Banner de El Señor de los Anillos, una de las historias que más me ha influenciado. Fuente. |
Harry Potter y la Piedra Filosofal me enganchó a la
literatura hace once años, cuando yo tenía precisamente unos diez u once años.
Luego, decidí probar con El Señor de los Anillos. ¿Cómo no iba a tener nada de
lo que yo escribiese cierta influencia de Rowling o Tolkien? ¡Hasta mi lista de la
compra tiene un mapa, en plan Tierra Media! ¡En mis exámenes firmo como Carlos,
hijo de Elendil!
A parte de
cosas tan tontas como convertir mi nombre en Carlos J. Eguren (esa inicial
pérdida, deudora de J.R. Rowling, Phillip K. Dick, George R.R. Martin y el
propio J.R.R. Tolkien), La Historia -esta cosa que estoy tecleando desde hace
meses (y, en realidad, años)- tiene su influencia del maestro de maestros.
Aprovecho el especial Tolkien de mi blog y mi sección habitual para hablaros de
este tema.
Tolkien
nunca escribió de vampiros, al menos en su sentido estricto (creo que a algún
villano sí lo nombró de una manera parecida, pero era uno de tantos apelativos)... pero
encuentro en la obra del profesor muchas cosas buenas que sería de tonto no tomar.
La semana
pasada, en esta sección, os decía que me gustaba la manera de describir del
autor de El Señor de los Anillos. Ahora, lo reafirmo. La capacidad imaginativa
de Tolkien es estupenda. Es capaz de describirnos algo como si lo estuviera
viendo. He intentado imitarle, aunque sin tanta gracia y temo que he caído en
las ironías del maldito Terry Pratchett al que tanto adoro.
También
admiro su capacidad para construir un relato donde ninguna pieza llegue a
fallar y quepa más de una lectura. He intentado encontrar también eso en La
Historia y, por el camino, he deseado hallar la épica aunque no esté creando un mundo nuevo como él, sino un mundo dentro del nuestro que tiene muchas cosas diferentes.
En cuanto a
mis personajes, intento que, como los de Tolkien, puedan ser queridos por el
lector, que la gente tenga más de un héroe o villano favoritos. Creo que si
consigo eso, puedo darme con un canto en los dientes (eso sí, ¡debe doler!).
No quiero
alargar esto, no quiero decir que el estilo de Tolkien y el mío son
completamente diferentes (para mi desgracia, seguramente), no quiero decir que no creo que alcance a crear un
nuevo género como Tolkien, no quiero decir que mi obra jamás será recordada
como la suya… Y lo estoy diciendo.
Lo que sí me gustaría decir es que alguna
vez pasase esto que me ocurrió hace poco…
YO: ¿A qué
mundo de ficción os gustaría ir?
AMIGA 1:
Harry Potter.
AMIGA 2. Mundo
de DC.
[…]
YO: El Señor
de los Anillos y el Universo Marvel.
Me gustaría
que algún día, esta conversación tuviese lugar y alguien dejase caer el nombre
de La Historia. Creo que significaría que lo he hecho bien y lo que escribo significa
algo para alguien a parte de mí.
Como curiosidad, temo que
Tolkien me influenció aunque de forma indirecta. Los libros que compré en su
día (mejor dicho, me regalaron), tenían asociados colores. El primero era
verde, el segundo azul y el tercero rojo. Desde entonces, cualquier trilogía
como La Historia las imagino con esos colores. No les busquéis sentido.
Además,
releyendo las 3225 páginas me encuentro con partes donde nombro las películas o los libros de El
Señor de los Anillos. Recuerdo incluso un párrafo donde nombré la música de la entrada a Moria de forma incorrecta y un lector de La Historia (cuando era un guion cinematográfico) me corrigió.
Cosas nuestras.
J.R.R. Tolkien es uno de los autores más importantes del Siglo XX y nunca podré dejar de rendirle homenaje a él y su obra aunque sea con la mía propia. Muchas gracias, profesor.
PD.: Si algún despistado se acaba de sumar, este es un reto de reescribir un guion de 3225 páginas a formato novela y transformarlo, por tanto en eso, una novela. Esta
semana he reescrito unas 521 páginas de 578, es decir que he hecho un 90% del Primer Acto. Ahora, en global, he hecho un 16% (algo es algo). He escrito unas sesenta páginas en la última semana: en formato novela, voy por la 491. ¡El fin (del Primer Acto) está cerca!
¡Maldito! >.< Cada vez que leo una de tus entradas me entran ganas de entrar a tu casa y leer lo que estas escribiendo (claramente todo esto lo haría como un vulgar ladrón, no mejor como Catwoman que los ladrones corrientes los atrapan enseguida)
ResponderEliminarHola, Mari =D
EliminarMuchísimas gracias, espero conseguir eso con más gente jaja No sabía que esta sección casi de desahogo personal acabase gustando tanto a los lectores.
Pues estás invitada a ser la Catwoman de mis textos jaja o la Irene Adler, otro personaje a reivindicar jeje
Muchísimas gracias por tu comentario, no sé si te imaginas todo lo que animan tus palabras. Disculpas por tardar en responder, he estado liado con el especial y las cosas de clase.
Un saludo. =)
Yo tambien espero que lo publiquen para decir que me gustaría habitar en el mundo de la historia que estás reescribiendo.
ResponderEliminarCon Tolien como referente nada malo puede salir. Gran escrito. Adoro esta sección.
Mucho ánimo con la reescritura.
Hola, Pedro =)
EliminarMuchísimas gracias a ti también por tus palabras. Creo que ese es uno de los mayores halagos que se puede dar a un escritor de este tipo de historias.
Sobre Tolkien como referente, espero que los señores de la Tierra Media te escuchen jeje
Me alegro de que te guste la sección, gracias por los ánimos y tus palabras. Hasta la próxima visita =D
Bueno, solo puedo decir (como dijo Mari) que tengo ganas de entrar a tu casa y leer lo que estas escribiendo. Porque cada vez que leo estas entradas me entre más y más ganas de echarle una miradita jajaja No tengo dudas que será algo genial.
ResponderEliminar¡Promete que me firmarás el libro cuando lo publiques y yo lo compre! jajaja
¡Besotes, Carlos!
PD: ¿Qué es la J? jajaja
Hola, Marifer
EliminarMuchísimas gracias por tu comentario, me alegro de que te hayas unido al club de Irene Adler en cuanto a mis historias. jaja Se agradece muchísimo, algo estaré haciendo bien.
Lo prometo, aunque no prometo que alguien llegue a editar esto algún día jaja.
Muchas gracias por tu comentario y por los ánimos.
P.D.: La J es un resquicio secreto a la vista de todos jaja.