un lector.
EliminarRecuerdo con cierto cariño el colegio y el instituto, aunque siempre existen esos momentos agridulces, aunque al final siempre encuentras cosas que lo compensan mucho más. Si ahora eres feliz y has conseguido lo que quieres (ser escritora), el camino ha merecido la pena, por muchos baches que hayan habido.
Mucho ánimo con todo y muchas gracias por tu comentario :)
Me alegro mucho de esta experiencia que has vivido, de verdad de la buena, tengo claro que tu sueño poco a poco se irá haciendo realidad, te lo digo como Oráculo no por decir, eres un ejemplo de constancia, de esas personas que podrá decir ``Es simple, si quieres algo consíguelo´´
ResponderEliminarUn abrazo!!
Muchas gracias por tus palabras. Ha sido un encuentro que ha valido mucho la pena y, más que ayudarles a ellos, siento que ellos me han ayudado a mí.
EliminarMe emociona saber que alguien piensa eso de mí. Espero que sí, que el sueño se vaya haciendo cada vez más real. Es algo por lo que vale la pena luchar y agradezco profundamente tener a gente como vosotros que me apoya en esta batalla.
Gracias por tu comentario.
P.D.: Insisto, deberías haberme dado una pista de quién eres... :)