Críticas de cine: Kill Bill. Vol. 2

Después de que la Novia se haya vengado de varios miembros del Escuadrón Asesino Víbora Letal, la psicópata se dispone a terminar su vendetta matando a los últimos que quedan y, por fin, a… Bill.

Críticas de cine:

KILL BILL. VOL. 2

Póster de Kill Bill. Volumen 2. Fuente.

Director : Quentin Tarantino.

Guionista: Quentin Tarantino. Personaje de La Novia: Quentin Tarantino y Uma Thurman.

Intérpretes principales: Uma Thurman, David Carradine, Lucy Liu, Daryl Hannah, Michael Madsen…  Consultar el resto delreparto en IMDB

Música: Varios.

Nacionalidad: Estados Unidos / Japón.

Duración: 137 minutos.

Año: 2004.

Género: Drama, acción, épico.

“Tu lado siempre fue solitario”

BILL.

Kill Bill.Vol. 1 era cine de acción exagerado, inundado de homenajes y sangre… Era otro tipo de cine a lo Tarantino. Kill Bill. Vol. 2 puede ser menos “kill”, menos masacre indiscriminada, pero es más Bill, el personaje que eclipsa la historia… Es decir, más profundización en los personajes, más "el Tarantino de siempre"... Y al final, Kill Bill. Vol. 2 parece que salda las deudas (juego de palabras del título).

Póster de la secuela de Kill Bill.
Fuente.

Si muchos se quejaron de la superficialidad de la primera película (no me encuentro en ese grupo), en esta segunda parte (¿o es la segunda mitad de la misma película?), Tarantino se dispone a profundizar en los personajes: la Novia, Budd, Bill, Elle… Varios personajes que descubrimos que tienen un pasado o que su vida no es como desean.

La trama es interesante. El Escuadrón Asesino Víbora Letal se dispone a enfrentarse a su final. Cada uno de sus miembros, con nombre de serpiente, ha ido cayendo bajo la amenaza de la Novia y ahora seremos testigos del por qué, además de los duelos finales. Todo por venganza, porque todos son villanos y porque la redención parece nula para estos antihéroes.

La importancia de la estética, los homenajes, coreografías de lucha, diálogos, fetiches, escenas memorables (como la de la tumba o el duelo final)… Siguen ahí, todo lo bueno de la primera parte, además de añadir lo mejor de ese loco encantador que es Tarantino, que se dedica a entablar grandes detalles para disfrutarla una y otra vez (como los ecos de la historia que hay con el cuento que narra Bill, que la primera vez que lo veamos ante la Novia esté jugando a fingir su muerte o su frase de “nunca me he portado bien, peque”).

El cruce de Bill y la Novia. Fuente.

Esta es, sin duda, la película de Bill. Si en la primera película sólo escuchábamos a David Carradine, ahora lo vemos desde la primera escena. Si Uma Thurman es la musa de Tarantino y una gran protagonista que hace que le perdonemos cosas como “Batman y Robin”, aquí está Carradine demostrando que se merece ser el gran villano. Bill y la Novia son dos villanos que no pueden evitar sembrar la muerte a su alrededor, por eso se quieren, por eso se hacen sufrir, es su modo de ver el amor o evitar el dolor incluso a su pequeña, B.B.

Además, como fan de los cómics, debo escribir que Carradine nos regala uno de los mejores monologos sobre un superhéroe que ha habido jamás y es sobre Superman. Quizás sólo las frases de Tarantino sean la mejor adaptación del personaje que hemos visto a la gran pantalla y uno de los mejores homenajes al mundillo del cómic... Y no es gratuito, como dicen por ahí: sirven para retratar al personaje de La Novia.

Alrededor de estos personajes giran otros, entre lo ridículo y épico, como Budd, encarnado por un Michael Madsen capaz de hacer que sintamos asco de ese tipo, pero también cierta piedad de este hazmerréir, ese vaquero crepuscular. Mientras, Elle Driver representa la ira pura y dura, que se nota bastante durante la batalla entre la Novia y ella en una de las escenas más memorables de la película.

Y, pese a ser una historia de venganza, Tarantino huye de la moralina estúpida y demás. Quien se queja de la violencia no se da cuenta de que es presentado de una manera tan irreal que no se la puede tomar en serio. Él, Tarantino, hace lo que le dé la gana (su gusto por los diálogos, el guiño, la ironía…) y si lo disfrutas, bien y si no, te fastidias.

Todo esto es lo que hace que, cuando te encuentras con esta película y empiezas a verla, no puedas dejarla. Es como una droga que te pide que sigas y sigas con la mirada clavada en la pantalla donde vemos desfilar esos gustos de Tarantino ya desde los créditos, como en la primera parte.

La lógica del film. Fuente.

Si bien el principio puede parecer más tedioso, donde hay más minutos es en el último capítulo: el cara a cara, el enfrentamiento con más diálogo que acción, porque Tarantino decide jugar sus cartas de una manera diferente. Bill y la Novia comparten algo más de lo que creemos a primera vista.

Por el camino, Tarantino deja buenas ideas como qué es un guerrero sin su enemigo o una filmación atrevida que roza desde la producción barata, el western e incluso el videoclip, pero siempre marcado por su peculiar sello, a destacar en escenas como el entrenamiento con Pai Mei.

Resumiendo, “Kill Bill. Vol. 2” es buena hasta los créditos finales, donde Tarantino homenajea dos veces a sus grandes pasiones. Primero, con esas imágenes de sus personajes con la canción “Malagueña salerosa” (porque Tarantino es capaz de mezclar música disco y flamenco, sí); después, con unos créditos dignos de película clásica o incluso, en algún detalle, de serie B.

Este espectáculo, que siempre nos retrotrae al silbido de Elle Driver, nos hace pensar en que quizás Tarantino regrese un día y haga ese prometido volumen tercero seguido de un cuarto donde contar la venganza de Elle, Sophie Fatale y Nikki, la pequeña hija de Vernita Green. Pagaré por verlo.

“Kill Bill”, sin duda, salda la deuda, pero abre otra que, quizás, Tarantino visite en el futuro… Si es que lo hay para ese monstruo que siempre será la Novia.

“Clark Kent. Superman critica así a toda la raza humana”-

BILL