Los tres protagonistas de la fantástica Noragami. Fuente. |
“However many wishes we grant, people will always fear, loathe and forget gods of calamity. For better or worse, people's emotions are always fickle. That is the way of things". - Rabou.
Dioses errantes que buscan hacer milagros para lograr la fama, dioses que disfrutan de grandes templos, dioses que malviven entre los humanos, espíritus que se transforman en armas (tesoros sagrados), una joven que se convierte en una semifantasma, espectros fosforescentes con formas bestiales que encantan un Japón donde mitología, realidad y magia se mezclan... El anime Noragami ha tenido en su primera temporada todas esas ideas y con una ejecución ingeniosa y fresca que lo ha convertido en uno de mis favoritos de los últimos meses. Si esperáis la versión breve de esta crítica, puedo deciros lo siguiente: está cien por cien recomendado.
Yato, Hiyori e Yukine
Noragami sigue las andanzas del carismático dios de la calamidad Yato, el cual sobrevive como puede en el Japón actual, donde cinco yenes son suficientes para que él cumpla con cualquier deseo de los mortales, desde enfrentarse a fantasmas hasta limpiar baños. Nadie le conoce, nadie le venera, el resto de los dioses se burla de él y Yato intenta cumplir su sueño de ser uno de los grandes. Así es su vida.Tras ser abandonado por su último tesoro sagrado (un espíritu que se transforma en un arma), Yato acepta ir en busca de un gato perdido, Milord, y termina cruzándose con la mortal Hiyori, una colegiala aficionada a la lucha libre que, por culpa de Yato, se acaba convirtiendo en un semifantasma.
Más tarde, entre fantasmas y diosas de la guerra y la pobreza, tesoros sagrados traidores y dioses de la calamidad que vuelven del olvido, Yato conocerá a su nuevo compañero, el fantasma adolescente Yukine, y emprenderá una serie de aventuras que lo redefinirán a lo largo de doce capítulos que se pasan volando (me he visto la primera y la segunda temporada en una semana tan solo, yo, que soy lentísimo viendo cualquier cosa...).
Poca gente es tan expresiva como Yato. Fuente
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Japanese Gods
Puede que la premisa recuerda a otros animes o, al público que no ve animes, incluso a la obra American Gods de Neil Gaiman, pero Noragami ha sido para míuna agradable sorpresa. Sabe jugar con su mitología y el misterio de sus personajes; a su vez, sus extravagancias resultan perfectas para su historia y el diseño de los personajes, los monstruos y los entornos es puramente genial.
Debo aclarar que, durante todo el metraje, hay docenas y docenas de grandes momentos y muchos de ellos cambian el tono a la perfección. Noragami es honrada desde el principio, sabemos lo que nos espera: mezcla comedia con drama de un modo que resulta espectacular por lo sencillo que parece (y no lo es). No encontramos escenas que nos saquen de la ficción por lo burdo, como en No game no life, ni estamos siempre ante un tono serio y severo, como en Death Note, tampoco se parte de una premisa atractiva para luego centrarse en los amoríos, como en la fallida (para mí) Sword Art Online. Sí, todas son obras muy diferentes, con enfoques y públicos poco similares, pero creo que se entiende lo que quiero decir. Noragami es entretenimiento, acción, humor, aventuras y no sacrifica el drama, sobre todo en su tercio final, en las revelaciones sobre Yato y los personajes que lo rodean y el poder de los recuerdos.
Debo aclarar que, durante todo el metraje, hay docenas y docenas de grandes momentos y muchos de ellos cambian el tono a la perfección. Noragami es honrada desde el principio, sabemos lo que nos espera: mezcla comedia con drama de un modo que resulta espectacular por lo sencillo que parece (y no lo es). No encontramos escenas que nos saquen de la ficción por lo burdo, como en No game no life, ni estamos siempre ante un tono serio y severo, como en Death Note, tampoco se parte de una premisa atractiva para luego centrarse en los amoríos, como en la fallida (para mí) Sword Art Online. Sí, todas son obras muy diferentes, con enfoques y públicos poco similares, pero creo que se entiende lo que quiero decir. Noragami es entretenimiento, acción, humor, aventuras y no sacrifica el drama, sobre todo en su tercio final, en las revelaciones sobre Yato y los personajes que lo rodean y el poder de los recuerdos.
Puede que el mayor "pero" que le pueda encontrar a la primera temporada de la serie tenga que ver con que quizás le falta valor para dar un paso más allá y acometer el drama con todo lo que supone la muerte, la pérdida y la derrota. En su primera temporada, las diferentes tramas parecen llegar a un punto feliz cuando quizás en algún instante se reclamaba una lágrima viva. No obstante, todos los buenos momentos compensan, desde ese Yato rememorando su pasado al enfrentamiento con Rabou, la relación entre los tres amigos (Yato, Hiyori y Yukine) y la amplia galería de secundarios, sin olvidar subtramas como la del suicida que se arroja del edificio más alto de Japón (puro surrealismo) o el chaval que sufre bullying y los fantasmas le piden que mate o muera. Estupendo.
Nuestro antihéroe Yato. Fuente. |
Esperando a los dioses
Llevaba tiempo con esta serie apuntada entre mis futuros visionados (el punto de partida me parecía genial) y no me ha decepcionado. La primera mitad, que trata sobre Yukine aceptando quién es, me ha parecido magistral a la hora de profundizar en los tres protagonistas; mientras que el enfrentamiento de Yato con Rabou ha sido formidable por cómo también se ha vuelto terrenal al involucrar a Hiyori.Por ahora, Noragami es una de mis favoritas a falta de ver los OVA y sufrir por esa tercera que no llega. Y es que parece mi maldición: también me ha pasado con Tokyo Ghoul, me encantaron las dos primeras temporadas y ahora a saber cuándo sacan la tercera (si es que la sacan); pero en el caso de Tokyo Ghoul, la semana pasada, por suerte, se confirmó la tercera (¡por fin!).
Para ir cerrando, esta obra dirigida por Kotaro Tamura, basándose en el manga de Adachi Toka, Noragami destaca también por el uso de la música, con toques orientales y utilización de recursos electrónicos en las escenas de acción. El opening está realizado, por cierto, por la banda Hello Sleepwalkers, que acaba haciéndose terriblemente pegadiza.
Y es que, en definitiva, si se puede resumir en una sola palabra la primera temporada de Noragami es con el término "fantástico". Posee una premisa fresca, atractiva y un mundo lo suficientemente maravilloso como para perderse en él. Y ningún dios errante podría decir lo contrario... a menos que le entregues cinco yenes... y más si es Yato.
“Even when times get dark and painful, people should feel lucky to be alive at all.” - Yato
Varios de los personajes del anime. Fuente. |
¡Me chifla la premisa! Tomo nota de esta serie. Muchas gracias por el descubrimiento, Carlos ;). Suena como American Gods a la japonesa.
ResponderEliminarSí, tiene una premisa que recuerda a American Gods pero con un aire oriental y de aventuras que le sienta muy bien (ese rollo de que si algo mágico pasa en Japón, te lo crees, jeje). Ya me he visto esta y la segunda temporada y, a falta de los OVAs, me lo he pasado muy bien viéndola. Gracias a ti por leerlo y espero que te guste si le das una oportunidad 😁😉🌟
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