“Segundas
partes nunca fueron buenas”. Una frase que se puede rebatir usando como ejemplo
Terminator
2, El Padrino 2, Las Dos Torres y muchas otras secuelas que son tan
buenas como la original o la superan. Sin embargo, ahora que el mal de las
secuelas, remakes y similares parece
endémico de la industria del cine, Gru mi
villano favorito 2 viene a defender que el “segundas partes nunca fueron
buenas” sigue siendo admitido.
No
hay nada nuevo en esta secuela, una historia precocinada sin ningún aliciente,
mil veces vista, que se antoja como varios chistes (muchos sin la más mínima
gracia) enlazados con un hilo argumental mínimo, casi improvisado sobre la
marcha.
Su
única “salvación” es la aparición de los minions, en una odisea que se hace
demasiado larga y, sobre todo, demasiado vacía.
Gru,
mi villano favorito es una de esas películas cuyo
protagonista te cae mal mientras que los secundarios son soportables, su
secuela eleva esto aún más. Menos si ves la versión en español y te tienes que
aguantar un doblaje que te hace reivindicar a los actores de doblaje de verdad
y no a algunos famosos que se meten en estos trabajos, por mucho que no sea su
primera vez (no se nota que no lo sea).
Muchos
defenderán su animación. Es muy correcta, nada innovadora. Se antoja más como
un videojuego (escena de los disparos “de mermelada” me remito, ¡temblad Angry
birds!) que como un film. Y es el mal de toda la obra: es una máquina de vender
figuritas para McDonalds y cuyas aspiraciones artísticas son las mismas que
bostezar: cero. De esta manera, los
directores Pierre Coffin y Chris Renaud entregan un producto solo apto para
niños (y no estoy tan seguro de que ellos la disfruten), donde los chistes
sobre pedos, caídas, repeticiones sin sentido, idioteces varias… parecen el
punto fuerte de una propuesta que no lo es y donde algunos no reímos, sentimos
vergüenza ajena en el hecho de que se haya producido algo así, mientras otras
grandes historias esperan su turno o nunca salen porque “no son rentables”.
Entre
gag y gag, los personajes acaban siendo guiñapos en 3D (esa estafa que para
algunos salva las películas), que solo sirven para esa secuela de Los
Minions ya anunciada, donde los estereotipos brillan y no precisamente
por su ausencia (véase el Macho y todo lo relacionado con México, a la que se
trata de una manera humillante).
Aparte
de eso, motivación cero tanto para el héroe como el villano. Nadie sabe por qué
el malo hace lo que hace, nadie sabe por qué el bueno decide meterse en esta
aventura aunque por el camino intenten humanizarlo con el temor a que una de
sus hijas se eche novio o que otra le pida una esposa (se ve que la idea de un
padre soltero, no cuaja).
Somos
muchos los que pensamos que se puede hacer cine de animación adulto, pero esa
no es mi prerrogativa aquí. Lo que me gustaría es un cine para todos los
públicos que no sea solo para pequeñajos y los pequeñajos suelen ser un público
exigente, pero los productores deciden tomarlos como idiotas, a ellos y a todo
el público. Hace un par de años, teníamos películas como El Rey León o incluso Up!,
ahora tenemos cosas como Gru, mi villano favorito (que tira
por lo más barribajero) y una Brave
de Pixar que se queda a medio gas (paisajes bonitos, historia para olvidar).
Nos queda Aardman y sus ¡Piratas! como señal de que no todo
va mal… pero va así en los círculos más poderosos. Por suerte, las auténticas
joyas acabarán saliendo lejos de ellos, como el durísimo y lacrimógeno
cortometraje de animación Dog de Suzie Templeton.
Recalcar
que no es ir a ver Gru, mi villano
favorito 2 con muchas expectativas, es ir a ver esta película y esperar que
no traten al público como si fuera un idiota.
La
moraleja de Gru, mi villano favorito 2 es “hazte una familia”, no vayas a
restaurante mexicanos (supongo) y huye del cine de animación estadounidense de
este estilo. Seguramente, el cementerio de neuronas no tenga que extenderse
mucho más de lo que ya se ha extendido.
P.D.: Por nombrar Terminator 2, El Padrino 2 y Las Dos Torres en una
crítica de Gru, mi villano favorito 2 se confirma que me será aplicada una
condena a la Zona Fantasma o similar.
Yo vi la primera hace poco pensando que iba a ser una porquería, y no estaba tan mal; de la segunda parte pensaba que podría salir algo bueno, pero tras leer tu crítica me parece que no XD Hoy en día hay que tener mucho cuidado con las secuelas... Como has dicho, el cine de animación aún no está jodido del todo, Piratas de ardman merece la pena, y Paranorman (que sí no la has visto te la recomiendo, creo que podría gustarte, creo, puedo equivocarme XD), lo que pasa es que parece que no quieren esforzarse lo suficiente, Brave podría haber salido mejor aunque no me parece mala, y está sobrevalorada, el oscar no se lo merecía...
ResponderEliminarLa mayoría de los adultos tienden a tratar a los niños como si fuesen inferiores, a veces con actitudes un tanto fascistas, y eso desde luego no es bueno, menos sabiendo que no se resume a la forma de hacer cine para niños, es una actitud que se halla presente en el día a día. Bueno ya paro, que me ha dado por extenderme xD
Me apunto Paranorman, a ver si la veo.
EliminarSobre el resto de lo que dices... la primera tenía al menos algo, Piratas he colgado una crítica esta semana (me ha gustado) y sobre las actitudes estúpidas del ser humano... vaya, eso nos llevaría para largo.
Gracias por el comentario.
mi villano favorito me gusta mucho es muychistoso y bueno
ResponderEliminarMuchas gracias por tu aportación anónimo. Un saludo.
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