Este
es uno de esos cortometrajes a los que doy importancia debido a los últimos
meses de mi vida.
Mi
Trabajo de Fin de Grado, una especie de pequeña tesis para terminar la carrera
de periodismo, se tituló: “El cuarto poder ante la cámara. La visión del
periodista en el cine estadounidense desde los años ´70 hasta el presente”, que
debe ser uno de los títulos más largos de la historia. Básicamente, iba sobre
eso: cómo el cine ha retratado a los profesionales de la información después
del Caso Watergate.
No
obstante, también tuve que buscar en películas anteriores y documentarme sobre
las primeras películas donde un personaje de los medios de comunicación
aparecían. Tal vez, solo medio, la prensa, en aquella época.
Charlot,
periodista (Making a living) de 1914 es seguramente el primero o uno de los
primeros, según lo que he descubierto últimamente, films que muestra a un periodista en el mundo de los fotogramas. También es, según algunas fuentes, el primer corto de Chaplin.
Este cortometraje de poco más de diez minutos presenta sin necesidad de verborrea (que aprenda el cine actual) la historia de un tipo que se hace pasar por un ricachón (Chaplin, ¿cómo no?) y que acaba trabajando en un periódico donde su rivalidad con un auténtico periodista se acrecentará cuando este pobre diablo le roba la exclusiva al “profesional de la información”. Todo ello termina como terminan los grandes cortos de Chaplin: caos, música que se vuelve loca y situaciones grandiosas.
Este cortometraje de poco más de diez minutos presenta sin necesidad de verborrea (que aprenda el cine actual) la historia de un tipo que se hace pasar por un ricachón (Chaplin, ¿cómo no?) y que acaba trabajando en un periódico donde su rivalidad con un auténtico periodista se acrecentará cuando este pobre diablo le roba la exclusiva al “profesional de la información”. Todo ello termina como terminan los grandes cortos de Chaplin: caos, música que se vuelve loca y situaciones grandiosas.
Curiosamente,
a los periodistas se nos presenta como seres capaces de preguntarle a una
persona herida cómo está, sacarle fotos, y no pedir auxilio con tal de tener la
exclusiva. Tema que tocarán, entre otras películas, El gran carnaval y Mad city
por poner dos ejemplos.
Y
es que los periodistas en el cine son un tema que yo considero bastante
interesante. Una demostración más del poder del séptimo arte para ilustrar al
público aunque sea por medio de la sátira y la comedia en muchas ocasiones.
Me callo ya, que soy un pesado.
¡Os
dejo con este corto, disfrutadlo!
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