Si estáis siguiendo las noticias, sabréis que Tenerife ha sido visitada por la calima (imaginad una apocalíptica tormenta de arena roja), que ha coincidido con los carnavales, que dos barcos han chocado, que ha habido varios incendios y que han pillado un nuevo caso de coronavirus con su consecuente cuarentena.
A veces, no podemos impedir que la tinta de nuestras historias se llene de realidad. De ahí nace este microrrelato de este nuevo martes de microterror.
Debería añadir que el visionado de las películas de Vincent Price, entre ellas las dedicadas a versionar a Edgar Allan Poe, y la relectura de este autor, junto a algunos de sus descendientes como Clive Barker también han influenciado, junto al clásico tópico del memento mori.
Muy evocador, y esas palabras al final fuera la cereza del pastel jajajaja.
ResponderEliminar¡Gracias, compañero!
EliminarHay algo de ambigüedad en ese final. Pareciera como que el personaje desea encontrarse con esa mujer, de la que huyó-
ResponderEliminar¡Graaaaaaaaaaaaacias!
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