¡El Antro de los Vampiros y Otros Monstruos cumple cinco años!

El primer logo de El Antro sobre una foto hecha al regreso
de un viaje a Gran Canaria en febrero de 2008.
Sí, hecho por Photopaint.

Era 10 de junio por la tarde. Hacía sol, en Tenerife siempre hace sol, incluso cuando llueve... No, es mentira, pero había que intentarlo.

Las clases estaban a punto de terminar, son esos días raros entre los que sacas aalgún examen que no hiciste en su día o no haces nada excepto hablar de lo que vendrá después. Y no tienes ni idea de qué vendrá después. 

Había un chaval en primero de bachiller que, por aquellas fechas, ensayaba una obra de teatro sobre Jack el Destripador, que debe ser por tanto una comedia melodramática presentada en un contexto de asesinato y drama. Iba con una especie de fino abrigo negro, camisa, pantalones y zapatos oscuros. Ah, y un sombrero de copa de una tienda de chinos. Luego, incluso le maquillaron como a una estrella de rock y le gustó, pero esa es otra historia. No perdamos el norte.

Y en esa época se leyó From Hell,
y se le cayó el alma a los pies al ver de lo que era capaz Alan Moore
con el mismo material, pero con el talento indiscutible del Genio de Northampton.

Aquel chaval escribía. ¡Vaya si escribía! Su vida se resume en: “hago esta obligación o tal otra ahora, ¡y luego escribo!”. Así pasaban los días, tardes y noches.

En aquel ahora tan lejano (y a la vez tan cercano) 2008, ese chico había hecho un montón de amigos. E incluso había empezado a salir con una chica. Dos motivos aparentemente conexos con el apocalipsis debido a su imposibilidad intrínseca. Sea como sea, había aprovechado aquel contexto para escribir una historia que, cinco años después, reescribe y llama La Historia, pero, como diría Jack el Destripador: “vayamos por partes”.

En aquellos días, en aquel instituto con mala fama pero que tanto le enseñó y tanto le agradece hoy (al que hace poco tanto le gustó ir para dar las gracias y una charla a los chavales), había un nuevo profesor que era algo así como la reencarnación física de Bécquer y ¿cómo no iba a convertirse en otro personaje más? Además, nos ayudó a hacer la obra de teatro… y se interesó por lo que escribía. Con dieciséis años (edad a la que ni siquiera has terminado los estudios en Hogwarts), si alguien se toma en serio que escribes, ya es un hallazgo.

Aprovecho para poner una imagen de Bécquer
y deciros que en el próximo relato para Ánima Barda
saldrá nuestro querido escritor y poeta enfrentándose a una
amenaza alienígena en 1969. Ya os contaré.

Este hombre béqueriano (palabreja que me acabo de inventar, lo sé) me preguntó que dónde podía leerme y, aunque creo que nunca lo hizo (ups) más allá del guion, sí recuerdo que quise pasarle el foro que tenía con unos amigos y donde colgaba La Historia. El resto de amigos no estuvo muy de acuerdo porque despotricábamos de profesores y similares y contábamos que el mundo nos parecía una auténtica mierda y similares. Ahora seguimos haciéndolo, pero ya nos da igual que se enteren, supongo.

Por tanto, aparte de abandonar el foro en un de mis consabidos ataques de divo, decidí abrir un blog porque mi profesora de Lengua tenía uno también. Y, de pronto, porque La Historia tenía que ver con vampiros y la palabra “antro” me fascinaba desde la lectura de Las dos torres (sí, El Antro de Ella Laraña se titulaba uno de los últimos capítulos), nació este blog:

Y este fue el primer post de un lejano 10 de junio:

“¡Hola a todos!
Me llamo Carlos J. E. H y podríamos decir que soy todo lo que no esperas que sea.
Me encanta el cine, la música y la literatura. Me encantaría ser escritor, pero sé que no se puede vivir de los sueños así que dejaré estos para este magnífico lugar que espero que os guste mucho.
Aquí os dejaré mis neuras varias y mis historias. Espero vuestro comentario.
Desplegad vuestras oscuras alas.”

Ese chaval que escribió eso era yo, si es que somos nuestro pasado.

Aparte de dejaros muchas cosas (entre ellas, de ser tan negativo) y ganarme un apellido y perder un segundo (alguien espero que entienda esto), creo que el espíritu de compartir mis cosas sigue presente cinco años después, más allá de lo esperado y tras alguna crisis de identidad (como DC cuando molaba).

Amigos se han quedado por el camino, otros han llegado. Mi forma de escribir ha variado, por suerte también mi forma de ser. La nostalgia solo es un perfume caro de Watchmen y el horizonte parece tener mejor aroma. Ha habido momentos horribles y días en los que he deseado no existir, ha habido otros que han sido puramente grandiosos, he reído y he disfrutado, que es para lo que existimos (¿hedonismo, que diría cierta profesora de Filosofía que tuvo que soportarme?).

Mientras terminaba bachiller y empezaba y terminaba una carrera (bueno, me falta entregar el Trabajo de Fin de Grado pero en eso estoy – lo prometo-), he acabado incluyendo desde relatos hasta microrrelatos además de citas célebres (maldita manía de incluir frases de otros para mis cosas) y críticas de cómics, cine y más que han conseguido que, con el tiempo, la gente se haya interesado por mi trabajo. Sin duda, he de dar las gracias a todos esos monstruos que se han presentado a lo largo del espacio y el tiempo (como en Doctor Who).

Sí, algún día llamaré a este lugar "El Antro de Doctor Who
y otros monstruos"

Puede que los últimos tiempos no hayan sido los más activos, pero he disfrutado con cada entrada que he podido sacar mientras hacía las prácticas en la radio o terminaba mis estudios. Siempre he querido ser lo más sincero con vosotros: no he tenido tanto tiempo como quisiera y ahora estoy un poco asqueado de ciertas cosas... y me gustaría empezar muchas desde cero, enamorarme de todas esas cosas que me gustan (suele pasarme). Permitidme por tanto parecer algo descreído últimamente, porque todo cambiará, porque todo tiene que ir a mejor.

¡Y resistid, porque sois la sangre de El Antro!

El Antro es un sueño, como el sueño de cualquiera. Te gustará estar en él, incluso lo compartirás. Habrá gente que se reirá de ti, pero el sueño es demasiado grande como para romperse. Habrá gente que confiará en ti y eso es lo más hermoso que puede pasarte, porque el sueño se hace más y más grande. Muchos desearán que se haga una pesadilla, pero cuando muchos sueñan, nadie puede con el sueño. Nada puede ser horrible cuando la esperanza nos une. Escribí hace poco en la memoria de las prácticas para la facultad que la gracia de todo esto, de ser periodista o escritor... o cualquier cosa, es simple: luchar por lo que vale la pena, ser el superhéroe de alguien. Y si hay gente que pretende joder, pues es fácil, mándalos a la mierda (donde deben estar) ¡y sigue adelante!

Si hago párrafos tan cursis como el anterior es por algo.

Cinco años después solo espero una cosa y es que sigáis desplegando conmigo vuestras oscuras alas, porque os aseguro que El Antro tiene mucha vida por delante y pronto sufrirá una regeneración. No puedo decir nada más aparte de que sigáis disfrutando.

El espectáculo no ha hecho más que comenzar.

Muchas gracias por estos cinco años y que vengan muchos más... Y que la Fuerza nos acompañe