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Estuve a punto de responderle con una palabrota. ¡Maldita muñeca! Era mi primer día currando en una asquerosa juguetería y la iba a pifiar por culpa de esa cosa. Y no, no la iba a fastidiar con una cliente cualquiera, sino con la tipeja que compraba juguetes para todos los orfanatos, jugueterías y colegios del país. Es decir, la iba a joder, pero bien jodida.
— ¡Te quiero matar… a besos!
¡Sorpresa! La voz chillona de la muñeca completó su frase. Se transformó en un tono dulce, ansioso de cariño. ¡Me dieron ganas de abrazarla!
—Ya sabe– improvisé–. Las muñecas de hoy son de este estilo, oscuras, en plan góticas… Algo siniestras, pero gustan mucho. Vendemos mucho de este modelo. – Ni idea de si era cierto. Siempre se me dio bien mentir–. ¡Es un primor!
— ¡Te quiero estrangular… a abrazos! ¡Te deseo romper el cuello… a caricias! ¡Adoraría destriparte… con mi amor!
Malditas muñecas modernas… Al menos, conseguí que la cliente me comprase mil unidades. En fin, ¡me siento satisfecho! Suspiro, hecho polvo, en cuanto la doña se larga y, vaya, ahí viene el supervisor. Damas y caballeros, ha llegado hora de fardar.
—¿Sabe, jefe? ¡He vendido mil unidades de las muñecas psicópatas, pero amorosas!
—¿Cuáles?
—Las que estaban ahí…
—Pero esas eran para devolver. Provenían de un almacén que hace años que cerró. No entendimos por qué diantres nos llegó… Ya sabes cómo están los repartidores.
—Eh… Bueno, aquí queda una. Mire, si la aprieto, habla en plan siniestrilla…
El juguete se quedó en silencio. No dijo ni “mu”. Mierda, debía estar rota.
—Esas muñecas no pueden hablar, novato. La fábrica es de hace más de sesenta años. Era la de Frankie el Loco. ¿No has oído hablar de él? Aquel “mataniños” que se ahorcó en su propia juguetera… En fin, ¡eso da igual! Sus muñecos no hablan. Son muy antiguos. Chaval, ¿qué demonios has vendido?
Buena pregunta. Ni siquiera yo lo sé.
De pronto, escucho gritos de niños. No sé por qué.
La muñeca en mis manos empieza a reír.
Siento un escalofrío.
***
P.D.: Un pequeño relato algo macabro y macarrilla, homenaje a Stephen King, que escribí para el curso de creación literaria al que estoy asistiendo (sí, me queda tiempo para eso). Darle las gracias a Elsbeth, que me dio la idea mientras mirábamos cosas de Halloween: “¿Y si este muñeco que acaba de hablar fuese el único y el resto no?”. Curiosamente, los parlanchines muñecos no volvieron a hablar ni una vez más. Escalofriante, ¿no?
Me ha recordado a mis mil y un traumas infantiles con películas de terror que mi padre me ponía.
ResponderEliminarUna de ella fue "Chucky, el muñeco diabólico". Nunca pude mirar las muñecas igual. Fui más de animales de plástico.
¡Estás en un curso de creación literaria! (que envidia...) Espero que no hables más de cómo te va en él y cuelgues por aquí los relatos como este.
Hola, Misery
EliminarLa clave era esa: que recordará a uno de esos mil traumas infantiles o adultos con muñecas de aspecto macabro, por no olvidar que hoy se da mucho eso de que las muñecas parezcan pequeños monstruos.
Bueno, si viste las secuelas perderías miedo. Qué bichejo más dado al despiporre... xD
Sí, si eso te paso alguna cosa interesante que demos y te pueda servir. Seguiré colgando por aquí los relatos que me manden y no pueda sacar de otra manera.
Muchísimas gracias por tu comentario, un saludo.
¡Que buen relato, Carlos! ¡Me encantó! Aquí veo otro librito con una recopilación de relatos así *-* jijiji
ResponderEliminarY no sé porque me hizo acordar a la serie Cuentos de la Cripta... No me perdía un capi de esa serie cuando era peque! xD!
¡Espero pronto otro relato!
Besotes ;3
Hola, Marifer
Eliminar¡Muchísimas gracias! Me alegro de que te haya gustado y yo también espero que algún día alguien me diga que quiere recopilar estos relatos. Creo que sería el primero que se los leería (si no los hubiera escrito yo mismo jeje).
Esa serie vi algún capítulo cuando era un renacuajo. Recuerdo que el maldito bicho que la presentaba me daba un mal yuyu impresionante. jaja
Yo también espero pronto que me salga otro relato, a ver qué tal.
Muchísimas gracias, un saludo y hasta la próxima visita.
Felicidades por este pedazo de relato. Me ha encantado.
ResponderEliminarMalditos muñecos... La de traumas que tengo provocados por eso...
Hola, Pedro
Eliminar¡Muchísimas gracias! Me alegro de que te haya gustado este nuevo trauma para mentes sensibles. El próximo espero que sea algo diferente.
Un saludo, gracias por el comentario y hasta pronto =)