Si las cosas van mal, escribe.


¿Qué más puedo decir más allá del título de esta columna?

En las últimas semanas, os he hablado en diversas ocasiones de El arte de Neil Gaiman escrito por Hayley Campbell (hija, por cierto, de Eddie Campbell, el extraordinario dibujante de From Hell, de Alan Moore). He extraído diversas citas para compartirlas con vosotros, pero incluso así, me temo, no llego a transmitir todo lo que ha significado este libro para mí, de ahí esta columna de El Juntaletras contra el Mundo que he escrito para este domingo.

El arte de Neil Gaiman no solo ha resultado ser una lectura estimulante y colmada de información interesante sobre el autor de Stardust, sino que también ha hecho que me replantee, por ejemplo, mi actitud y mi deseo de ser escritor. Lo importante no es tanto el ansia, sino convertirla en el acto de escribir sin alejarte de ese amor por contar historias. Si nunca escribes y acabas historias, jamás serás escritor. Serás un soñador con ínfulas. Pase lo que pase. Hay que materializar nuestra fantasía, nuestro deseo.

Hablando de este asunto, no puedo ignorar una de las historias del libro que más me han llamado la atención, porque, sin duda, me ha hecho reflexionar. Implica al guionista Roger Avary, coescritor del libreto de Pulp Fiction, y Neil Gaiman. Ambos son amigos desde los tiempos en que se intentó adaptar The Sandman en los ´90 y trabajaron bastante bien en el guion de Beowulf, dirigida por Robert Zemeckis. Y, pese a las luces, esta es una historia sobre todo lo malo de la vida y como el arte de escribir puede salvar tu cordura.

Avary estuvo involucrado en un grave accidente automovilístico; su esposa resultó herida y otro acompañante falleció. El guionista terminó en la cárcel debido a su peligrosa conducción bajo los efectos del alcohol.

Tiempo después, Hayley Campbell entrevistó a Avary para su libro sobre Neil Gaiman. Las palabras del hombre tras Killing Zoe fueron las siguientes:
“No se alaba lo suficiente por ella [su ética profesional], ni por lo que me dijo cuando entré en una depresión total a causa de ese accidente tan horrible: “Escribe, Roger… escribe”. Y eso hice, y juro por Dios que me salvó la cordura y me sacó de un infierno por el que espero que los demás no tengan que pasar, pero es una condición humana tan vieja como la propia humanidad. Neil me salvó. Eso es indiscutible”. 
Fuente
Y, una vez más, Neil Gaiman tiene razón. Avary cometió un gravísimo error, una acción terrible y seguramente imperdonable, y su vida se convirtió en una tragedia, pero el arte  y Neil Gaiman también le salvaron la vida al recordárselo: escribir puede ayudarte. ¿A qué vale la pena recordarlo? Para mí, sí.

Nos perderemos, nos hundiremos, la mala fortuna nos ahogará, el destino nos destrozará en mil pedazos, el ánimo se quebrará, las lágrimas caerán, las pesadillas se convertirán en nuestro hogar... Y, aún así, deberemos resistir, deberemos enfrentarnos a lo más aciago que caiga sobre nosotros, deberemos mantenernos contra viento y marea, incluso sabiendo que lo más seguro es que caigamos, pero tendremos que recordar las palabras de Thomas Wayne: "¿Por qué nos caemos? Para aprender a levantarnos". La ficción, una vez más, salvándonos.

He hallado consuelo leyendo El arte de Neil Gaiman, el volumen primero de Skulduggery Pleasant y el nuevo tomo de El Caballero Luna. He encontrado consuelo escribiendo todos esos proyectos y novelas de las que os hablo hasta aburriros. Y he encontrado consuelo en esos pequeños actos de piedad y amor que mueven el mundo, esos que, aunque todo se vuelva funesto, aún hacen girar este mundo y este momento, porque las cosas cambian y no sabremos qué vendrá, pero no podemos hacer otra cosa que seguir luchando. Afrontaremos las horas más oscuras esperando que el amanecer valga la pena.

No estoy pasando buenos tiempos, las cosas están yendo mal, pero me queda la literatura, tanto en su forma de lectura o su forma creativa. No tengo el tiempo que desearía, pero cada vez que puedo escuchar canciones de mis grupos favoritos a la hora de escribir, edito algún texto para la web cultural donde trabajo o escribo algo más de mis relatos o historias… siento que hay algo que me dice que no deje de escribir, que no deje de vivir, que no deje de intentarlo.

Pero aunque siempre sostengo que el arte es lo más grande que tenemos, no puedo olvidarme de que también hay cosas tan cruciales o incluso más, como el amor y el cariño. No quiero sonar cursi o ñoño (o no más de lo que ha sonado), pero quiero dar las gracias a todas las personas que ayudan a mi familia en estos momentos, a mi familia también, a los amigos, a la persona que más quiero… A todos. No encuentro suficientes palabras para agradecéroslo, pero, escribiendo, ya ayuda.

Os deseo a todos lo mejor. Gracias por estar ahí.

Y si las cosas van mal, escribe.

Fuente

6 comentarios:

  1. Este comentario va a sonar mucho sin venir a cuento, pero bueno, no lo puedo evitar, xD
    ¿Esa última imagen es de The Tatami Galaxy? Es que me lo parece, pero tengo la duda, xD. De todas formas, es otra serie muy recomendable; sobre esa serie que te comenté (Over the Garden Wall), ayer vi anunciarla en boing, no sé cuando la pondrán, pero parece que no tardarán mucho, espero que la doblen bien y que no censuren cosas...

    P.D: demasiada ñoñería he leído yo aquí, pero quizás no me hagas caso, porque soy un amargado, xD.

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    1. Sí... Demasiado amargado suenas, ponte a escribir.

      Me apunto el anime.

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  2. Me llama la atención la coexistencia del renacimiento y de las intrigas políticas de los Borgia. ¿Cómo podía haber tanto arte en un época tan convulsiva? Leyendo tus citas a Neil Gaiman, podría responderme tal vez por eso.
    Estoy tentado a creerle que es cierto, que ese algo en que puede ayudar escribir.
    Es un desafío escribir, sin que el arduo esfuerzo de hacerlo arrebate el amor por contar historias, Tal vez ayude a pensarlo como una sublimación, como una aproximación a conseguir lo imposible.

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    Respuestas
    1. Las épocas convulsas pueden lograr algo fundamental y es que el artista encuentre historias perfectas para estos momentos. Los ´80 consiguieron generar obras como V de Vendetta, una repulsa al avance de la derecha de Reino Unido.

      Solamente nos queda, pues, escribir.

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  3. Tal vez sea una pregunta obvia pero ¿Sandman fue dibujado para parecer a Neil Gaiman?

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    1. En los primeros diseños se parecía a Bowie, pero más adelante se fue readaptando según cada artista que visitaba la serie. La gracia es que sí, que cierto parecido tienen.

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