El inspector Marlott deberá descubrir cuál es la conexión entre unos brutales crímenes y la obra literaria de Mary Shelley en: "The Frankenstein Chronicles". Fuente. |
En 2018 se han cumplido doscientos años de la publicación de Frankenstein de Mary W. Shelley, una autora que estaba destinada a cambiar todo un género (el terror) y crear otro (la ciencia ficción), a través de las meditabundas reflexiones del arrepentido doctor Victor Frankenstein, un científico que jugó a ser Dios, como Prometeo, pero robando la llama de la vida, y que pronto contempla las sombras de su creación con esa criatura que lo primero que halla en el mundo es el odio y la incomprensión de su padre.
La fuerza del mito de Frankenstein no se ha hecho esperar. Desde que surgiese en la Villa Diodati de Byron en aquella noche donde también emergió El Vampiro de John William Polidori, Frankenstein ha pisado, con mayor o peor fortuna, las tablas del teatro y también ha impregnado con sus rayos la noche del celuloide con diversas adaptaciones, destacando la versión muda de Thomas Edison, la clásica versión de James Whale (y su secuela) o el interpretado por Robert De Niro en la adaptación de Kenneth Branagh (y no olvidemos al magistral Rory Kinnear de Penny Dreadful). Cómics, videojuegos y otros campos no han podido resistirse a la historia de este monstruo, este hermano para todos aquellos que somos diferentes y ahora vuelve a recorrer las calles de un Londres desolado.
Una de las últimas adaptaciones es The Frankenstein Chronicles..., aunque dudamos de que podamos hacer del todo una referencia al concepto de "adaptación". Es más bien una ficcionalización donde en el Londres previctoriano, el detective Marlott comienza a investigar unos cruentos asesinatos: aparece una niña con señales de haber sufrido una salvaje operación; cada miembro es de un crío diferente, como si alguien hubiera intentado crear a su Frankenstein. Pronto, la investigación de Marlott le lleva a visitar a autores como el artista y visionario William Blake o la propia y genial Mary Shelley en busca de un salvaje científico que está a punto de demostrar qué es la vida infinita.
De trasfondo tenemos el debate de la ley de anatomía inglesa, los ladrones de cadáveres, las creencias religiosas, las enfermedades (como la sífilis), el galvanismo, la hipocresía, la pobreza, la esclavitud y la prostitución infantil, y la marginalidad al borde del infecto Támesis. Es más, puede que este background llame más que la propia historia principal en algún momento.
Monstruos
The Frankenstein Chronicles se compone (por ahora) de una sola temporada de seis episodios de casi una hora (disponibles en Netflix), aunque queda abierta la posibilidad para una secuela que nos narre qué será de estos personajes tan imperfectos (secuela que parece que ya ha sido rodada, por cierto).
Puede que su guion, a veces, peque de previsible y su estructura de flashbacks o voces en off que añaden información que se puede imaginar o ya ha sido vista, reste potencia al conjunto final, pero es una serie entretenida en todo momento, que se ve con rapidez y aporta algunos puntos interesantes al mito del hombre nacido de la muerte. Por lo demás, es una nueva visión sobre la historia de Frankenstein bastante interesante, que mezcla una investigación algo previsible con elementos de un monstruo que está por llegar: Jack el Destripador, que cometería sus asesinatos "oficiales" en 1888. Para los aficionados a lo macabro, la "biografía" perfecta sobre este asesino sigue siendo el cómic From Hell, que también jugaba con la idea de conspiraciones gubernamentales para ocultar crímenes, hecho que también toca The Frankenstein Chronicles.
El protagonista, John Marlott, es interpretado por Sean Bean que, como todo el reparto (Richie Campbell, Tom Ward, Anna Maxwell...), encarna a la perfección a su personaje, con mayor o menor coherencia para la época y siempre bajo la óptica de ficcionalización de la realidad. El mayor problema de Sean Bean es que parece para algunos un "spoiler andante", ¿lo es en esta serie? ¿Muere como en tantas otras películas o series? ¿Es un mártir como Ned Stark? Lo que sé es que de esta manera restaríamos mucho valor a su interpretación, por mucho que algunos señalen su encasillamiento.
Sorprende la puesta en escena de The Frankenstein Chronicles, que nos lleva a un Londres que todavía gime y grita como un niño al que desean llevar hasta su futuro, tal y como lo describe el primer ministro. Puede que la fotografía no sea tan romántica como la que viésemos en Penny Dreadful, pero, una vez más, sirve de máquina del tiempo para imaginar ese comienzo del siglo XIX en el que transcurre la historia. Atentos, por ejemplo, al uso que se hace en el último capítulo de la tocata y fuga en re menor, BWV 565, del maestro Johann Sebastian Bach en una escena que parece deudora de El Padrino (gracias a ese brutal montaje en paralelo durante la boda).
Y es que The Frankenstein Chronicles demuestra que, como el mismísimo monstruo, la historia creada por Mary Shelley a partir de una pesadilla, durante una noche junto a su hermana, lord Byron, Polidori y Percy Shelley continúa viva. Allá tormentas o no, la criatura sigue buscando a su amo y, nosotros, le buscamos en la noche, bajo la fría luz de la luna tan brillante como un escarpelo y ante la sombra tan profunda como la muerte... y lo que puede haber tras ella... ¿más vida?
Detectives, criminales y un Londres todavía hundido en la miseria son tres de los grandes componentes de la serie. Fuente. |
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