El Doctor dice adiós acompañado de un soldado de la Primera Guerra Mundial y el Primer Doctor. Fuente. |
"You wait a moment, Doctor. Let’s get it right. I’ve got a few things to say to you. Basic stuff first. Never be cruel, never be cowardly. And never ever eat pears! Remember – hate is always foolish…and love, is always wise. Always try, to be nice and never fail to be kind. Oh, and….and you mustn’t tell anyone your name. No-one would understand it anyway".
Cuando Steven Moffat anunció que abandonaba Doctor Who tras una última temporada y un especial navideño, muchos supimos que había llegado el momento esperado. Moffat ha tenido múltiples aciertos como guionista, pero ha sido más irregular como showrunner de la serie (sin ser catastrófico, eso sí). Sin embargo, esta última temporada y su epílogo, el especial navideño Twice upon a time, suponen una despedida por todo lo alto, más incluso cuando supone decir adiós a un Doctor que muchos hemos llegado a considerar uno de nuestros favoritos, el encarnado por Peter Capaldi, que más de una vez, ha salvado los guiones y elevado la serie.
Twice upon a time, más que como una última aventura del Doctor de Peter Capaldi, debe verse y apreciarse como una especie de epílogo de su última batalla contra los cibermen. El Doctor rechaza la idea de regenerarse y no es la primera vez que lo hace; más allá del Doctor de David Tennant, el primer Doctor ya presentó sus dudas y aquí tenemos una interesante paradoja que reúne al Doctor Doce (si no contamos con el War Doctor) y al Primero en medio de la Primera Guerra Mundial y con una extraña organización, Testimonio, que utiliza los viajes en el tiempo y toma los recuerdos de los moribundos; es decir, Testimonio se alimenta de la nostalgia y el cambio, como la propia serie, cuyo capítulo navideño, de una hora, se devora en un santiamén, ya sea por apoyarse en la música de un Murray Gold que resucita muchos de sus clásicos o desde ese inicio que nos lleva a más de setecientos capítulos atrás... El Doctor puede hacerlo y lo hace.
Adiós y hola
El especial de Navidad sirve como breve recorrido por el Doctor de Capaldi, desde esa TARDIS oscura y su guitarra eléctrica, hasta su carácter siempre cambiante y de talante rockero, que encontró un poco de esperanza en sus compañeras, Clara y Bill, y que se enfrenta a sus últimas horas con un aire melancólico, que nos lleva a recorrer antiguas aventuras, ya sea mediante menciones a otros doctores o la aparición de cierto dalek. Por tanto, este epílogo es un abrazo nostálgico a todo lo que es Doctor Who; un abrazo que disfrutarán sobre todo los fans que ven el inicio de un nuevo periplo en el horizonte..., pero también un cierre. Quien esperase una batalla final, puede llegar a sentirse decepcionado; quien aguardase un epílogo y viera los dos últimos episodios de la décima temporada como el cierre, disfrutará mucho más de este adiós.
Steven Moffat se despide la serie sin hacer grandes cambios ni entablar grandes luchas como en Trenzalore (ahí queda, a la espera, ese cameo del Doce en El día del Doctor). Una vez más, fija su mira en la muerte, los recuerdos y el destino. Puede que hubiese podido sacar más del Primer Doctor, con un estupendo David Bradley, pero cumple brevemente añadiendo al canon a esa sombra de la genial Bill y al estupendo personaje de Mark Gatiss, que merece la pena no ser descubierto en una crítica, sino en un propio episodio que ve su colofón en ese breve milagro de guerra, que hace que el Doctor siga protegiendo este mundo incluso cuando piensa que es hora de descansar en paz.
Por otra parte, Twice upon a time toma cierta decisión interesante: ¿qué pasaría en una historia de Doctor Who donde no hubiesen villanos ni plan maligno? No es una pelea más, es el hecho de aceptar una derrota o... puede que una victoria muy triste. Peter Capaldi, un actor asombroso que se ha convertido en uno de mis Doctores favoritos, se despide de todos con un triste monologo, uno de esos a los que nos ha acostumbrado en su deslumbrante paso por la serie, y más allá de los recuerdos, deja un par de consejo para su futuro yo, una dama de cabellos dorados que no duda en destruir la TARDIS sin querer, recordándonos al propio Capaldi cuando se regeneró y, sobre todo, a Matt Smith como el Once.
En este comentario he repetido muchas veces las palabras: "nostalgia", "adiós" y "despedida", tiene su motivo de ser, sin duda. Twice upon a time empieza con muerte, nieve, hielo y concluye con frenesí, fuego y pelea; conceptos que parecen antagónicos, pero se encarnan en ese ser que hace que las cosas buenas ocurran, ese personaje de cuento de hadas que es el Doctor, y lo mejor es que, como todos los cuentos de hadas, estos nunca mueren mientras haya alguien que los cuente. O un Doctor que siga huyendo. Y somos afortunados.
Noo soy un fan pero he visto algunas temporadas, de algunos Doctores. Bastante menos de los que han sido. He visto al primero y al cuarto. Al de la película intermedia y tal vez a todos los modernos.
ResponderEliminarCoincido con que Capaldi salvó mucho que no pudo hacer el guionista.
Es curioso que El Doctor no sea todavía melancólico habiendo visto el fin del universo, habiendo perdido acompañantes en más de una ocasión.
Tal vez, en cierta forma, necesita a sus enemigos.
Un hallazgo la aventura con el primero.
Interesante reseña.
Doctor Who es una serie que siempre invita a ser descubierta, así que te animo a seguir con los siguientes Doctores.
Eliminar¡Gracias por tu comentario y tu opinión!
Aunque me ha gustado este capítulo, y le han dado a Capaldi la despedida que se merecía (al contrario que Matt Smith, que le tocó un último mal capítulo y una regeneración demasiado brusca), tengo una pega, y es como han tratado al Primer Doctor. David Bradley lo hace de lujo, pero Moffat le ha puesto algunos diálogos machistas sin venir a cuento, he visto un par temporadas del Primer Doctor y nunca dice cosas como "el sexo débil" o da a entender que las mujeres tienen que limpiar; también es verdad que no he visto todas las temporadas del Primero, pero este me parece el mayor error que ha cometido Moffat en la serie, me parece una falta de respeto al Doctor que lo empezó todo, menos mal que ya se ha ido de la serie.
ResponderEliminarY eso de destruir la TARDIS cuando se cambia de showrunner no sé, vale que es algo simbólico, pero no tiene sentido que unas regeneraciones sean más destructivas que otras. Y ese final... me han gustado los primeros momentos de la Doctora, pero termina de una forma que me hace desear que la siguiente temporada llegue cuanto antes.
Y recuerda, no comas peras.
Yo también pensé que Moffat se pasó con el tema "machista" del Primer Doctor, más que nada porque tampoco es una cosa que me salté en demasía a la cara en los primeros seriales y más si consideramos su época. Creo que esa parte de la historia daba para mucho más; solo espero el regreso de Bradley en algún momento como el buen Doctor.
EliminarEn cuanto a la destrucción de la TARDIS, bien, pero ya lo hicieron con Tennant. Sobre lo que le ocurre a nuestra Doctora, bien, pero es lo que ocurrió con Smith y, un poco, con Capaldi. Esperaba algo más original, pero hey, crucemos dedos.
Así que... estamos de acuerdo. ¡Gracias por el comentario! ¡Saludos!
Lo que sí noté en los primeros seriales que he visto es que los personajes masculinos trataban con cierto paternalismo a los femeninos; pero una cosa es eso y otra las expresiones que ha escrito Moffat, han traído al Primer Doctor de vuelta, pero le han añadido un rasgo que no tenía, mal Moffat.
EliminarYo lo que espero es que en algún momento salga el tema del Valeyard en la serie nueva.
¿El primer Doctor machista? Que disparate. Si de quien se burlaba repetitivamente era del profesor de su nieta. A quien le cambiaba su apellido.
Eliminar@Urria, estamos de acuerdo. Creo que se han pasado demasiado con esos chistes y no han dejado "respirar" al personaje. Sobre el Valeyard, ojalá lo retomen de algún modo. Siempre me ha parecido un planteamiento muy interesante.
Eliminar@Demiurgo, el comentario de Urria y el mío tienen que ver con el tratamiento de Moffat hacia el Primer Doctor en el especial. Si lo ves, entenderás a qué nos referimos.
Gracias y saludos a los dos.