Crítica de Pacific Rim; Guillermo del Toro juega a dioses y monstruos


Es sencillo: él se cansó de esperar a aquel niño neozelandés y aquel juguete que ya parecía maldito. Ya no quería jugar con hobbits, dragones y enanos. Por el camino, apareció otro chaval que le habló de “nuevos juguetes” el 3D y nuestro niño intentó rendir tributo a Lovecraft, pero no encontró nadie que jugase con él por lo que decidió coger sus robots de juguete y enfrentarlos a sus monstruos de plástico en su bañera. Aquel niño se llamaba Guillermo del Toro y aquella tarde de verano se llamó Pacific Rim.
La última película de Guillermo del Toro (o del Todo, por la cantidad de proyectos en los que está metido) nos propone un homenaje a la ciencia ficción, la película de monstruos japonesas, el manga, la acción y todas esas cosas que de niños nos hacen soñar y luego cuando crecemos… también (a muchos). Algunos temíamos que Guillermo cayese en un film descerebrado sobre mechas gigantes zurrando a bicharracos, pero en cambio nos recuerda que detrás de la película hay un director (como en la escena donde la pequeña huye por una ciudad arrasada).
La influencia manga y anime en el film se nota.
Los héroes.
Pacific Rim no mola porque las escenas de lucha estén bien dirigidas (aunque quizás se abuse de la noche o la lluvia), sino porque hay alma (dividida en dos hemisferios con sus recuerdos) y el alma crea tensión consiguiendo que el público empatice y se lo pase bien con los demonios personales de Raleig Beckett y Rinko Kikuchi (Raleigh y Mako), el pasado de Pentecost (un Idris Elba que parece que con un grito se cargaría a cualquier monstruo), el punto cómico de los científicos como Newton o Gottlieb o los problemas de los Hansen, padre e hijo de otros personajes. Es eso lo que hace que dos seres creados por ordenados nos gusten y es algo que muchos directores y guionistas, por desgracia, olvidan.
La mejor escena, la más humana.
La historia puede que esté cargada de ciertos clichés o estereotipos, pero esto tampoco es negativo, los estereotipos son formas de facilitar la narración, estribillos que nos permiten contar mejor los relatos al no tener que empezar desde cero. No obstante, ¿no es acaso una película disfrutable, con algunos giros y escenas interesantes, con un diseño de producción enorme, buenas actuaciones y música? Estos ingredientes permiten que Pacific Rim parezca tener más alma que la mayoría de los blockbusters actuales y por eso nos lo pasamos bien del cine y acabamos comentándola al salir.
Uno de los grandes enfrentamientos.

Ron Perlman vuelve a interpretar a un humano en
un film de Guillermo del Toro.
Guillermo del Toro ha optado aquí por liberar a su niño y aunque pueda olvidar la poesía de El laberinto del fauno o Hellboy 2, el director mexicano no olvida la calidad que le ha convertido en un autor de lo más recomendable (entre esas cosas, hay marcas de la casa como la aparición de Santiago Segura o del personaje de Ron Perlman, ese traficante de monstruos tan carismático).
Pese a que la película no se hace lenta, sí se nota que el clímax final no alcanza los niveles de combates previos y puede haber ciertos detalles predecibles, pero no por ellos menos disfrutables. Puede que haya alguna incoherencia como que los alienígenas no se vean venir el tema del agujero, que el robot del padre e hijo no vuelva a la vida o no se hagan ataques con más elementos como aviones de combate, pero eso es querer ser algo tiquismiquis en mi opinión.
Pacific Rim nos recuerda a cuando éramos pequeños y cogíamos nuestros robots y monstruos y jugábamos sin cesar. Nos recuerda que a veces es bueno tener el corazón de un niño como lo tiene Guillermo del Toro[1]… o un jaeger o un kaiju como colegas de vez en cuando. Eso nunca está mal.









[1] Esperemos que no en un frasco de formol como decía aquella cita mal atribuida al amigo Stephen King.

3 comentarios:

  1. La mejor película de este verano, que ya comenté en mi propio blog. Si llegan a hacer una secuela, confío en que saldrá mejor, o por lo menos igual de buena que esta.

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  2. No he leído esa entrada por tu blog, así que ahora me pasaré.
    Yo me lo pasé bastante bien con ella.
    Gracias por el comentario.

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  3. A mi "Pacific Rim" me encantó. Visualmente es impactante, y me asombré con cada toma, cada fotografía, cada detalle. Las escenas de acción son maravillosas porque SE ENTIENDEN (a diferencia de lo que hace Mr. Michael Bay en sus películas).
    Por sobre todo, me gustó la idea de la cooperación internacional y que no sea “Estados Unidos” el único país capaz de salvarnos de una invasión.
    Toda la historia es una excusa para homenajear a las clásicas películas japonesas de monstruos. Muy entretenida.

    Te invito a mi propio análisis de "Pacific Rim" en mi página: http://on.fb.me/1eDPh4L

    También aprovecho a invitarte a que me sigas en mi página para más novedades de cine, entre otras cosas:

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    ¡Saludos!

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