Hoy es cinco de noviembre y está lloviendo.
Como cada cinco de noviembre, desde hace casi diez años, recuerdo esta fecha por muchos motivos. Hoy, que se celebra la Noche de las Hogueras en Reino Unido y se recuerda a la figura de Guy Fawkes (aunque sea quemando muñecos con su imagen), me acuerdo de V de Vendetta y todo lo que significó ese cómic para mí; sin ir muy lejos, no solo plagó mi mente de nuevas y complejas ideas, es el cómic que me enamoró de los cómics. ¿Cómo no guardarle cariño por algo así? Y por más cosas.
¿Por qué es tan importante que escribiese que está lloviendo? Porque he recordado uno de lo momentos más hermosos del cómic, cuando Evey es liberada de todas sus cadenas y está bajo la lluvia, cuando la tormenta la golpea hasta convertirla en alguien nuevo, en algo mejor. Una metáfora perfecta, unas viñetas conmovedoras. Y es que V de Vendetta es una de esas historias que te alcanza el corazón y quiebra tu mente para hacer que salga algo mejor de ella.
Sería fácil recordar solo cada cinco de noviembre un cómic así, pero lo mejor es que se puede recordar en muchas situaciones: en los días de lluvia, cuando escuchamos una canción como Sympathy for the devil, cuando sentimos el yugo de nuestros opresores, cuando decidimos defender una idea en vez de quedarnos callados, cuando luchamos por no ser miserables y por crear cada día un mundo nuevo y mejor...
Otro de mis momentos favoritos: V ante la Justicia. |
Por motivos así, considero a Alan Moore mi escritor favorito, por ser capaz de contarnos cómo una idea puede enfrentarse a un sistema y revolucionar incluso el mundo real, pero sin olvidar a los seres humanos, sus emociones, deseos, miedos, fallos, aciertos... Y me encanta que David Lloyd pudiese darle la vida a esa revolución con sus dibujos. V de Vendetta es un cómic que vale siempre la pena descubrir, porque siempre vale la pena cambiar el mundo.
Sin haber leído V de Vendetta no habría podido leer tantos maravillosos cómics y libros, sin haber leído V de Vendetta no podría saber cómo un cómic puede hacer que las cosas sean mejores y sin haber leído V de Vendetta no podría escribir historias donde las personas son tan importantes como los valores que sustentan.
Gracias a Alan Moore y a David Lloyd, porque no olvidamos el 5 de noviembre ni los días de lluvia... ni cómo las ideas son a prueba de balas. La V sigue dibujada en la pared, nada podrá borrarla.
Qué gran momento el de la liberación de Evey... y qué homenajazo el tuyo a semejante obra maestra. Muy buena suerte y ánimo con esa ponencia, qué pena no estar por esos lares, seguro que te sale genial.
ResponderEliminar¡Muchísimas gracias, Jorge! Creo que todos los juntaletras tenemos autores que nos encantan y que siempre sentimos que estamos en deuda con ellos y no sabemos como agradecérselo, y a veces se nos ocurren cosas así. Sobre la ponencia, al menos intentaré subir el texto o algo para los que no podáis verlo. ¡Muchas gracias!
EliminarSin duda, uno de los mejores cómics. Hace un año o dos tuve la suerte de poder ir a ver una conferencia/presentación de David Lloyd en Barcelona, en la cual se habló de la semejanza del mundo en V de Vendetta con el nuestro (entre muchas otras cosas).
ResponderEliminar¡Qué suerte poder estar en esa conferencia!
EliminarA raíz de esto, me temo que si en los ´80 el mundo ya era sombrío y de ahí apareció V, deberían surgir más obras tan arriesgadas y revolucionarias como esta ahora, visto el contexto de injusticias y malestar que estamos viviendo. Siempre he pensado que la cultura y el arte pueden cambiar el mundo y V de Vendetta es uno de sus mayores exponentes. Habrá esperanza mientras se siga leyendo.
También fue interesante hablar de lo que les influyó a ellos a la hora de crear la historia y de como esta ha influido en otras tantas cosas y sobre cómo ha cambiado la celebración del 5 de noviembre, en la cual siempre se había celebrado la derrota a un villano y ahora se ve con otros ojos.
EliminarMe recuerda ese cambio a esa frase que hay en algunos pubs ingleses y dice algo así como: "Guy Fawkes, el único que entró con intenciones honorables en el Parlamento". Qué genios.
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