Mike Mignola y Duncan Fegredo nos transportan una vez más al genial mundo de Hellboy con La oscuridad llama. Fuente. |
Infernal, terrenal y celestial, diosa de las encrucijadas, reina de la noche. Amiga y compañera de la oscuridad. Tú que te regocijas al ver sangre. Tú que vagas entre las tumbas. Tú que estás sedienta de la sangre y el terror de los mortales. Gorgo, Mormo, luna de mil formas... Hécate. Yo te conjuro e invoco. Yo te ordeno.
En 2007 se publicó Hellboy: Darkness calls (La oscuridad llama), la que es, sin duda, una de mis historias favoritas de Hellboy junto a El gusano vencedor, por poner dos ejemplos de todo lo bueno de este grandioso personaje creado por Mike Mignola.
La oscuridad llama trata de la venganza de la bruja rusa Baba Yaga contra Hellboy después de un enfrentamiento del pasado en el que nuestro demonio le arrancó un ojo de cuajo a la hechicera. Ahora, Baba Yaga está dispuesta a usar todas sus fuerzas para torturar a su enemigo mediante fantasmas, ejércitos de muertos, guerreros inmortales malditos y mucho más. ¿Podrá Hellboy resistir todo esto?
La historia no se conforma solo con aventuras. La oscuridad llama profundiza en el personaje de Hellboy y le da nuevos matices. Él tiene que luchar contra sí mismo, contra los augurios que hablan de cómo destruirá el mundo, pero también contra lo que significa ser un demonio y la humanidad que aún hay en él. Por eso, gran parte de la guerra se libra en su propio interior y de ahí que, cuando la obra arranca, viva entre muertos, esperando que el mundo se haya olvidado de él, pero ¿cómo olvidar a Hellboy?
Baba Yaga, una enemiga que no olvida. Fuente. |
Más que una venganza
Pero no penséis que solo hay introspección y drama, también hay acción, enfrentamientos, giros argumentales, ataques sorpresas, trasgos graciosos, crías que buscan proteger al demonio, antiguos dioses... Elementos que hacen que La oscuridad llama sea un cómic de Hellboy perfecto, que nos da ganas de seguir las aventuras del personaje que fue llevado dos veces al cine por Guillermo del Toro.
En este cómic, por cierto, Mignola escribe, mientras que los lápices corren a cargo de Duncan Fegredo. Lo veo, lo percibo: alguno de vosotros alza una ceja en este momento, tras leer lo último que he dicho. Muchos pensaréis que Hellboy sin el toque de Mignola no es lo mismo y lo interesante es que Fegredo no copia a Mignola, pero conserva gran parte del estilo que ha hecho grande a la serie, además de aportar un toque propio que hace que cada momento sea fantástico, único y llamativo. Impresionante.
Muchos opinaréis que al no ser una obra en solitario de Mignola, La oscuridad llama podría ser un cómic para olvidar y que no añade nada, pero lo siento, os equivocáis, es todo lo contrario, es uno de los mejores regresos del demonio que renunció a AIDP, además de poner todas las piezas en su lugar para una futura y enorme historia que protagonizará de la Reina de Sangre por lo que parece en su epílogo.
Baba Yaga y su séquito demoníaco, plagado de muertos y otras figuras fúnebres. Fuente. |
Nuevas alianzas
Debo mencionar también los diseños de los personajes ya conocidos y de los que descubrimos, desde las brujas hasta una figura que nos recuerda a la muerte y que complementan un mundo mágico, una obra artística sin parangón donde cada viñeta nos da ganas de tenerla encuadernada en un casa, en nuestro particular museo o batcueva. Tener un cómic de Hellboy ante nosotros da una sensación increíble, única e imposible: no hay más cómics como este. Me encanta.
La edición se complementa con los diseños llevados a cabo por Mike Mignola y los bocetos realizados por Duncan Fegredo para la historia; todo ello, un poco a modo de making of de un cómic que no debería faltar en nuestras estanterías. Es decir, nos dan todavía más envidia si cabe cuando nos hacen pensar: yo jamás dibujaré así.
En definitiva, La oscuridad llama es otra de esas miniseries de Hellboy que tienen la capacidad de transportarnos por mundos que van más allá de nuestra imaginación. ¿Y sabéis qué? Es fantástico.
Nuestro Hellboy, según Duncan Fegredo. Fuente. |
Minogla se destaca no sólo por sus dibujos, sino por las historias. Y por lo que citás, escribir poeticamente. Hay algo de poesía en los conjuros, como el que citás.
ResponderEliminarHellboy es un personaje del que se podría ser amigo. Algo que comparten sus enemigos.
Buena reseña
No hay que desmerecer el trabajo de Duncan Fegredo, que consigue unas ilustraciones magníficas sin sacrificar su estilo ni el que comenzase un autor de la talla de Mignola.
Eliminar¡Gracias por tu comentario!