En un pueblo perdido, un hombre lobo ataca. La joven Valerie, a punto de elegir entre casarse con el amor de toda su vida y un amor por interés, está vinculada a ese lobo. Mientras, Solomon, un cazador de licántropos (o algo así), llega al pueblucho. También hay un bosque, una abuelita… Pero ¿es Caperucita Roja?
Críticas de cine:
SOLOMON
El cuento de Caperucita Roja mezcla la leyenda y un cuento moralizante (bueno, como muchísimos cuentos). Esa lección es: no fiarse de los extraños. Como todas las historias que se han trasladado de padres a hijos en varias generaciones, ha cambiado desde un final realmente gore hasta otros más suavizados (los que nos han llegado, en su mayoría).
Ni triángulo amoroso hay en el póster. Fuente. |
La realizadora Catherine Hardwicke tropieza, desde el principio, con unos planos incomprensibles (en los créditos iniciales, esa bajada por el río dando giros). Además, no sabe imprimir ritmo ni fuerza a ninguna de las escenas. Sólo sabe hacer planos falsamente “hermosos”, pero gratuitos e incluso algo vergonzosos (ese encuentro amoroso con la caperuza envolviendo sus partes, ¿para qué sirve? O esa caperuza flotando por la nieve, ¿es realmente algo que transmita?). Un falso tono onírico, un falso tono realista, una película poco creíble y, por desgracia, poco disfrutable (ni siquiera sus errores provocan risa y llegan a hacer bostezar al respetable y mirar el reloj para saber cuánto queda).
En cuanto a las actuaciones en su mayoría son penosas. Sólo Gary Oldman (aunque sobreactuado, parece que si no habla a gritos y da muestra de su fanatismo religioso, no hace nada), una desaprovechada Julie Christie como la abuela y un correcto Billy Burke (uno de esos actores que espera una buena película) se salvan de esta cinta... Y ni siquiera son los protagonistas.
Alucinad con el realismo de los árboles. Fuente. |
Amanda Seyfried como Valerie demuestra que no es una actriz que pueda llevar el protagonismo o, simplemente, que su personaje no sirve. Mientras que los dos chicos... Max Irons, el hijo de Jeremy Irons, queda en un segundo lugar (o un tercer, cuarto o quinto plano) y el otro, el leñador interpretado por Shiloh Fernandez, ni es un rol atractivo ni se sabe muy bien por qué le gusta "Caperucita". ¿Son peligrosos? ¿Son qué? Se dibuja un falso triángulo amoroso que, seamos sinceros, ni siquiera llega a funcionar y que parece intentar ser un remedo entre el de Bella-Edward-Jacob de “Crepúsculo” y no funciona. No hay química, no nos sentimos atraídos, no odiamos, no deseamos saber qué pasará… No funciona ya sea por su falta de carisma o por sus frases, frías y completamente artificiales.
La historia, lo que es el argumento, no está mal (es una idea de Leonardo Di Caprio), pero llevada a la práctica, con un guión espantoso, podría ser un buen ejemplo de cómo un relato, mal hecho, puede convertirse en un esperpento. El problema es cómo está contado. El guión es bastante pobre, las frases y situaciones son forzadísimas y las actuaciones, en su mayoría, dejan que desear. Además, se ven los trucos a la legua (ese Solomon que tiene que contar lo de su mujer casi desde que aparece porque si no, no está feliz), lo políticamente correcto (esos escoltas de Salomon, que a parte de ser unos inútiles, son multirraciales en una época que… Bueno, queda políticamente correcto) y también las incoherencias (SPOILER (no tan spoiler, cualquiera con dos dedos de frente se lo imagina): matan a la hija ilegítima y el padre ilegítimo, ¿nadie piensa que el culpable de todo puede ser el padre al que le han puesto la cornamenta?).
La historia, lo que es el argumento, no está mal (es una idea de Leonardo Di Caprio), pero llevada a la práctica, con un guión espantoso, podría ser un buen ejemplo de cómo un relato, mal hecho, puede convertirse en un esperpento. El problema es cómo está contado. El guión es bastante pobre, las frases y situaciones son forzadísimas y las actuaciones, en su mayoría, dejan que desear. Además, se ven los trucos a la legua (ese Solomon que tiene que contar lo de su mujer casi desde que aparece porque si no, no está feliz), lo políticamente correcto (esos escoltas de Salomon, que a parte de ser unos inútiles, son multirraciales en una época que… Bueno, queda políticamente correcto) y también las incoherencias (SPOILER (no tan spoiler, cualquiera con dos dedos de frente se lo imagina): matan a la hija ilegítima y el padre ilegítimo, ¿nadie piensa que el culpable de todo puede ser el padre al que le han puesto la cornamenta?).
A su vez, el elemento erótico está colocado de una manera tan forzada, simple y poco efectiva que parece intentar ser “erotismo” para adolescentes que tienen miedo de lo que signifique esto. Un quiero y no puedo que resulta patético. Algo parecido pasa con el miedo, que da bastante pena en el sentido de que en ningún momento la película asusta. Lo mismo ocurre con las escenas “de acción”, ninguna de ellas emociona.
El motor narrativo realmente es: quién es el lobo (o hombre lobo, tipo “Crepúsculo”, ni es lobo ni es hombre lobo del todo). No obstante, este misterio se resuelve fácilmente pese a un guión tramposo (¿alguien sabe realmente porque el “lobo” se disfraza de la abuela?) que busca resolver el caso dando falsas pistas. Anotarse esa última escena en la que mediante flashbacks se encajan las piezas, al más puro estilo “Saw” (aunque sin la fuerza de las primeras películas de la saga ni la cámara rápida).
Gary Oldman pagando el alquiler. Fuente. |
En cuanto a vestuario y caracterización, esto merece un bloque aparte. Para no acabar teniendo que subir la edad del público, lo que se ha hecho es echar a perder la credibilidad en parte de la película. Por ejemplo, los ataques del lobo a sus víctimas… ¿Una bestia furiosa sólo hace eso, un poquito de sangre en torno al cuello y ya está? ¿Ni mordeduras ni nada? A esto sumamos que las casas están hechas en pura madera hecha en plástico. Las ropas no se las cree nadie, ¿tan limpios en esa época? Venga ya... Por si fuese poco, en el lobo se han gastado el dinero justo y da muchísimo el cante, casi de vergüenza ajena.
Este último apartado me hubiera dado igual si el guión lo superase, pero como ya habéis visto, para mí no lo supera y sólo agrava esta producción, realmente casi de serie B, dirigida a un gran público. Poco presupuesto en busca de mucha recaudación no por méritos propios, sino porque la realizadora es la que dirigió "Crepúsculo".
De lo poco que sirve es la banda sonora y algún tema. De resto, ninguno encaja del todo en el tiempo en el que transcurre ni está ruptura es un elemento narrativo.
En definitiva, una película mediocre, que pudo ser más de lo que es y lastrada por la estética “Crepúsculo” que se le ha intentado poner para conseguir dinero.
¿A quién tengo miedo? A quienes los que hicieron esta película hagan una secuela, precuela, destrocen otro cuento o hagan algo parecido a esto (y que tenga que verlo).
Yo ya sabía que sería un pérdida de dinero antes de verla (que no la he visto ni tengo inteción). Si ya Crepusculo me pareció una tortura interminable, este destrozo crepusculero de Caperucita Roja ni te cuento...
ResponderEliminarYo la vi, (por supuesto no en el cine, no pago pa eso xD) para asegurarme de no criticar algo sin verlo, pero concuerdo con lo que has dicho, es un poco muy penoso todas las cosas.
ResponderEliminarAdemás que si almenos hubiera sido más dificil adivinar quién naricez es el lobo pues mira... pero ni eso xDDD
Hola, superñoño
ResponderEliminarPuestos a valorar, me parece que "Caperucita Roja" es claramente inferior a "Crepúsculo" tanto argumentalmente, como a la hora de caracterizar a los personajes o sus actores. Si crees que "Crepúsculo" es mala, esta para ti será un aborto fílmico.
De todas maneras, considero que de vez en cuando hay que ver este tipo de películas. Nos ayuda a valorar más las buenas películas.
Un saludo y muchísimas gracias por tu comentario :D
Hola Hisaki-Chan,
ResponderEliminarComo tú, yo también vi esta película para asegurar que criticaba con razón de ser. Hay personas indignadas con las películas de "Crepúsculo" o los libros y creo que es cuando has leído o visto esa saga cuando puedes indignarte de verdad (o no, que hay para todos los gustos, por supuesto).
Cierto lo que mencionas sobre el "misterio". En fin, cuestión de tiempo que sea olvidada.
Un saludo y muchísimas gracias por tu comentario y por tu visita, hasta la próxima =)
Todavía me acuerdo que cuando la ví me quedé bien dormido, y esa estética que dices a la muy twilight no está para nada bien, solo se interesaron en el dinero como siempre y dejaron las buenas historias a un lado, es una verdadera pena esta película.
ResponderEliminarAl menos yo hubiera preferido que Saoirse Ronan fuera caperucita.
Saludos.
Hola, Vladhex.
ResponderEliminarYo estuve despierto, un poco preguntándome cómo podían haber hecho esa cosa. La historia, con un buen guión, podría haber quedado resultona, pero... Puff...
Si Saoirse hubiera sido Caperucita, al menos hubiéramos tenido otra buena interpretación, aunque espero que esa actriz elija mejor sus proyectos y no se quede en cosas como esta "Caperucita Roja, ¿a quién tienes miedo?".
Un saludo y muchísimas gracias por el comentario, hasta la próxima visita.