24-12-2010
Primero, fue el nuevo robot de juguete. Después, fue un montón de coches de juguete. Más tarde, varios videojuegos. Así hasta cerca de cien regalos de Navidad.
El niño estaba asombrado.
Sus padres se sentían felices habiendo dejado a su crío anonadado con tanto regalo. Como siempre, no tardaron en ponerse a discutir sobre quién había dejado más sorprendido a su crío.
El niño se sentía confuso, ¿dónde demonios estaba la felicidad envuelta con un bonito lazo rojo? Odiaba a Papa Noel, nunca le traía lo que realmente quería.
Imagen de dominio público. |
El niño estaba asombrado.
Sus padres se sentían felices habiendo dejado a su crío anonadado con tanto regalo. Como siempre, no tardaron en ponerse a discutir sobre quién había dejado más sorprendido a su crío.
El niño se sentía confuso, ¿dónde demonios estaba la felicidad envuelta con un bonito lazo rojo? Odiaba a Papa Noel, nunca le traía lo que realmente quería.
Hey!
ResponderEliminarLa verdad es que para un niño que los padres ni le conozcan como para poderle regalar lo que verdaderamente quiere el niño es un poco chungo...
A mi de pequeñaja me gustaba la Navidad ir a ver a los Reyes Magos y eso, pero después mis padres pasaban de llevarnos así que la Navidad se convirtió en una fecha donde se tiene regalos a lo grande... Pero bueno... Siempre me han gustado las navidades hacer el árbol y todo eso =)
Así que me gustó su microrrelato! Está muy bien! Por cierto también tengo ganas de leer algo que prometió que colgaría por estas fechas =)
Mucha suerte con todo y feliz navidad!
Elsbeth Silsby.
Hola, Elsbeth.
ResponderEliminarSi esperas la felicidad envuelta en un lazo rojo, lo más seguro es que esperes hasta el final de los tiempos esa felicidad. No creo que este niño tenga suerte, pero casi nadie la tiene. Cosas que pasan.
¿Regalos? Pero ¿dónde está lo que necesitas para ser feliz realmente?
Muchas gracias por tu comentario y tu tiempo, como siempre.