Como ya comenté cuando hablé de la serie Arcane, muchos utilizan el término «obra maestra» a la ligera. Esto hace que pierda efecto, que se vuelva baladí. Sin embargo, tanto en la serie basada en el videojuego como en la película Spider-Man: Into the Spiderverse, su uso está más que permitido, al igual que en Across the Spider-verse, secuela de la magnífica cinta cinematográfica de 2018, y toda una oda al género fantástico.
El origen de Miles Morales
En el capítulo Anthropology 101 de la serie Community, el actor y cantante Donald Glover aparecía con un pijama de Spider-Man. Su personaje de Troy, el eterno inmaduro, quedaba ligado así al Trepamuros, pero del modo más inesperado.
Brian Michael Bendis, que llevaba casi veinte años guionizando el Spider-Man Ultimate (es decir, la versión «actualizada» del Trepamuros), decidió dar un golpe de efecto inspirado en ese fotograma de Community.
Peter Parker, el Spider-Man de varias generaciones, fallecía al final de Ultimate Fallout, pero daba pie a un nuevo Trepamuros, un joven negro de origen latino, Miles Morales, el Spidey de una nueva generación.
Y, sin saberlo, Bendis estaba haciendo su mayor contribución al superhéroe arácnido. Renovarse o morir, no quedaba otra.
El origen del Spider-Verse
En 2015, Dan Slott, uno de los guionistas más prolíficos de Spider-Man, decidió tomar una idea a medio camino entre los extraños crossovers de la serie de animación de los ’90, las Crisis en Tierras Infinitas deceítas y los especiales multidoctor de Doctor Who, y nacía así el Spider-verse.
Nuestro Peter Parker (¿o era Otto Octavius?) hacía frente nuevamente a Morlum, el villano presentado por J. M. Straczynski, pero también a toda su vampírica familia, dedicados a cazar a los avatares de Spider-Man de todo el multiverso. Comenzaba así una odisea por varios cómics donde se presentaba a las diferentes variantes de Spiderman.
La llegada de Morales al cine
Cuando Sony llegó a un pacto con Marvel Studios para compartir a Spider-Man en la gran pantalla, se reservaron una carta: adaptar a Miles Morales y el Spider-verso a la gran pantalla en animación.
Y, por suerte, aparte de triunfar en el debut del videojuego de PS4, Morales se transformaría en todo un hito gracias a la magnífica Spider-Man: Un nuevo universo (Into the Spiderverse). Phil Lord y Chris Miller, los guionistas, pudieron recrear el mundo del arácnido y hacer una carta de amor al cine de animación, los cómics y las buenas historias.
Reseña de Spider-Man: Across the Spiderverse: el multiverso contraataca Share on XY así se dio paso a una trilogía que sería completada por Spider-Man: Across the Spider-Verse y Beyond the Spider-Verse. Dos películas rodadas al mismo tiempo, como El Señor de los Anillos o Piratas del Caribe, recuperando una tradición de ambición que parecía ya perdida. Este año hemos podido ver la segunda parte y, aparte de ser mucho mayor y más espectacular, consigue algo que consiguen muy pocas secuelas: ser una obra maestra.
En honor a Spider-Man
Spider-Man: Across the Spider-Verse es una película emocionante, llena de energía, un impulso que hace que a nivel de animación sea una auténtica joya. Cada estilo artístico que retrata a cada personaje funciona a la perfección y hace una reflexión profunda sobre el poder de la cultura audiovisual en el siglo XXI. Es fascinante como un personaje nacido en 1963 sigue siendo tan fresco en 2023, cuando cuenta con sesenta años a sus espaldas.
Cada una de las escenas es maravillosa y cada uno de sus fotogramas bien valdría estar en un museo, como ya han señalado otros críticos. Se lo debemos a Joaquim Dos Santos, Kemp Powers y Justin Thompson, los tres directores que toman el relevo de los tres de la primera parte, y que dirigen a todo un equipo en estado pletórico.
El objetivo de esta secuela era crear una de esas películas que adaptan el formato del cómic en la gran pantalla de un modo único, pero también su espíritu y, además, da un paso más allá en el mundo del séptimo arte. Esto no es sencillo y es fascinante cómo lo consigue Across the Spider-Verse con una fuerza y una aparente naturalidad inusitada.
Un paso más allá
En esta secuela se retoman varias hebras de la telaraña que habían quedado sueltas al final de la primera. Un Miles Morales que lleva ya un tiempo enfrentándose a supervillanos de segunda como la Mancha, echa de menos a los amigos que hizo en la primera parte.
Será Spider-Gwen la que vuelva y haga que Miles descubra que existe una Sociedad de Spider-Men liderada por Miguel O’Hara, el Spider-Man del Universo 2099, quien busca preservar la línea temporal de las posibles rupturas del Canon (el juego con el concepto de canon y algoritmo es fantástico). Pronto, Miles se enfrentará a amigos y enemigos en su propio camino.
Puede que a Across the Spider-Verse le pese su prólogo-resumen (aunque la perspectiva de Gwen es sobresaliente) y la sensación de ser una segunda parte que acaba dejando con ganas de más (mucho más), pues varias tramas se quedan pendientes de la tercera, pero es de lo poco que se puede achacar a la película.
Sin embargo, no soy de los que cree que cuenta poco, sino que cree que cuenta lo que cuenta de un modo excepcional y con una energía que la convierten en una película inagotable y un canto de amor hacia el género de las aventuras y los superhéroes, tan maltratado en los últimos años.
Ritmo y energía
En las últimas semanas, he leído críticas que se quejaban de que la película es abrumadora y deja exhausto al espectador. Y me pregunto: ¿cuál es el problema? Mientras haya una conexión emocional, ¿qué más da? Curiosamente, los que se quejan son los mismos que también expresan su decepción con otra cuestión: que hay partes aburridas. ¿En qué quedamos? ¿Abrumadora e hiperactiva o tediosa y aburrida? Y es que Across the Spider-Verse es tan adelantada a su tiempo que es normal que no sea disfrutable por aquellos que decidan cómo debe ser el cine a su imagen y semejanza.
Esta película es para un público joven (de cualquier edad), deseoso de vivir grandes aventuras, de creer en la ficción durante sus dos horas, vibrar con su música, sentir lo que sienten sus personajes, igual que aquellas largas tardes de viernes en las que devorabas todos los cómics con los que te habías hecho ese día.
Y, pese a todo, también está el espíritu clásico de la tragedia: Miles se enfrenta a su destino y lo que debe ser, como Edipo y otros que cayeron en el error trágico del héroe o hamartía. Y contra eso, poco puede hacerse.
Música, animación y actuaciones se suman para crear en Across the Spider-Verse no solo una magnífica película, sino también una experiencia que nos recuerda la grandeza de la ficción y más en tiempos donde todo parece que está perdido. Renovarse o morir, no queda otra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Puedes comentar mediante nick, anónimamente o con tu cuenta de correo o similar. No almacenamos ninguna información.
¡Muchas gracias por tu comentario!