Uno de los fotogramas más espeluznantes y asombrosos del cuarto capítulo de American Gods. Fuente. |
La muerte no es un debate. ¿Cuántos crees que han venido antes de ti, todos con sus promesas y amenazas, y ofertas de gloria, oro y amor? ¿Quién eres tú para desviarme de mi deber? No eres más que una humana, ni siquiera una que deba recordar. Irás a la oscuridad, y olvidaré haberte conocido.
Arriesgado y hermoso, como cualquier acto de amor desesperado o una vida que no halla sentido. Así podríamos describir el cuarto capítulo de American Gods: Git Gone, donde los creadores nos desvelan la historia de Laura Moon, la esposa fallecida del protagonista, Shadow.
Y sí, lo sé, a riesgo de repetirme, esta serie me está pareciendo una obra maestra.
Muchos espectadores no aceptarán que el cuarto episodio, porque lejos de avanzar aparentemente la trama principal, realmente lo que hace es volver al pasado para contarnos quién fue Laura Moon, la mujer que murió y cambió la vida de Shadow.
Este desvío de la trama principal sacará la rabia también de algún lector que quería una adaptación al pie de la letra del libro de Gaiman, pero el propio escritor ha reconocido que la serie ha mejorado este punto de su novela y es así como Bryan Fuller decide describir a uno de los personajes más complejos de la serie. Y, en mi caso, Git Gone me ha encantado.
El patetismo, el cinismo y la oscuridad de la que ya hacía gala Tan muertos como yo, otra de las obras de Fuller, y la magia de Gaiman se confunden en esta historia sobre una chica que ha vivido su vida sin llegar a creerse del todo que fuera cierta. Eso le ha hecho no apreciar que siga respirando, la ha hecho embargarse de esa dulce sensación de abismo y no teme perder nada, con lo que eso conlleva.
Hay mucha tristeza a lo largo de este episodio de casi una hora, una historia que lleva sobre sus espaldas la actriz Emily Browning (Sucker Punch). Contradictoria, rota, única... Muchos sentirán que deberían odiar a su personaje, otros llegan a comprenderla, como ese ser de destrucción y pena que vemos a lo largo de la obra.
Es paradójico que Laura Moon comience a vivir cuando está muerta y su encontronazo con la Muerte pronto nos depara algunas de las escenas más escalofriantes y, a la vez, hipnotizantes de American Gods, desde ese brazo que tiene coserse a ese duelo a muerte con los matones pasando por ser un cadáver que vomita todos los líquidos con los cuales ha sido embalsamada.
Guion, interpretación, música, fotografía, dirección... American Gods sigue siendo sobresaliente, incluso cuando pisa el freno y nos hace viajar al pasado para acabar en el mismo punto donde culminó el episodio anterior. No dejéis de verla... de nuevo, como a Laura Moon.
Si Neil Gaiman la aprueba, debe de ser buena la adaptación.
ResponderEliminarInteresante premisa del capítulo
Hay que verla. Sí o sí.
EliminarEmpecé a ver a esta serie, por tus reseñas
EliminarLo estoy viendo. Me gustó la actitud desafiante de Laura Moon ante la muerte y ese enfrentamiento a muerte, algo a lo que desafió.
Interesante revelación ante lo planteado en el final del primer capítulo y principio del segundo.
Brillante.