Cosas que leo: "Desaparecido. 3" de Kei Sanbe

Corre, Satoru, que todos sabemos que esto va a acabar mal. Fuente.

"¿Hinadzuki... llega tarde?"

Lo único bueno (o una de las pocas cosas buenas, vaya... Ya sabéis de mi humildad) de que me leáis menos por el blog es que, si yo estuviera colgando todo el día lo que voy leyendo, ya os habríais cansado de verme hablar de manga, manga y más manga. Sí, sigo leyendo varias cosillas, pero este año, he iniciado varias series japonesas. Intentaré contenerme y aprovechar el blog para variar un poco de temática (no lo prometo; escribo mientras, desde la mesa, me hace ojitos Twenty century boys).

Vamos, que he terminado el tercer tomo de Desaparecido y estoy con ganas de ver de nuevo el fantástico anime para comparar qué subtramas han cortado (o acortado) en la adaptación, porque, por ahora, me parece bastante fiel. Frente a Tokyo Ghoul (que, a partir del tomo ocho del manga, la serie era bastante diferente), no recuerdo grandes diferencias entre el anime y el manga de Desaparecido.

Portada del tercer volumen, editado por Norma. Fuente.

¿De qué va Desaparecido? 

Un chaval de veintitantos, Satoru, tiene el poder de viajar un par de minutos al pasado y evitar accidentes. Esto debería ser genial, pero la vida de Satoru, como frustrado creador de manga, da bastante pena y malvive como repartidor de pizzas. Una visita de su madre, tras que Satoru tenga un accidente, le hace recordar al chaval un par de tragedias que ocurrieron en su infancia y que tienen que ver con un asesino en serie y diversas desapariciones de compañeros de su clase... A continuación, la traumática muerte de un ser querido hará que Satoru sufra un viaje inesperado al pasado, a los años ochenta, y siendo un crío (pero con los recuerdos de su versión adulta), decide cambiar el futuro, evitar la muerte de los críos y atrapar al asesino.

Llamativo cuanto menos, ¿eh?

En este volumen, Satoru se enfrenta a volver al presente y tener que aceptar sus fracasos tras intentar evitar la muerte de su amiga de la infancia, Hinadzuki, en el pasado. El último revival, la experiencia que le hace viajar en el tiempo, no ha salido nada, pero que nada bien. Eso sí, desde la actualidad, encuentra inesperados aliados que le permiten ir sacando una teoría sobre quién podría ser el asesino de su madre y varios de sus amigos en la infancia. 

En este tomo, su autor Sanbe se pasa más rato con las posibilidades, las teorías y las persecuciones que conducen a un "cliffhanger" que nos obliga a seguir leyendo. Si bien, aunque reconozco que la línea temporal de 2006 es más que necesaria, por puro hedonismo lector sigo disfrutando más de la niñez de los personajes. No obstante, la serie es estupenda. 

Advertidos estáis: os tienen que gustar los dramones. Si solo queréis una serie de peleas y cosas así, id a por otra cosa. Aquí hemos venido a esta serie para leer y pasarlo mal, soltar lágrimas y maldecirnos porque nos guste sufrir. 

En conclusión, "Desaparecido" es un "thriller" perfecto para todos aquellos que crecimos con It y nos quedamos un poco huérfanos con Death Note, sin olvidarnos de los tipos a los que nos encantan las paradojas temporales.