Las luces de septiembre: Carlos Ruiz Zafón y los comienzos

«El mar lo devuelve todo después de un tiempo, especialmente los recuerdos».

Carlos Ruiz Zafón fue una figura insólita dentro del panorama literario español. Más allá de las pasiones u odios irracionales que despertó, es indudable que estaba más cercano del sentimiento de los autores del Romanticismo y el resto de la literatura del XIX, que de los grandes superventas del XX o XXI, y eso que él mismo se convirtió en uno de ellos gracias al Cementerio de los Libros Olvidados.

En 1993, Carlos Ruiz Zafón inauguró su inesperada Trilogía de la Niebla con El príncipe de la niebla, novela que muchos leímos en el instituto. No sabía entonces que sus dos siguientes obras, El palacio de la medianoche (1994) y Luces de septiembre (1995) formarían un tríptico donde se exploraron ideas que se llevarían a la perfección con Marina (1999), última obra para un público más juvenil antes de dar su salto a una literatura más orientada a un público adulto, pero que mantenía todos los temas ya tratados en sus anteriores obras: La sombra del viento, que se convertiría en un fenómeno sin parangón en nuestras letras.

Luces y niebla

Enmarcar Luces de septiembre en la trayectoria de Carlos Ruiz Zafón no es baladí, ya que en esta novela vemos de nuevo muchos elementos que ya había tocado en sus anteriores obras y que tocará en sus siguientes escritos. Protagonistas jóvenes, ambientes oscuros, mansiones decadentes, la oscuridad de la guerra, las sombras como fuerzas del mal, los espejos como puertas a otros mundos, la obsesión por la inmortalidad, la creación de autómatas…, incluso el luciferiano Andreas Corelli aparece en sus páginas.

Crítica de Luces de septiembre, tercera entrega de la Trilogía de la Niebla de Carlos Ruiz Zafón Share on X

Luces de septiembre narra la historia de la familia Sauvelle. Tras la muerte del padre, Simone y sus hijos, Irene y Dorian, viajan hasta la mansión Cravenmoore, en la costa, donde la madre entrará al servicio del misterioso juguetero Lazarus Jann.

Una serie de misterios alrededor del filántropo, antiguas leyendas sobre el faro cercano y los secretos que se esconden en pequeños frascos que guardan las sombras más terribles del alma son los elementos que hará que arranque esta aventura que, vista a distancia, es un experimento más de un Zafón que todavía se estaba preparando para sus mejores títulos.

crítica-carlos-ruiz-zafón-las-luces-de-septiembre
Hablamos de Las luces de septiembre, novela de Carlos Ruiz Zafón, y lo que supuso en su trayectoria literaria.

Las historias de Zafón

No es extraño que al conocer a Corelli que veamos a aquel misterioso ser que hacía pactos en El príncipe de la niebla o en esos autómatas diabólicos a los que intentó traer a la vida Mijail Kolvenik en Marina. Es más, la impresión que tengo cuando leo esta trilogía es estar ante un greatest hits de un Zafón que, como amante de la música, todavía tenía por componer sus mejores historias.

Sin ser un mal libro, Luces de septiembre sí es una historia simple en la que no nos aguardan grandes momentos inolvidables, como sí podíamos encontrar en Marina, que quizá sea la cuarta (y «apócrifa»), entrega de la Trilogía de Niebla, un epílogo que recogió y trascendió lo ya escrito hasta el momento.

Luces de septiembre tiene problemas argumentales claves, como, por ejemplo, que muchos de sus enigmas son resueltos por Lazarus Jann en largos monólogos y no por la familia Sauvelle o el marinero Ismael, enigmas que, por cierto, sonaban a ya conocidos por el seguidor habitual de Zafón y más que previsibles para el público profano. Pero se le perdona siempre y cuando se acepte el espíritu de aventura que impregna sus frases.

Reseña-Luces-de-septiembre
Hablamos de la tercera entrega de la Trilogía de la Niebla de Carlos Ruiz Zafón.

Un guion de una película que no existe

El propio Carlos Ruiz Zafón reconoce en su prólogo, tras releer años después de su primera publicación, que la novela tenía más de guion cinematográfico que de libro. Recordemos que, por aquel entonces, Zafón vivía en Los Ángeles, intentando ganarse la vida como guionista y, en efecto, hay mucho de película en su novela y quizá menos de lo que desearíamos de libro. Y Zafón tiene razón.

Pese a ese defecto, hay mucha vivacidad en sus páginas, una vivacidad que nace más de la exaltación de los sentimientos que de un pensamiento frío y lógico. Algunos no lo entienden, los mismos que hacen fuerte la idea de que el deporte nacional de nuestro país es la envidia.

Lo que he de reconocer es que, como lector que crecí con sus libros, siempre es un placer volver a sus mundos y recordar cómo el autor catalán nos hablaba sobre el amor por los libros, el deseo de aventuras, el amor roto y las sombras proyectadas por bestias, algunas humanas o inhumanas, que siempre nos rodean con su manto ajado.

crítica-luces-de-septiembre-carlos-ruiz-zafón
Un misterioso faro es uno de los escenarios de esta novela juvenil de Carlos Ruiz Zafón.

Conclusiones

Como siempre, Carlos Ruiz Zafón hace homenajes a sus autores favoritos en Luces de septiembre. De un modo velado, a Edgar Allan Poe, de un modo literal a Víctor Hugo, algún guiño al Moby Dick de Herman Melville y, sobre todo, en el aire fantástico, a E. T. A. Hoffmann, el cual es referenciado incluso con el apellido de uno de sus personajes. Esto hace que, en un panorama donde la novela juvenil se ha vuelto cada vez más simplona, al menos la obra de Zafón siga siendo una puerta abierta a los grandes autores que hicieron que en la oscuridad, conociésemos a los monstruos.

En conclusión, como al propio mes al que alude la novela, Luces de septiembre es una historia que habla sobre principios, pero también finales, sobre los primeros amores y los pactos con el diablo que todos hacemos cada día. En definitiva, es un buen acercamiento a la literatura de Carlos Ruiz Zafón y, aunque lejos de títulos como Marina o La sombra del viento, es indudable que sin esta historia no existirían aquellas. Sin septiembre, nunca tendremos final. Ni nuevos comienzos.

Suscríbete y recibirás una guía de dónde empezar con las grandes obras del género fantástico

Consentimiento *

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Puedes comentar mediante nick, anónimamente o con tu cuenta de correo o similar. No almacenamos ninguna información.

¡Muchas gracias por tu comentario!

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

Sobre el blog

Los textos pertenecen a Carlos J. Eguren salvo cita expresa de los autores (frases de libros, comentarios de artistas...), siempre identificados en el post. El diseño de la imagen de portada pertenece a Elsbeth Silsby.

Si deseas compartir un texto, ponte en contacto con nosotros para hablarlo. Si quieres citar un fragmento, incluye la autoría.

Muchas gracias.

Carlos J. Eguren. Con la tecnología de Blogger.